T1 - Capítulo 4: "Adolescente"

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IV: "Adolescente"

Luana deja su equipo con pinturas sobre la mesada del baño y saca algo para maquillarse. Se mira al espejo y se delínea los ojos, y remarca las pestañas.

- Sos hermosa Lu, otro día más acá adentro no significa nada. Ya vas a salir.

Luego, enloquece, comienza a tirar las cosas y se lava la cara.

“Los adolescentes somos tan… “extremistas”, cambiamos de ánimo en cuestión de segundos, y luego nos arrepentimos. Lloramos, gritamos, reímos, todo lo hacemos con mucha gana.”

 

Luana aparece con los ojos vendados y detrás de ella va Gastón guiándola, subiendo por las escaleras.

- ¿A dónde me llevas? – dice mientras estira sus brazos, con miedo a chocar con algo.

- Vos esperá y no abras los ojos.

- Por más que los abra no veo nada…

- Que sé yo, no soy vos. Por las dudas no los abras.

Gastón la hace sentarse en el suelo y ella se saca rápidamente la venda para poder ver, descubriendo un mantel, con comida en una bandeja, dos vasos para la bebida y una sombrilla cubriéndolos del sol.

- ¿Qué es esto? – pregunta incrédula.

- Un picnic que armé… Para demostrarte que me importás y mucho.

- Sos un tierno… y a pesar de que estemos en el suelo y la comida haya estado acá, también en el suelo, sos un tierno. – sonríe a pesar del asco que le da lo que dijo.

- También quería regalarte esto… Para que no se te ocurra olvidarme. – le acerca una cajita que dentro contiene un hermoso collar.

- Que dulce que sos Gastón, en serio... y ¿Por qué te olvidaría? Si estas acá conmigo.

- Por si algún día nos separamos.

- Mientras estemos juntos, y no queramos separarnos, no va a pasar. – lo agarra de la mano y él se acerca para besarla. ¿Es eso lo que ella quiere?

Luca se encuentra con la guitarra y Bautista jugando con la Tablet de su amigo, en el lugar del primero.

- Yo quería buscar los prodigios, y él me tiro un par que podían… Pero creo que hacer una banda, ahora… No es buena idea.

- ¿Por qué no? Sería una buena forma para unirnos todos. – dice sin mirarlo, concentrado en su juego.

- Si, pero… No sé, lo puedo pensar igual.

- Obvio, Natacha canta muy bien, y yo te puedo tocar la pandereta si querés.

- ¿La pandereta? Sé que Benjamín es buen DJ o algo así… Y de los demás, ni idea.

- Natacha sabe tocar la guitarra. – informa.

- Chabón ¿Qué tanto me contás de Natacha? Es como nuestra enemiga, aunque yo en el fondo la aprecio.

- Si, yo también la aprecio, nada más eso… - responde inseguro.

- A vos te gusta ¿No? Con razón el otro día cuando nos entró a bardear vos te quedaste tan calladito. – sonríe por su nuevo descubrimiento, mientras ata cabos.

Bautista se levanta de su asiento y deja la Tablet sobre la mesa.

- ¡No! ¿Estás loco? Nada que ver.

Diemonds.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora