Capitulo 28. ¿Asustado? ¡Vodkila!

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El sonido de chocar piel con piel.

Hizo reaccionar al ruso sacándolo de su mente, sin embargo no podía mover ningún músculo ¿Acaso era un juego? Su padre estaba frente a él, sin ningún rasguño, su mirada bajo hasta el suelo encontrándose con su querido amigo aturdido por aquel golpe, se levantó sujetando su ojo izquierdo —¿¡Pero que mierda te pasa URSS!?— grito el mexicano muy enfadado, el enorme soviético sacó una revolver de su abrigo y sin titubeos apuntó al menor, todos los presentes se sorprendieron, la acción hizo que Rusia también le apuntase a su padre con su propia arma que siempre cargaba —No lo hagas más complicado— habló el ruso con cierto acento que incluso lograba temblar al asesino más sanguinario, URSS sonrió satisfactorio.

Pronto resonó un disparo por todo el lugar.

México el cual tenía los ojos cerrados escuchó el disparo pero no hubo impacto en su pequeño cuerpo, los abrió lento encontrándose a Canadá en el suelo sujetándose su oreja izquierda, por sus dedos salían chorros de ese color rojo carmesí, URSS empujó el cuerpo de Mexico —Corran— fue lo único que dijo y ambos países corrieron, el gran soviético se quedó para poder acabar con aquel canadiense.

Una vez que ambos países se subieron al auto del ruso, partieron rápidamente hasta llegar a la casa del de climas fríos —No haría nada mal un bolillo pal susto— aquello hizo confundir al ruso

—Para calmarnos siempre tomamos vodka— hablo el edificio abriendo el almacén donde guardaba todo tipo de bebida alcohólica, para sentir cómodo al mexicano sacó una botella de tequila solo para ellos dos —¿Quieres?—

—¡Por su pollo wey! Reconozco el olor del tequila a kilómetros— se acercó al mexicano el cual ya hacía en el sofá con los pies encima de una pequeña mesa y frente a ellos una gran pantalla la cual reproducía una película rusa, el de climas fríos sirvió para ambos —No me arrepiento de que tu papá me golpeó— aquellas palabras hicieron que Rusia casi se diera un facepalm y observo al latino —¿Te duele?— acaricio al cien del mexicano, aquel tacto hizo que una corriente eléctrica pasara por ambos —N-o— susurro el atacado

Rusia no supo de decir, mejor optó por mantenerse callado, para seguir viendo la película sirviéndose otro trago... después el tercero... cuarto...... octavo.........décimo, el ruso iba por otra ronda su botella de vodka mientras que el de sangre azteca se empinaba la botella de tequila el solo hasta el fondo —Mierda— su cabeza comenzaba a dar vueltas, cuando volvió el ruso cargando una gran botella —¿Me quieres intoxicar pendejo?— habló de una manera graciosa, haciendo reír al ruso —No dije que era para ti taco— sonrió sentándose aún lado del chico hispanohablante, sin embargo este chasqueo su lengua —No me digas así me recuerdas a la gorda gringa— hizo una mueca de disgusto, el efecto del alcohol comenzaba a subirse más —Wey... mi cabeza da un chingo de vueltas— se recargó aún más en el sofá —¡mierda!— grito levantándose como lleva el diablo hasta el baño sacando todo aquel líquido de su estómago

—¿No comiste?— habló el ruso al escuchar al mexicano vomitar

—Nunca hay nada de comer en esta pinché casa!— grito el latinoamericano haciendo reír al ruso a tal grado que su cabeza dolía por el efecto del vodka, el mexicano bajo la palanca y se lavó la boca, a pasos torpes logró llegar al sofá aventándose y quedando su cabeza en el regazo del ruso, lo admiraba y amaba tanto que nunca se cansaría de verlo, el ruso al notar la mirada del mexicano encima sonrió —¿Tengo algo en la cara?—

—¿Te han dicho que tienes unos ojos muy hermosos?— aquello hizo toser un poco al ruso con sus mejillas ligeramente teñidas

—Estas ebrio— respondió un poco desanimado

𝐋𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 «𝐑𝐮𝐬𝐦𝐞𝐱» [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora