Especial Cumpleaños de Ten

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-Feliz cumpleaños Tennie- susurró a su oído con una sonrisa sincera y besó su mejilla -te mereces mucho más, pero no sé si en vida te pueda dar todo lo que vales.

Ten formó una diminuta sonrisa en sus labios que apenas se pudo distinguir.

-No me gusta ver a mi Tennie llorar- lo tomó por la barbilla para que lo viera.

-E-Es tu culpa.

-Perdón, nunca quise que pasaras un mal día por mi culpa, no debió haber sido así -tomó su rostro entre sus manos haciendo que lo viera a los ojos -esta bonita y perfecta persona debió haber tenido el mejor día de su vida -limpió sus lagrimas con sus pulgares- ahora debería estar sonriendo y comiendo de la rica cena que le prepararon, que realmente no me importa si toda la noche lo miro y lo abrazo, pero esa es su decisión.

-N-No se como a e-estas alturas no t-tienes novia.- suspiro con descontento.

-No tengo novia porque mis ojos desde hace algún tiempo han estado fijos en una sola persona, y desde ese momento no he podido removerlos de ahí.

-Gracias.

-¿Por?

-P-Por que al f-final del día si t-tuve a quien quería co-conmigo.

-¿Te he dicho que eres hermoso?

-N-No me vas a e-encontentar tan fácil.

Taeyong rió -Aún asi eres hermoso- se levantó -¿cenamos?

-¿Q-Qué es?- se levantó con él.

-Te gustará- tomó su mano para ir al comedor.

Taeyong arrimó la mesa, abrió la silla para Ten y le pidió que tomara asiento mientras el servía la comida.

-Cierra los ojos.

-¿Para qué?

-Confía en mi.

Ten obedeció.

-También abre la boca.

-N-No, ¿qué me d-darás?

-Quiero que pruebes la cena que te hice.

-Lo puedo ha-hacer con los ojos abiertos.

-Vamos, no te daré nada que no te guste.

Ten suspiró y también abrió la boca. Taeyong, con cuidado de no tirar nada del tenedor y tampoco manchar al tailandés, acercó el cubierto con comida a su boca, lo metió lo suficiente para dejar que probara un poco de la cena que le preparó.

En cuanto probó su sabor, abrió sus ojos y tomó la mano de Taeyong para quitarle el tenedor y poder meter un bocado completo a su boca.

Con gracia lo miró -¿Te gustó?

Ten asintió, sonrió, y en respuesta hizo un sonido de aprobación con la garganta. Pasó el bocado y habló

-¿Me das más?

El mayor rió y fue por el plato que había dejado cerca de la estufa para dárselo al festejado.

-Te dije que te gustaría, entonces ¿me quedó rica?

-Si.

Taeyong se sentó a la mesa y empezó a comer con Ten.
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Terminaron la lasagna después de casi una hora pues estaban platicando de diversos temas, entre ellos, algunos muy absurdos pero que con el otro se podían disfrutar.

-Y...

-¿Y?

-No, mejor no, olvidalo.

-Oh, vamos Ten, me intriga tu mirada.

Sólo un pretexto|TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora