capítulo 22

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Seis personas en un almacén limpiando sangre y restos de cadáveres  —creo que está vez llegamos temprano—  exclamó Dante para luego agregar  —¿cual es el plan Isaac?—  mientras observaba a las personas que limpiaban le respondí a Dante  —los tres de la derecha son tuyos, solo déjalos inconsciente— mientras Dante se movía por la derecha del almacén.

yo me encargué de los de la izquierda un golpe directo al estómago bastó para derribar al primero, el segundo fue tan fácil como patearlo a la altura de la cara, obviamente no eran luchadores, así me acerque al último que intento defenderse de una manera errada y poco efectiva.

Un golpe a las piernas para hacerlo resbalar y caer al suelo, Dante se acercó a mí y dijo —ellos fueron fácil de derribar, a penas se defendieron— baje la mirada al último sujeto consciente y le pregunté en voz alta — ¿Quién te envió a limpiar la evidencia? — el sujeto permanecía callado, silencio que duró poco tiempo ya que una simple llave en su mano fue suficiente para hacerlo hablar.

Fue uno de los demonios del sur — ¿Quienes son? — preguntó Dante, pregunta que fue contestada al instante por mí — es una pandilla, si mal no recuerdo estuvieron en conflicto con los de aquí — después procedí a darle un golpe directo a la cara al sujeto dejándolo inconsciente 

Dante volteó a ver las dantesca escena y exclamó —¿entonces nos equivocamos?, ¿solo fue una pelea de pandillas?— 

me levanté y me acerque a uno de los cuerpos y luego le comenté a Dante —presta atención está situación es igual que a las últimas tres, todos son pandilleros pero ninguno está muerto por balas, todos están desgarrados, algunos mutilados—.

Dante volteó la mirada hacia arriba mientras decía —Isaac, entiendo, pero... podemos irnos ya estoy a punto de vomitar—

me levanté y dije —sí, ya ví todo lo que necesitaba— después de ello salimos del almacén y nos dirigimos al auto, Dante con un tono cansado me preguntó —¿ Ahora a dónde?— mientras encendía el auto contesté — le daremos una visita a los demonios del sur — y a la par que nos dirigimos a nuestro destino trataba armar el rompecabezas en mi mente, en los últimos días solo hemos encontrado casos de grupos criminales asesinados de una forma inhumana, son prácticamente masacres y todos hechos claramente por un animal, no conozco a nadie más que Anubis siendo capaz de conseguir ésto, pero ¿Por qué?.

Al llegar a nuestro destino le dije a Dante —escucha este grupo criminal es muy probable que este armado, no bajes la guardia y tampoco dudes, pues entraremos directamente— Dante se sorprendió pero luego asintió y se vio preparado, bajamos del auto y nos dirigimos directo a la puerta de un bar la cual estaba vigilada por dos hombres armados, claramente no dude ni un segundo en electrocutarlos con un par de rayos y luego al ingresar en el lugar varios de ellos comenzaron a disparar Dante me cubrió con una pared de piezas.

Al llegar a nuestro destino le dije a Dante —escucha este grupo criminal es muy probable que este armado, no bajes la guardia y tampoco dudes, pues entraremos directamente— Dante se sorprendió pero luego asintió y se vio preparado, bajamos del aut...

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use el agua que se movía por los aspersores para incendios empapando todo el lugar para luego congelarlo al instante 

Dante exclamó —podías haber hecho eso sin tanto alboroto— mientras avanzaba por el lugar al segundo piso tranquilamente los criminales caían al suelo temblando cubiertos de hielo y escarcha.

Dante avanzaba detrás de mí y al llegar al segundo piso más criminales nos esperaban, Dante se lanzó a pelear usando sus piezas, arrojando algunos por las ventanas y a otro siendo golpeados tan fuertes con sus manos cubiertas de piezas que probabl...

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Dante avanzaba detrás de mí y al llegar al segundo piso más criminales nos esperaban, Dante se lanzó a pelear usando sus piezas, arrojando algunos por las ventanas y a otro siendo golpeados tan fuertes con sus manos cubiertas de piezas que probablemente dislocó varias mandíbulas.

El último cuarto permaneció cerrado todo este tiempo muy probablemente el jefe como sus guardaespaldas se encontraban ahí, Dante se preparaba para embestir la puerta, pero le detuve y comencé a llenar esa habitación de vapor rápidamente, entonces sus tres guardaespaldas abrieron la habitación y salieron, Dante los golpeó de manera tan fuerte que caían al instante al suelo mientras yo me encargué de arrojarles agua y congelarlos al instante.

Su jefe se encontraba desesperado al salir de la habitación un hombre de estatura media quien llevaba un elegante traje, se me hizo extraño normalmente las pandillas no se mueven por mafiosos y esté parecía uno, me acerque lo tome del sacó y exclamé —hiciste un trato con dos sujetos, uno de ellos llevaba un brazo mecánico— 

el sujeto expreso —no te diré ni mierda—, pero yo sabía que esa voluntad no duraría mucho, y comencé a incrementar la temperatura de mis manos generando que su saco comience a incendiarse 

— ¡está bien, hablaré! — gritó y después apague el fuego para que respondiese, —ellos dijeron que se encargarían de los demonios del sur y podríamos tomar su zona, controlar el lugar, que lo harían todo en una noche y que ninguno de ellos quedaría vivo—

con un tono firme le dije —nadie hace algo así gratis, ¿Que querían a cambio?—, el sujeto desesperado contesto — querían gente, no dijeron para que pero querían una parte de nuestra gente para un trabajo, parecía una oferta aceptable a cambio del control de toda una zona— después de escuchar eso lo arrastré hasta la habitación llena de vapor y lo encerré calentando la perilla de la puerta al rojo vivo.

Entonces Dante dijo — ¿para que quieren criminales?, el culto solo acepta superhumanos— voltee a ver a Dante y le respondí — sea lo que sea, sí pidieron lo mismo a las otras bandas pueden conseguir un ejército—.

Regresamos a la base y al abrirse el ascensor nos dimos la sorpresa de que Elías se encontraba junto a Taiki y Jessia y el resto de chicas 

Dante no dudó en acercarse a Elías, por otro lado yo me dirigí a dónde Giorgio quien se encontraba frente al computador, Giorgio dijo —es un ejército el que están reuniendo— voltee a verlo y le dije —¿para que quieren un ejército?, Ya tienen uno—.

Entonces Elías se levanto de dónde se encontraba y exclamó para usarlos como peones.

viviendo entre héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora