Capítulo 23

12.5K 907 108
                                    



CAPÍTULO 23

FLORENCIA,ITALIA

MAURIZIO

Froto mi rostro frustrado porque sé que acabo de comportarme como el idiota más grande de todos con Faby ¡Mierda! Tiro de mi cabello y gruño molesto porque no me he podido controlar. Los celos y las dudas en mi cabeza aparecieron como un monstruo gigante, sofocándome y haciéndome sentir preso del miedo a perderla en cualquier momento.

La puerta se abre de golpe y veo entrar a mi hermana, me observa detenidamente antes de dar un suspiro y acercarse para envolverme entre sus brazos,cierro los ojos y ella deja un beso en mi cabeza, sabe lo mucho que ese gesto suyo me conforta, los abrazos de Geo son mágicos.

—Te conozco,Mau —murmura contra mi cabello y me tenso al instante—, crecimos juntos, vivimos el infierno juntos y sé las heridas tan profundas que ese infierno nos ha dejado, sé lo mucho que cuesta sanarlas ¿Sabes? También sé de las heridas que la vida te ha dado, aunadas a las que ya tienes se crea una bomba de tiempo que debes cuidar dónde y con quién estalla—. La aprieto con más fuerza sintiendo un nudo en la garganta, ella mejor que nadie me conoce y esta es su manera de aconsejarme.

—Tengo miedo—. Le confieso en un susurro

—Lo sé, da miedo, los sentimientos dan un miedo del carajo, pero no puedes dejar que el miedo te domine y te paralice, así nunca vas a vivir y te perderás las cosas maravillosas que la vida te regala, perderás tiempo valioso que no se recupera—. Se separa con cuidado y toma mi rostro entre sus manos, puedo ver la preocupación en su mirada.

—Geo...

—Aún me reprocho un poco el tiempo que Dante y yo estuvimos separados, esa fue una estupidez que nos hizo perder tiempo valioso, tiempo de mi embarazo y con nuestros hijos que nunca se podrá recuperar, y me arrepiento mucho de eso pero ya no puedo cambiarlo, ambos hemos compensado eso pero queda la espinita a veces y no es agradable.

—En parte yo soy responsable de eso—. Ella niega rotundamente

—No estamos para reproches del pasado que ya no tienen nada que ver con el presente. Solo quiero que entiendas algo, Mau...—. Mi hermana afianza su agarre en mi rostro. —Eres un hombre extraordinario,lleno de cualidades que harían feliz a cualquier mujer lo suficientemente inteligente para verlas, vales mucho, no olvides eso—, deja un beso en mi frente—, y siempre recuerda que eres más de lo que cualquiera podría pedir en un compañero de vida, no dejes que nada ni nadie te haga sentir menos o que no eres suficiente porque sí lo eres, eres grande y eres maravilloso...—. Mis ojos se humedecen, sus palabras significan mucho para mí

—¿Por qué me dices todo esto? —Pongo mis manos sobre las suyas y la veo esbozar una pequeña sonrisa

—Solo quiero que mi hermanito sea feliz, que nunca olvides lo grandioso que eres y el amor del que eres merecedor, aunque a veces ese sentimiento de no ser suficientes para nadie nos invada.

—¿También lo has sentido? —Asiente

—Isolina y Mariano jodieron mucho nuestras cabezas, eso es algo que lleva años de trabajo superar ¿Sabes? Pero contar con personas que nos recuerden lo que acabo de decirte ayuda mucho, soy tu hermana y te amo, que seas muy feliz es mi único deseo, bueno, eso y sobrinos—dice divertida y pellizco su cadera, ella da un gracioso respingo que me hace reír

—Te amo, Geo...—. Ella sonríe y se sienta en mis piernas, dejando un beso en mi mejilla

—Lo sé, soy genial y la mejor hermana del mundo—. Ruedo los ojos pero estoy sonriendo.

Quiero Ser Tuya (Libro #3. Serie Tuya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora