𝐋𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 «𝐑𝐮𝐬𝐦𝐞𝐱» [Terminado]

Capitulo 35. Por Любовь haces todo

| Helsinki, Finlandia |

Finlandia
—Abres tu estúpida boca y juro asesinar a Estonia— aquellas palabras del canadiense resonaban en la mente del finlandés quien acomodaba papeles en su escritorio, gruñó por lo bajo, no quería participar en esto, no quería ser el títere de Corea del Norte, ya no más. La junta se acercaba más y la segunda fase del plan ya estaba en proceso, ahora tenía que viajar hacia París, Francia. Donde algo posiblemente pasará. Algo realmente horrible.

Si tan solo fuera fácil, ya hubiera sacado de ahí al chileno y el mexicano, sabía que aquellos countrys no eran de sus climas y al estar semi desnudos no era de gran ayuda. Pronto les darían alguna pulmonía o peor.

Suspiro frustrado, tener secuestrado a un tercermundista mundialmente reconocido y gran amigo de la mayoría de potencias seguramente le asesinarían de la forma más macabra y dolorosa posible.

Por eso Corea del Norte mandó las tropas para capturar a Rusia, pero el norteamericano Canadá falló en su intento, los rumores llegaron hasta USA, quien puso manos en el asunto viajando a Moscú en busca del mexicano y el ruso, pero los mencionados ya no se encontraban aquí.

Una emboscada se encontraba en México, fue donde la suerte de Corea del Norte creció más al tener al latinoaméricano a su Merced, ahora tenía al ser que el soviético ama con toda su alma. Me incomoda el hecho de querer asesinarlo en mis tierras, es decir ¡Toda la madre rusa y bombas americanas, ni mencionar a las bombas nucleares de China, explotarían en mi territorio! Me relaje un poco y continúe con mi mejor cara.

Tal vez eso me lo merecía

Pero como dicen los latinoamericanos ¿Por amor? Haces todo

| Puerto Vallarta, Jalisco |

Rusia
Baje rápidamente las escaleras —¡Мексика!— grite alegre pero no hubo respuesta —¡Мексика!— volvía gritar su nombre pero hubo un profundo silencio, corrí de nuevo a la piñata de arriba buscando en los 3 cuartos, encontrándome un bulto en una cama, pero en esta había una gran mancha de sangre, sentí mi sangre bajar por todo mi cuerpo me acerqué rápidamente y destapé aquel bulto que él se encontraba. Trate de no vomitar, no era México, era aquel can tan alegre que encontró mi querido mexicano ahora su cabeza era una figura horrorosa, volví a mi dormitorio buscando entre mis cosas mi teléfono que me regaló China, buscaba el contacto de algún estado de mi pareja hasta que lo encontré «Jalisco MX» marqué y primer timbre me contestó

—Oaxaca si eres tú puedes irte mucho a la chingada o si eres CDMX no se donde están tus putos condones hijo de...—

—¡Джалиско!—

—¡Ah!— pegó un grito el del otro lado de la línea —¿Rusia?...—

—¡Мексика! ¡Мексика no está!— grito desesperado el ruso

—Oye relájate, en 15 minutos estoy allá, no salgas para nada wey y no hagas nada estúpido te dejo—

La llamada fue cortada por el estado, Rusia estaba más que preocupado una ola de sentimientos inundó en él, se sentó en el sofá mirando a un punto vacío planeando una manera de asesinar al que haya secuestrado a México