Capítulo 35

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CAPÍTULO 35

FLORENCIA, ITALIA

FABIANNA

Veo a mi papá ir veloz a ver a mamá cuando el médico lo autoriza, está que se trepa una pared al saber que fue por la presión alta, sé que le trae recuerdos de mi mamá Sienna y está aterrado.

Me siento tan mal.

Tengo miedo algo le pase con tanto estrés.

Pero entonces recuerdo que la perra de Camila tiene la culpa y la sangre me hierve, quisiera arrancarle cabello a cabello y arrastrarla por el piso hasta hacerla polvo.

¡Desgraciada!

¿Quién se ha creído?

Me las va a pagar.

—Fabianna...—. Me llama mi tía y niego con la cabeza aferrándome a la mano de Mau.

Mientras ande con esa estúpida actitud no hablaré con ella, porque sé vamos a discutir y tal vez termine diciéndole cosas de las que luego me arrepienta. Estoy demasiado alterada.

—Lo siento, tía, pero no me siento en condiciones de hablar contigo en este momento ¿Sí? No quiero ser grosera, permiso—. Beso la mejilla de Mau y voy en busca de mi papá.

Esperaré que salga de ver a mamá, necesitamos hablar a solas.

Estoy muy molesta y me duelen sus palabras pero Mau tiene razón, debemos hablar, él tiene que escucharme y yo necesito apelar a su lado racional más allá de lo enloquecido que está.

Me detengo al ver medio abierta la puerta de la habitación donde tienen a mamá, me asomo con cuidado y papá está sentado a su lado sujetando su mano.

—Sé que soy un idiota la mayor parte del tiempo y estoy muy cabreado pero a la vez estoy aterrado porque no quiero que te pase nada, no lo soportaría... —dice mi papá con voz ansiosa y mamá acaricia su mejilla

—Claro que lo soportarías pero ya estoy mejor...

—No, cielo, perder a Sienna casi me mata pero que tú te vayas es morirme, porque tú eres mi motor, mis hijos también pero tú le das sentido a todo, eres mi todo...

Hasta yo me deshago con esas palabras de papá.

—No puedes decirle cosas como esas a una mujer llena de hormonas ¿Qué te pasa? —Se queja mamá con lágrimas en los ojos —Sigo enojada contigo.

—Yo también sigo enojado contigo pero estamos en tregua porque el hospital es terreno neutro y nuestro bebé necesita tranquilidad...—. Ella achica sus ojos y resopla

—Por favor, Dante, escucha a nuestra hija ¿Sí? No te ciegues, Faby ya no es una niña...—. El niega con la cabeza

—No pienso discutir eso contigo mientras estés aquí ¿Me dirás qué pasó con Camila?

—Esa estúpida hablando tonterías de nuestra hija y mi hermano, creo que sabes que no voy a permitir se metan con nuestra familia, Dante, sin importar lo que pase entre nosotros como pareja, siempre voy a defendernos...

Se me salen las lágrimas al escuchar a mi mamá hablar así con tanta determinación, es una guerrera que está enfrentando una batalla con mi papá por mi culpa, es necesario que yo también sea fuerte.

Me limpio las lágrimas y vuelvo con los demás, veo que Andrés ha llegado y está hablando con Mau, lo abrazo y siento deja un beso en mi cabeza —A mantenerse fuertes, superarán esto, Faby —murmura Andrés y asiento

Quiero Ser Tuya (Libro #3. Serie Tuya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora