Diemonds.

T1 - Capítulo 1: "Las trompetas del apocalipsis"

PRIMERA TEMPORADA -

I: "Las trompetas del apocalipsis."

Una gota roja cae en el piso frío de mosaico y se expande detonante sobre el color blanco. Otra más y se escucha la respiración acelerada, una tercera y el dolor aumenta, parece que la tercera no es la vencida y le sigue una cuarta.

La hoja del sacapuntas recién utilizada resuena al tener contacto con el suelo y la muchacha ensangrentada cierra los ojos, llorando.

Las heridas en sus brazos no son lo suficientemente profundas como para morir desangrada, ni tampoco como para apaciguar el dolor en su interior, pero la hacen olvidarse aunque sea por un segundo de las cosas malas y concentrarse en la sangre brotando de sus cortes.

Acabado esto vuelven las interminables horas de sufrimiento psicológico, mental y afectivo.

“Las trompetas anuncian cosas, generalmente grandes, potentes”

En una habitación llena de colores, imágenes y dibujos se encuentra un chico con su guitarra.

MI, SI, SOL, RE, LA, MI, las cuerdas del instrumento se tensan, pero las notas no salen. Es como si el traste fuera cada vez más largo, o las cuerdas desafinadas. Claro que lo están, no posee un afinador, ni el oído desarrollado como para afinar por si mismo.

Intenta otra vez con las mismas notas copiadas del curso de guitarra rápido encontrado en Internet, pero vuelve a lo mismo: nada.

Frustrado, el muchacho castaño, de ojos verdes, y gorro muy particular deja su segunda guitarra sobre la mesa con bastante tranquilidad para no determinar en el desastre de la vez anterior: su primera guitarra destruida.

Se queda observándola por fracción de segundos, y la gota salada que se escapa de su ojo termina en la caja de la hermosa guitarra azul comprada por su hermano.

“El apocalipsis es el final, cuando todo se termina, cuando se rompe un equilibrio”

La habitación sumamente ordenada por la mucama Nadia, las luces provocando un ambiente templado y la televisión encendida en un programa de modas.

Frente al espejo, una chica maquillándose más de lo necesario para luego levantarse en sus hermosos suecos, tomar su cartera y salir por la puerta.

- ¿A dónde vas? – pregunta un hombre de gran estatura y tez morena.

- Yo… eh. – tartamudea ella, sin saber que respuesta dar a su padre.

- Me parece que te dije que no quiero que salgas.

- Pero… Alai… - agacha la cabeza, no se atreve a mirarlo, menos cuando sabe que insistir no va a ayudar en nada.

- Alai tiene todo el derecho del mundo a visitarte, pero vos de acá no salís. – sentencia.

Apenada, la muchacha vuelve a su habitación, revolea su cartera, suecos, y maquillajes y luego se tiende en su cama a llorar.

“En la Biblia las trompetas del apocalipsis hacen referencia al anuncio de un suceso terrible, el fin del mundo”

En un cuarto simulando ser gimnasio, se ve a un chico en una colchoneta haciendo fuerza de brazos.

La transpiración goteando en todo su cuerpo no lo detiene, porque no puede parar. ¿Cómo va a parar si es la única manera de estar bien? ¿Cómo va a parar si todavía no luce como él quiere?