Capitulo 31. Mis tierras, mis reglas

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Para una mejor experiencia pongan la música ;>

Que con esa me inspiré Uwu

¡Disfruten!

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—Думаю, мне стоило принести другую одежду (Creo que debí haber traído otra ropa)— comentó el ruso al momento de bajar del avión con México justo frente a él saltando de alegría

—¡PATRÓN!— una reconocida voz para ambos se hizo presente y el responsable de él era nada más y nada menos que...

—¡Jalisco chamaco!— grito México hundiéndose en un abrazo de oso, el pequeño estado lloraba de felicidad, una vez más volvía a ver a su padre lleno de vida —¿Y tus hermanos?— el mayor deslizó el abrazo para ver mejor al estado

—F-fueron a-a buscarte a Mo-Moscú— se limpió las lágrimas con sus manos

—Hay estos chamacos...— suspiro fastidiado México

—Pero no te preocupes que luego les marco ¿Que hace el poste con patas aquí?— Jalisco observo al soviético, México rio internamente, imagínense un tipo alto, ojos azules como si fuese hielo puro, cabello plateado oculto bajo esa curiosa ushanka, midiendo 1.86 mientras que el mexicano mide 1.79 y Jalisco pues... era como una pulga a lado de los dos sabiendo que tarde o temprano sería pisado por la madre rusa ¿que perro miedo no?

Mexico abrió la maleta que traía en manos dejando salir al pobre perro labrador, Jalisco estaba más que confundido mientras que Rusia mantenía una ligera sonrisa en sus labios —¿Nos llevas a mi chozita?— el estado solo asintió sonriente caminando junto a su padre al auto del hijo del mexicano mientras que Rusia solo los seguía siendo acompañado por aquel can lleno de alegría.

| Puerto Vallarta, Jalisco |

—И где же мы? (Y donde estamos exactamente?)— habló Rusia en la parte trasera del auto acompañado por el canino

—Puerto Vallarta mi rusky!— habló con alegría el mexicano observando el paisaje en el asiento del copiloto

—¡Llegamos familia!— grito Jalisco estacionándose frente a una choza en medio de arena blanca con troncos secos de algunas palmeras a las que pertenecieron, Rusia estaba ardiendo por todo su cuerpo cubriendo su frente con sudor (No, no es albur mis niñ@s) el hispanohablante notó aquello, bajaron sus maletas se despidieron de Jalisco y entraron a la pequeña casa de playa.

—Ten rusky...— el tricolor bajo rápidamente las escaleras con ropa en sus manos —Cámbiate que no soportarás estar así— le entregó el cambio el ruso tan solo asintió y fue camino arriba dirigiéndose al baño.

Resulta que la pequeña casa de playa hecha de madera tenía dos pisos, dos habitaciones y un baño, en la planta baja tenía la cocina, la sala de estar con chimenea y un estante de libros.

México se encontraba cambiado, vestía con unas bermudas color crema, unas sandalias de marca crocs y sin camiseta dejando su suave marcada piel al aire libre. Rusia no tardo mucho en bajar vestía con bermudas azules, sandalias para playa y blusa blanca de tirantes dejando ver su cuerpo trabajado, su cabello ni hablar ya no traía puesta aquella ushanka dejando ver un sedoso y largo cabello plateado atado en una coleta haciéndolo ver aún más varonil "Santa Virgen de la papaya! Y pensar que un hombre como yo tiene una escultura bien hecha por los mismísimos dioses como pareja" suspiro enamorado el mexicano

—Мексика перестает смотреть на меня так! (México deja de verme así!)—

—Mis tierras, mis reglas wey— le guiñó un ojo antes de salir corriendo de la casa en dirección al mar, Rusia trato de alcanzarlo pero aquel tricolor era mucho más rápido en la arena que en la nieve.

México llegó a un pequeño muelle hecho de madera sin mirar atrás, sin sentir miedo, olvidando todos los problemas muy lejos y después sentir como era recibido por el agua salada fría rodear todo su cuerpo tricolor, Rusia se emocionó tanto que hizo la misma acción de Mexico, pero terminó lanzándose justo arriba de él —No MAMESSSS! Me cayo toda la madre rusa!— salió el mexicano escupiendo agua Rusia solo comenzó a reír —Toda vía no la ves completa~ respondió el ruso de manera coqueta

Loading Windows in Mexican:

—A ti no te sale, cállate!— le arrojo agua a la cara del ruso que por desgracia este se encontraba riendo y probó todo la sal del agua haciendo muecas por el fuerte sabor —¿Acaso no crees que esto es mucho mejor que estar congelándote el culo en o...

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—A ti no te sale, cállate!— le arrojo agua a la cara del ruso que por desgracia este se encontraba riendo y probó todo la sal del agua haciendo muecas por el fuerte sabor —¿Acaso no crees que esto es mucho mejor que estar congelándote el culo en otro lugar?— rió flotando en el mar en cambio Rusia intentaba no ser arrastrado por la corriente

—Да (Si)— fue lo último que pronunció al ver como el canino se lanzaba al mar salpicándolo al instante. Sin duda alguna estar con aquel hermoso, bello e interesante tricolor era mucho mejor "Jamás volveré a estar solo, gracias mi taquito" fue lo que pensó Rusia antes de dejarse llevar por la corriente del relajante mar.

𝐋𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 «𝐑𝐮𝐬𝐦𝐞𝐱» [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora