Especial Cumpleaños de Ten

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-Tennie, tu sonrisa es la más hermosa que en mi vida he visto.

-¿Q-Qué?- exclamó sonrojado.

-Lo que escuchaste.

-¿Es que acaso te afectó la lasagna que preparaste? ¿estás tomado? ¿alucinando? ¿te drogaste en mi cumpleaños? ¿le echaste algo a la comida? Dime que no me quieres envenenar- dijo intentando no alterarse.

-No, estoy en mis cinco sentidos, ¿por qué no debería ser verdad?

-Porque me estás pidiendo consejos, porque no eres gay, ¡porque soy yo! Dime, ¿cuánto te va a durar ese dicho "enamoramiento"? Te apuesto lo que quieras a que en unos días te vas a terminar formando en la larga e interminable fila de "los que jugaron con Chittaphon y se aburrieron" y una vez que llegues hasta adelante te formarás en la próxima y ultima fila llamada "me gustó jugar con un homo y enamorarlo, pero ahora le romperé el corazón e iré en busca de una novia a quien me pueda coger sin la incomodidad de verle y pensar que tiene pito"

- No, así no son las cosas, no soy de las personas que juegan con los sentimientos de los demás, mucha gente ha jugado conmigo y no tengo por qué ir y desquitarme contigo; puede que no sea gay, pero te he dicho que me gustas, bastante y sabes que no miento, no se por qué lo dudas, no tengo derecho alguno para jugar con alguien y mucho menos si eres tú, si alguien te quiere de manera sincera siempre va a buscar tu bien, yo siempre busco tu bien, puede que haya cometido errores, soy un humano, pero sabes bien que si fuera mi voluntad te metería en una burbuja que no deje entrar nada de maldad porque eres un ser que no merece ser maltratado, no has hecho nada malo para terminar así. - se acercó a él, pero su menor se alejó -Ten, las relaciones terminan en algún momento, ya sea porque a su larga edad alguien falleció, o las cosas no funcionaban y lo mejor era hacerlo, o simplemente no había amor, no tenemos que terminar en una mala situación, no tiene por qué no haber amor- suspiró - No debería seguir afirmando cosas cuando no se si soy solo yo quien está enamorado- sonrió débilmente después de pensar en esa posibilidad.

-Taeyong, me da miedo pensar en gustarle a alguien. Me da miedo pensar que te gusto. 

Taeyong miró su rostro - ¿Y cómo puedo hacer que me creas que me he enamorado de ti? ¿Por qué tienes miedo? 

-No hay nada que tu puedas hacer, simplemente temo ser - bajó su tono de voz hasta que solo fue audible para ellos dos - muy poco y no poderte satisfacer - después de decir eso no le pudo mirar a los ojos, ni siquiera lo intentó, qué pensaría de él después de haberse menospreciado, ¿quién querría un novio que se siente inferior a los demás? Agachó su cabeza.

Sin pensarlo dos veces se posicionó frente a él y levantó su barbilla -No digas eso, no digas eso de ti, Chittaphon, no se cómo no logras verte como yo lo hago.
Taeyong tomó en sus brazos a Ten formando un abrazo cálido - No se si me correspondes, no te pido que me correspondas,  solo quiero que me creas, quiero tener la certeza de que amé a alguien y que fue de verdad, no me importa si sientes lo mismo por mi, pero por una vez quiero entregarme a alguien que se merece todo, tampoco te pido que seamos novios, me parece que es algo apresurado, pero si tu lo quisieras lo haría, porque es algo que en un futuro me gustaría hacer; Ten, el miedo de satisfacerte lo debería tener yo, no tú.

Ten lo abrazó con más fuerza, suspiró, por primera vez sintió esa necesidad de detener el tiempo, querer quedarse ahí por siempre, el hecho de saber que estaba con él lo hacía dudar porque siempre le pareció alguien inalcanzable, esa declaración parecía tan irreal, pero al final sabía que a su lado todo estaba bien. Aspiró su aroma, también era la primera vez que le daba atención a esos pequeños detalles, que, aún sin ser consciente, le encantaban, complementaban todo eso que amaba de su mayor.

Habló en voz baja - Te creo Taeyong; a mi también me gustaría tener la certeza de que te amé - levantó su rostro y tomó con una de sus manos la contraria, sus dedos encajaban a la perfección, miró ese hermoso brillo que salía de sus ojos y siempre lo dejaba embelesado, como si lo invitara a nunca dejar de mirarlos - no hay necesidad de que dudes, no eres el único que está enamorado. - sus manos temblaban, todo él estaba temblando, nunca creyó que sería tan difícil decir eso en voz alta.

Taeyong sonrió mientras lo miraba, cualquiera se enamoraría de esos grandes ojos, esos labios perfectamente delineados, rosas, tentativamente preciosos, su nariz, simplemente le encantaba todo de él, cada que tenía la oportunidad lo observaba sin aburrirse, con seguridad podía enumerar todos los lunares que tenía; se fijó en sus manos entrelazadas, las de su menor las notó temblorosas, una sensación indescriptible.

Silencio, eso es lo que había entre ellos dos, silencio, en todos los sentidos, ambos sabían todas las cosas que estaban sintiendo en esos momentos, y todas las que estaban callando, esas que aún saliendo desde el fondo del corazón simplemente no son apropiadas porque  al final, no hay nada que los una, no hay justificación para decirse que se aman, no hay justificación para decir que quieren estar juntos, por la única razón de que ninguno sabe que el otro ya se había fijado en él desde antes de conocerse.  

Apretó su mano y lo acercó un poco más hacia él -Espero nunca despertar de este sueño - juntó sus frentes.

Ten evadió su mirada aún estando tan cerca de él - Solo prométeme que esto no será un juego.

Taeyong dejó de sostenerlo en sus manos, en cambio, las subió hasta sus suaves mejillas - Lo prometo Ten.

El menor subió su vista, sus ojos no permanecían fijos.

- No hay nada de que puedas temer. Tennie, te juro que a partir de hoy me vas a tener, podrás llorar en mi hombro, tendrás mis manos para recibir caricias, podrás dormir en mi pecho, tendrás mis brazos para sostenerte cuando estés cansado, mis ojos admirarán tu belleza, te haré sonrojar - sonrió - te diré palabras que te halaguen, besaré cada parte tuya con la mayor delicadeza, algún día podré conocer el sabor de tus labios. Ten, desde hoy cuentas con alguien que te ame de forma incondicional, alguien a quien puedas llamar a las dos de la madrugada y sepas que va a ir hasta donde tú estés sin preguntar las razones solo para asegurar tu bienestar; te voy a valorar como nadie ha sabido hacerlo.

-T-Taeyong... Gracias por todo.

- No me agradezcas nada Ten - apretó sus mejillas - vayamos a cambiarnos y bajamos por el postre ¿te parece?

***

Ya se acaba el especial en
el próximo o a lo mucho
dos próximos, de cualquier
modo ya empecé a escribir
algunas cosas de los demás.
Creo que este es mi capítulo
favorito de todo el especial.

Gracias por el apoyo a esta
historia.

Sólo un pretexto|TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora