capítulo 3

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De alguna manera, estoy comenzando a pensar de que soy un imán de problemas

Cuando ese extraño vestido de ninja salió de los arbustos exclamó —¿niños?, Que hacen aquí— 

Dante totalmente confundido le pregunto —¿quien eres?— 

el extraño dijo desesperado y de manera rápida —eso no interesa deben irse— 

yo tan solo respondí —¿que? el parque no es un lugar libre— 

la paciencia del sujeto de traje negro daba alusión a un ninja desapareció y con un tono serio nos reprocho —idiotas, les digo que se vayan—

Estaba apunto de contestar cuando todos esos militares salieron en la misma dirección en la que llegó el extraño

Dante sorprendido exclamó —¿militares?, ¿ Que hacen aquí?—

el extraño de traje negro nos gritó —por esto les dije que se largasen—

Uno de los militares exclamó —habrán fuego—. Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar cuando un escudo nos cubrió se trataba de Dante lo había construido a base de esas extrañas estructuras

 Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar cuando un escudo nos cubrió se trataba de Dante lo había construido a base de esas extrañas estructuras

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El extraño reaccionó atónito —¿pero que?— 

Dante exclamó a viva voz —¿como escapamos ahora?—  

El desconocido respondió — tú el de cabello rojizo, a mi señal... quita el escudo— 

Dante intentando negarse le respondió al instante —¿que?, No dudarán en dispararnos si lo hago— 

el extraño de vestimenta oscura solo atino a decir —confía en mí— 

Dante dudoso y tratando de evitar esa situación respondió —ni siquiera te conozco por qué lo haría—  

fue cuando el desconocido respondió con una voz sería y un tono grave —por qué no tienen otra opción—

Para ese punto no se me ocurría otra cosa más que confiar en el extraño disfrazado, mire a Dante y asentí. 

El desconocido preguntó —¿estás listo?— 

mi amigo que denotaba estar nervioso en sus ojos azules respondió —cuando digas— y el extraño profirió en voz alta — ...¡AHORA!—

El escudo cae y de repente una nube neblina sale agresivamente del cuerpo del extraño que bloquea la visión de todos, el desconocido nos carga en los hombros y nos alejamos en dirección contraria a la de los militares.

El escudo cae y de repente una nube neblina sale agresivamente del cuerpo del extraño que bloquea la visión de todos, el desconocido nos carga en los hombros y nos alejamos en dirección contraria a la de los militares

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