capítulo 16

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Ellos vendrán detrás de mí, son idiotas dirigiéndose a una trampa, así se ven los militares tratando de cazar a un superhumano, llevarlos a un bosque será la manera más rápida de eliminarlos y esperarlos ahí en un punto elevado de uno de los árboles.

Y aquí están, tres de ellos, de verdad pensaron que con eso bastaría, arrojándome sobre uno de ellos gracias a mi peso y altura es fácil que quede derribado bajo mis pies para luego desgarrar su cuello con mis garras, —mierda, es un hombre lobo— gritó otro de los militares mientras apuntaba su arma hacía a mí y abría fuego, escabullirme entre la vegetación es fácil, están en mi campo.

Aparecer detrás de uno para atravesar su espalda con un zarpazo fue muy fácil luego lanzarme sobre el último mientras soltaba un grito para arrancar su garganta, pero todo esto debió llamar la atención de los otros.

Hay más, puedo olfatear hasta 7 personas acercándose, tendré que matarlos sin causar muchos problemas, vienen en dos grupos, usando la altura de los árboles como ventaja primero debo acercarme al que va detrás de todos y tapando su boca, para que ...

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Hay más, puedo olfatear hasta 7 personas acercándose, tendré que matarlos sin causar muchos problemas, vienen en dos grupos, usando la altura de los árboles como ventaja primero debo acercarme al que va detrás de todos y tapando su boca, para que no grité, desgarro su yugular y me arrojó al siguiente de manera rápida para atravesar su estómago con mis garras, el último apretó el gatillo para dispararme pero el miedo hace fracasar su puntería y mi astucia me permite acercarme lo suficiente como para tomarlo de la pierna y arrojarlo contra un árbol terminando así con el primer grupo.

Emboscar al segundo grupo debería ser más difícil, ellos están alerta, pero incluso así el miedo debería obligarlos a correr, a través de los árboles pude escucharlos 4 personas avanzaban en mi dirección y fueron emboscados fácilmente cortar la garganta de dos de ellos fue fácil, el tercero murió de un mordisco que separó su cabeza de su cuerpo, él último estaba en shock tan impactado que no se movía, podía oler su miedo y entonces atravesé su estómago y arranque sus intestinos.

Emboscar al segundo grupo debería ser más difícil, ellos están alerta, pero incluso así el miedo debería obligarlos a correr, a través de los árboles pude escucharlos 4 personas avanzaban en mi dirección y fueron emboscados fácilmente cortar la ga...

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Estoy acostumbrando a esto, está en mis instintos es parte de ser Anubis pero antes de todo solía ser solo Adom Reis, vivía con mis padres y asistía a una escuela como cualquier niño. Mi padre era una persona detestable solía golpearme cada vez que hacía algo mal e incluso cuando la culpa era suya yo cargaba con eso y se desahogaba golpeándome, pero siempre me pregunté quién era peor él o mi madre que tan sólo observaba, —tal vez es por miedo— solía decirme, pero con el tiempo me di cuenta ella le daba la razón a él y lo cubría.

Incluso cuando vecinos llamaban a la policía ella lo salvaba y después recibía los golpes de mi padre. Algo puede ser peor en la escuela nadie se me acercaba no eran malas personas, pero sabían sobre mis padres y preferían no meterse en problemas, esa era mi rutina y entonces una noche después de que mi padre me golpeara me quedé dormido casi inconsciente por el dolor, al despertar me sentí vivo, sin dolor, sin heridas pero mi apariencia cambio  bruscamente y eso me hizo soltar un grito, tenía garras y pelaje encima, aunque claro no parecía un lobo completamente.

Mi madre entro al cuarto y al verme gritó, mientras trataba de explicarle que era yo y mi padre al verme no dudo en llamar a los militares, decía que era el monstruo que siempre dijo que fuí. Intenté escapar pero mi cambio de cuerpo me hacía ser muy torpe al avanzar, perfecto para que los militares lograrán atraparme y llevarme al Hades.

Una celda por prisionero, con cadenas de un material resistente nos encadenaban para limitar nuestro movimiento, vigilados constantemente y aún si alguien pudiese salir la prisión está una isla rodeada, solo hay mar al rededor por cientos de kilóm...

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Una celda por prisionero, con cadenas de un material resistente nos encadenaban para limitar nuestro movimiento, vigilados constantemente y aún si alguien pudiese salir la prisión está una isla rodeada, solo hay mar al rededor por cientos de kilómetros.

Cinco años encerrado y aislado, tiempo suficiente para pensar, —de verdad me merezco estar ahí— o tal vez —después de todo soy un monstruo— y de la nada un fuerte terremoto se sintió en el lugar era tan brusco que parecía que el lugar quería caerse es pedazos. De repente la puerta de mi celda se abrió, al asomarme lo ví un prisionero que defendía a una nueva prisionera logrando liberarla para luego abrir otras puerta liberando a algunos superhumanos del lugar, no dude ni un segundo en seguir al sujeto que al final reunió un pequeño grupo de superhumanos juntos logramos escapar gracias a la habilidad de uno de ellos congelando el océano creando un puente y siendo protegido por otra habilidad que nos cubría del ataque.

Ahora éramos fugitivos, el prisionero que nos guío a libertad nos pidió que nos quedaremos en grupo así podríamos resistir más. acampamos en un bosque, mientras todos dormían decidí retirarme e ir a mi casa, han pasado cinco años y está igual como la dejé, toque la puerta y mi madre abrió, trate de contener mis emociones mientras ella tenía una mirada atónita.

ingresé en la casa y entonces lo ví, a mi padre, entonces exclamé  —no sé si alegrarme o entristecerme— mi padre volteo a verme y asustado se levantó de dónde se encontraba sentado y entonces agregué —esperaba que hubieras fallecido, pero me alegra que yo tenga el gusto de hacerlo— mientras dejaba salir esa ira guardas por tanto tiempo, solo sentía sed de sangre, me volvía más alto más fuerte  con filosas garras me sentía vivo tomé a mi padre por el cuello y mientras presionaba lentamente su cuello con mis garras podía ver su miedo en los ojos, al fin tenía el poder de hacer justicia, su tráquea se arrancó como si fuera papel maché y la sangre brotaba de su garganta.

Debería sentirme mal pero no es así, mi madre por otro lado estaba tan paralizada que no podía hablar, tal vez por qué apenas podía mantenerse de pie y solo esbozó en voz baja y entre cortada —hi..jo— tan solo la Vi por un momento y luego le respondí —tu no eres una madre—luego solo introduje mi mano en su pecho y arranque su corazón —así está mejor, tu nunca tuviste uno—.

Me aleje lo más posible de ese lugar mientras avanzaba al campamento, debería sentirme mal, pero me sentía vivo era más rápido y fuerte, sin miedo, y entonces noté al fugitivo que nos libero estaba ahí parado, parecía esperarme.

Volteó a verme y dijo —supongo que tenías asuntos que resolver— lo mire mientras volvía a mí forma normal y pregunté— ¿No me tienes miedo?—  el sonrió y dijo —claro que no, eres uno de los nuestros, necesitas ayuda ahora que eres un fugitivo todo el mundo suele apartar la vista cuando alguien tiene problemas, pero yo no, eres alguien especial y pronto todo el mundo lo notará—.

Así empezó su plan el cual tomó tiempo y esfuerzo. Esfuerzo que no dejaré que nadie lo arruiné, debo advertirle que esos niños siguen con vida.

viviendo entre héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora