Fuyu no Hanashi [Tobiizu]

Ch V

PoV Narrador

Las primeras luces del alba iluminaban las calles de Konoha anunciando un nuevo día. Y en la mansión del clan Uchiha, una figura se paseaba por la cocina de un lado a otro, haciendo preguntas, respondiéndolas, maldiciendo, enojándose, sonriendo y volviendo a enojarse.

-¿Madara te puedes tranquilizar?- escuchó decir el chico sintiendo como un gruñido salía de sus propios labios.

-No, no puedo, ¿Cómo puedo estar tranquilo?- se quejó en voz alta- que tu no tengas cerebro igual que él no quiere decir que yo sea igual a ustedes.

-Cada vez te entiendo menos hombre!- el lobo se escuchaba molesto, y eso provocaba que el Uchiha también se enoje- ¿Tu querías ésto no? Lo querías mas que nadie y ahora...

-Si es cierto, lo quería, lo deseaba mucho... pero no así... ¡no en esa maldita situación!- grito sin darse cuenta- No así Kili...

-No seas tonto niño, aprovecha la situación, no seas tan necio y cobarde Madara...!

Esa última palabra pareció molestar aún más al chico

-¡Suficiente Kili!...Cállate de una vez y déjame en paz- cortó- no quiero ésto así... ¿por qué ni él, ni tú, que eres parte de mí, lo pueden entender? - lo interrumpió suspirando y sentándose pesadamente en una de las sillas de la cocina.

-Madara...

-Nii-san- la voz de su hermanito, quién creía dormido lo sorprendió y volteo a mirarlo.

Izuna se encontraba parado cerca de la puerta sin saber si entrar o no.
Estaba durmiendo cuando oyó la puerta de su casa cerrarse con brusquedad y unos pasos pesados ir a la cocina anunciando la llegada de hermano y por lo que parecía, no estaba de buen humor. Bajó hasta donde oía la voz de su hermano sin entender mucho lo que decía, pero parecía que discutía con alguien...
-Imposible, no oí a nadie más entrar- pensó el menor y se asomó por la puerta para escuchar bien hasta que vió cómo sé sentó cansado, y no pudo evitar llamarlo.

- Nii-san- La mirada de Madara parecía triste, no le gustaba eso- ¿Nii-san te encuentras bien?

El mayor se levantó de su lugar y sonriendo se acercó a su hermanito. No quería preocuparle, con su nuevo trabajo el ya tenía algo de que estar pendiente.

- ¿Izu te desperté?- el recién llegado sacudió la cabeza en negación- discúlpame, no era mi intención, tu sabes como es cuando discuto con el pulgoso dentro de mi.

- Mentiroso- pensó el menor al ver la sonrisa forzada que tenia en su rostro. Sin contestarle acunó el rostro de su hermano mayor colocando una mano en cada mejilla, como le hacia Madara cuando eran pequeños e Izuna estaba triste.

- Nii-san sabes que puedes confiar en mí, ¿Verdad?- el rostro del líder Uchiha mostraba clara sorpresa por las palabras de su hermanito- No importa lo que suceda, yo siempre estaré de tu lado, lo sabes, ¿Verdad Nii-san?

Una sonrisa cálida se plantó en su rostro y no pudo evitar abrazar al menor.
¿Desde cuando Izuna lo consolaba a él? ¿Hace cuánto perdió su puesto de hermano mayor?

-Lo se Izu- se separó y volvió a mirarlo- y prometo contarte todo otro día ¿Si?

Éste asintió conforme.

- Madara-Ni llegaste muy tarde, ¿que te parece si por ahora vas a descansar y luego entrenamos juntos?

- Izu sabes que no...- intentó negarse el mayor pero fue interrumpido.