Triángulo Equilátero.

Bosque

Bosque: ¿Cómo fue que terminó en esa situación? Maldecía internamente a su compañera, si no fuera sido por ella ahora mismo estaría en su cabaña, no perdida en el bosque, y mucho menos en una posición tan... comprometedora con dos chicos.

Personajes: Jason, Wally, Raven.

Clasificación: T.

Palabras empleadas: 1499.

Raven chasqueó la lengua, con aquella oscuridad infinita ciñéndose alrededor de cada árbol, el territorio era desconocido, y su sentido de la orientación no ayudaba mucho, más podía asegurar que era la décima vez que pasaba por ese árbol.

A esta hora, se suponía que estaría en su cabaña, aprovechando la ausencia de su compañera para leer aquel libro que trajo en secreto a este estúpido campamento.

Ella no quería está allí, si bien estar alejada del bullicio de la gran ciudad era relajante, los zancudos picando le quitaban parte del atractivo, y si a eso le agregabas que los libros, computadoras, teléfonos, videojuegos, o cualquier medio de entretenimiento que no tuviera que ver con actividades normales del campamento estaban rotundamente prohibidos.

La interacción con las otras chicas era obligatoria, hoy tuvo que participar en un juego de banderas, ante sus ojos fue un fiasco, la dejó llena de tierra y cansada físicamente, como para no querer salir una semana, infortunadamente, su compañera de cabaña no pensaba lo mismo.

Haciendo alarde de su fuerza, e importándole poco la opinión de Raven, y que usaba pijama de conejitos con unas pantuflas a juego, la arrastro desde la zona donde se ubicaban las cabañas femeninas, hasta el espeso bosque, que servía como divisor a las cabañas de los chicos, no necesitaba ser una genio para saber que la extranjera se dirigía al lugar donde ubicaron a los chicos, probablemente para encontrarse con su novio.

Minutos más tarde lo confirmaría al verla corriendo por el bosque, como una niña siendo seguida por aquel muchacho.

Más ahora, seguía perdida en ese extenso boscaje, importándole únicamente salir de ese laberinto...

Y fue cuando le vio, fue imposible no hacerlo, pesé a la oscuridad que predominaba, por el rabillo del ojo capto un borrón rojizo que la hizo retroceder sus pasos.

Pudo haber suspirado aliviada, más en vez de eso, sus ojos se cerraron con sospecha al ver al adolescente a estas horas de la noche a mitad del bosque.

Pensó en sus opciones, quedarse perdida o ir con él que parecían estar en medio de una travesura.

Sin embargo, no tuvo mucho tiempo de pensar, puesto que al instante sus ojos se encontraron con los del chico, y una alarma se activó en ambos.

Lo vio murmurar algo, como si alguien más pudiera escucharlo, por lo que discretamente Raven dio un paso atrás, si en ese momento estaba sintiendo miedo, su rostro nunca lo insinuó, antes de dar otro paso atrás, el chico alzo las manos y una sonrisa se dibujó en su rostro, su sentido común le dijo que se alejará de ese lugar, y eso estaba por hacer.

Hasta que una mano se cerró en su muñeca en el mismo momento que otra le tapaba la boca, sus ojos se abrieron por la sorpresa y un escalofrió cruzo por su cuerpo al sentir un cálido aliento chocar contra su cuello.

—Mira nada más, una conejita fuera de su madriguera, no te han enseñado a no jugar cerca de la zona de caza de los predadores _La burla en el tono de voz era claro.

Miró de soslayo al chico que la apresaba, era del mismo tamaño que el pelirrojo y lo único distinguible de su cabellera era un mechón blanco que caía en su frente, sus ojos verdes brillaban con sorna y su sonrisa se agrandaba.