Los viajeros aterrizaron en una de las islas deshabitadas de Ragonia, Izuku les pidio a todos que dejaran relucir parte de su criatura mitológica, Izuku sacó unas alas de dragón color verde esmeralda
— ¿Seguro que puedes mantener la forma?— preguntó reocupado Eijirou
— Sí, además será poco tiempo, supe que alguien conocido esta en Ragonia.— asintió.
Para unir las islas aledañas de Ragonia, el rey Masaru creo varios puentes que conectaban con la Isla principal, caminaron por el admirando los diferentes dragones, llegaron pronto a Scaria, la Isla Madre.
Al llegar lo primero que Eijirou vio como había más guardias de lo que recordaba, los dragones eran una raza guerrera ver los guardias a plena luz del día en el pueblo era algo raro, en cambio los otros viajeros estaban maravillados, pues en su ida habían visto tantos dragones como ahora, Izuku era el que iba a la delantera, los guío por varias calles hasta llegar a una taberna, todos lo miraron raro. Quitó las alas y la cola, y se colocó la capucha de su capa. Los demás imitaron su acción
Entraron y todos estaban reunidos al rededor de una mesa.
— Vamos, abuelo — se escuchó la voz de un chico — ¿Acaso no decías que podías vencerme?— el pobre hombre solo miraba sus cartas
— ¡Me retiro!— dijo a nada de llorar, el hombre se levanto y antes de que otro se sentara Deku se puso frente a él.
— Vaya otro valiente, pero te lo advierto desde ahora no saldrás con las manos llenas — el chico frente a él venía acompañado de un chica.
— Jaja, nada de eso Sora — el peliverde dejó al descubierto su melena rebelde — Solo vine a ver como estabas. — tanto el pelinegro como la peli blanca sonrieron y se abalanzaron frente al chico para abrazarlo.
— ¡Hermano Izuku! — los demás veían rara la escena, ¿eran hermanos de Deku? — vamos a un lugar más tranquilo.
Izuku volvió a ponerse la capucha, y siguió a la pareja hasta una compuerta, todos la pasaron y fueron guiados por la chica hasta una salida que daba a unos callejones solos, continuaron caminando llegando a una pequeña casa bastante grande y bonita a comparación de las otras. Todos se fueron sentando esperando a tener a la introducción necesaria.
— Bueno — hablo el pecoso ya sin la capa — chicos, les presento a Sora y Shiro. — la chica se había sentada en las piernas del pelinegro— Sora es un humano, en cuanto a Shiro es una Ex-Machina
— ¿Ex-machina? — preguntó la sirena.
— Las Ex-Machina, somo maquinas creadas por los duendes pero tenemos una inteligencia similar a los humanos así que nos hicimos una raza. — habló la peliblanca dulcemente.— Sin embargo yo me separé de mi clan, mas bien me vieron como una falla al intentar salvar a Sora.
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Príncipe de la Luna
FanfictionLa leyenda dice que una noche, antes de que todo existiera, a excepción de los astros, en la Tierra cayó una gota de Luna creado un poder inimaginable. Cuando los humanos existieron la Luna escogió a una mujer para que fuera la guardiana de ese pod...