Ch VI

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PoV Tobirama

Fue muy ingenuo de mi parte pensar que todo saldría bien en éste entrenamiento. Desde el comienzo del día todo había ido de la forma más molesta posible, por qué pensé que el entrenamiento sería diferente, después de todo mi "compañero" también es un inútil que no puede siquiera mantener a raya a dos cachorros.

- Sensei, ¿Hiruzen estará bien?- preguntó el niño Akimichi sentado junto al chico, ya en su forma humana, todavía desmayado en el suelo. No le respondí y seguí revisando que no tuviera ninguna lesión grave.

-Yo me preocuparía más por aquellos tres- señaló Homura al lugar dónde se escuchaban los gruñidos y los intentos del mocoso por calmar los ánimos.

-Ellos estarán bien- contesté cortante- se supone que él está capacitado para tratar éstos casos- terminé mi revisión y asentí- bien, hora de despertar Sarutobi- dije y colocando ambas manos sobre su pecho hice que mi Chakra impactará sobre uno de sus puntos, de tal manera que su flujo de normalice con el golpe.

Con una gran bocanada de aire, el chico se incorporó de golpe, quedando sentando y con una mirada confundida. Sus compañeros suspiraron aliviados.

- ¿Qué fue...- estaba por preguntar el chico pero cierta voz y ruido de algo explotando contra el suelo hizo que se callara para prestarle atención.

-¡Cálmense de una vez..!- el mocoso idiota estaba tratando de contener al lobo de la niña y de Shimura al parecer sin mucho éxito.

-Mira en medio- dijo Haru y lo obedecí.

En medio de los dos lobos había una mini fogata que indicaba que el Uchiha usó una de sus técnicas.

-Linda forma de frenarlos- pensé rodando los ojos.

-Ustedes- dije parándome y volviendo la mirada a los tres chicos a mi lado- quédense aquí, yo iré a intervenir antes de que sus compañeros terminen...

Antes de que siquiera pudiera terminar la oración, los tres chicos que estaban hace segundos a unos cuantos metros del otro lado del campo, cayeron a menos de un metro nuestro, siendo traídos por una potente bola de fuego.

-Parece que llegamos tarde- dijo Haru.

-Pero que...- preguntaron Sarutobi y los otros dos niños mirando igual de confundidos que yo en la dirección en la que se encontraba Izuna.

-Tobirama se acerca un grupo- advirtió mi lobo y fue hasta entonces que pude sentirlo, y comprendí el porqué de la acción del mocoso. Sin embargo, ninguno haría tiempo.

-¡Izuna detrás de ti!- advertí pero fue tarde, el mocoso Uchiha fue derribado, un lobo saltó sobre su espalda con tal fuerza que lo tiró al suelo provocando un fuerte ruido al estamparse contra el.- ¡Izuna!

-Mira nada más la belleza que pudimos atrapar hoy- un hombre apareció detrás del lobo, mientras éste posaba una pata sobre la cabeza del Uchiha evitando que se moviera- serás una joya en nuestra colección.

El recién aparecido sonreía como un niño al que le regalaron un juguete nuevo, aunque algo más tétrico por su aspecto. Se notaba que era bastante adulto, tal vez llegando a los treinta años; vestía de forma descuidada pero sin llegar a parecer un sin hogar, llevaba un pantalón color verde oscuro, una remera pegada al cuerpo de color negra colocada dentro del pantalón y sobré está un estilo de capucha color negra también, algo rota y bastante maltratada, al parecer no le fue fácil llegar hasta allí.

-Sin embargo aquí están, él y su compañero lobo.- suspiré ante el comentario.

Ésto era lo único que faltaba para completar mi mal día. ¿Por qué tenían que aparecer aquí hoy?. Haré que se arrepientan por arruinarme aún más mi entrenamiento.

Fuyu no Hanashi [Tobiizu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora