El mundo cambio abruptamente cuando los súperhumanos aparecieron, Elías es un joven de 16 años que tiene la atención enfocada al crecer en esta nueva época de personas con poderes, pero todo cambia cuando se ve involucrado en un incidente, dándole u...
puedo escuchar con claridad como la hoja de mi espada pasa por la piedra de afilar mientras a través de los ventanales del avión se muestra el cielo.
— Setsudan, Ghost perdió a la chica— exclamó la voz de mi compañera de traje celeste
—heartfrost, eso no importa, después de todo ella no sabe nada— le contesté mientras envainaba mi espada — lo importante es saber si eliminó a los niños—
— Varias tropas lo acompañaron pero... No puede confirmarlo— me respondió mientras se sentaba en el asiento del frente en el enorme jet privado
— debemos mantenernos alerta, todos ellos han demostrado ser una verdadera molestia— le contesté mientras volteaba a observar a través de la ventana
Este cielo azul me recuerda a la época antes de que toda esta locura iniciara, era joven, mi familia era una de las pocas descendientes de samurái que aún mantenían una tradición y aunque nací en Japón el resto mi vida lo viví en Estados Unidos
desde muy pequeño fuí entrenado como samurái, incluso si en ese entonces ya no fueran necesarios. El resto del tiempo solía pasarlo como un joven común, estudiaba y vivía mi juventud.
Un día ella apareció en mi vida, era hermosa en todo aspecto. Su cabello lacio color castaño, su piel clara y sus ojos azules, pero sobre todo su forma de ser.
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Ella era amable, considerada y siempre intentaba animar a los demás, era cuestión de tiempo para notar que me había enamorado y después de acercarnos cada vez más, Nació una relación.
Cada día junto a ella era perfecto, Ella solía darme la calma que necesitaba y la sabiduría para tomar las decisiones correctas.
Nos casamos unos años más tarde y entonces sucedió, mis poderes aparecieron mientras practicaba con la espada.
La capacidad de expandir el corte de cualquier objeto con filo, entonces con la familia de acuerdo decidimos mantenerlo en secreto
Pude volverme loco pero cada vez que la veía todos mis problemas desaparecían, llevamos una vida sin llamar la atención pero tarde o temprano los militares me encontrarían.
En un día normal como cualquier otro, los militares invadieron la casa, mi familia intento protegerme al punto de luchar juntos pero al final fuí el único en pié.
Incluso ella, se encontraba tendida en el suelo sin vida, Se mantuvo junto a mí hasta el final y yo sabía lo que tenía que hacer, tome el cuchillo mas cercano entre todo el desastre de la casa e intente apuñalar mi estómago pero entonces perdí la consciencia .
cuando abrí los ojos estaba en el Hades, estaba condenado a vivir recordando la muerte de mi familia, de mi esposa.
Fue así hasta que perdí la noción del tiempo en esa celda, pero en un día como cualquier otro, el lugar se sacudió de una manera abrupta creando que varias celdas se abrieran y una gran cantidad de escombros fueran la oportunidad de escapar a los carcelarios
mi puerta se abrió, lo primero en lo que pensé fue en encontrar una manera de morir y entonces lo ví, el sujeto que estaba liberando a los carcelarios, se encontraba sobre un montículo de escombros guiando a todos a la libertad
Pude suicidarme pero la ira y el odio pudo más, entonces asesine y escape con un pequeño grupo de fugitivos cruzando el océano en un camino de hielo, en ese momento nació Setsudan
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— ¡Setsudan!...— llamó mi atención la joven al frente mío —...¿ en que piensas?—
— solo recuerdo la razón por la que estoy aquí...— contesté
—¿Y cuál es?— volvió a preguntar curiosa
— que nadie sufra lo que yo sufrí...— me acomode en el asiento —... El culto creará un mundo... justo—
El jet privado desciende en el aeropuerto al sur de la ciudad, después tomamos un auto privado a uno de los tantos edificios que el culto tiene bajo su propiedad
Dentro el edificio se encontraba completamente vacío, sin contar los pocos que se encargaban del mantenimiento
— al Escudero le gusta presumir estas cosas — exclamó mi compañera mientras avanzaba por el edificio
— Él no suele presumir, lo hace por la seguridad...— Proferí avanzando a la par de ella —... Ahora solo queda esperar a que los demás confirmen su posición y entonces Escudero dará la señal— Exclamé mientras apretaba uno de los botones de las placas especiales que solo poseen los sublíderes
