Capítulo 3

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Me senté en mi pupitre, viendo como mi amiga le sonreía a otra chica. Yo estaba cerca de un payaso que no podía dejar de cuchichear. Tenía ganas de cerrarle el pico, pero como era una cobarde no me atrevía. Mi amiga se sentía feliz en compañía de otra compañera.

Fue mi amiga por unos minutos, pero parecía que la conocía hace meses. Estaba tan cerca de ella, pero aún así yo no existía para ella. El aula era un zafarrancho bullicioso, pero por dentro mi mente estaba en silente total. En mi refugio de soledad había más camaradería que en el aula.

El profesor explicó su tema, pero mi mente bloqueaba el ingreso del aprendizaje.

De pronto, el profesor terminó y comenzó a escoger con la mirada a alguien.

—Usted, señorita, ¿cómo se llama?

Levanté la cabeza.

—Tiffany...

El profesor me hizo una pregunta que apenas pude escuchar.

—Señorita, ¿usted atendió?

—Sí...

—¿Y por qué no responde?

Todos me miraron y eso no era bueno para mis mejillas.

El profesor se tornó áspero y poco benevolente. Su tono de voz se elevó y adoptó un dejo militar.

—¡Si alguien no entendió, no se queden callados! ¡Pregunten, por favor! ¡Carajo!

Me sentí tan culpable..., pensé que todos iban a pagar por mi culpa. El profesor quería comernos vivos. Por poco no nos da unas nalgadas. Quería encontrar un boquete ideal para mi tamaño y huir por ahí.

Al sonar el timbre, salí y corrí por el corredor sin ver que alguien venía. Bajé las escaleras y no tuve tiempo para darme cuenta que alguien subía, porque resbalé y caí encima de una persona, lastimandome las posaderas. Su cara estaba cubierta con mi falda.

¡Qué vergüenza!

Mientras me retorcía de dolor, aquella persona se levantó y se acercó a mí.

—Perdóname, ando distraído...

Me ofreció su mano y yo acepté. Era un muchacho que se encontraba bien uniformado y sus ojos brillaban.

—La verdad es que fui yo la torpe y no te vi...

El chico sonrió y caminó rumbo a mi salón de clase. Al poco rato se amarró los cordones de su zapato, mientras los demás compañeros bajaban.

Era como si nadie lo pudiera ver.

Secreto de bragas ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora