Capitulo 9

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-Le pregunté por Braulio y me dijo que no había venido al colegio. Lo raro es que no me contó nada...-Hizo una pausa- Pero... después le pregunté acerca de ti- Dijo mirándome sospechosamente.

-¡No! ¿Qué le preguntaste?- Pregunté llena de curiosidad.

-Que por qué no te habla cuando se encuentran, es decir, porque no conversan o se acercan más.

-¡¿Y qué te dijo?!-Preguntó Abi.

-Que eres tú la que se esconde, Ann. –Guardé silencio y la miré con incredulidad- Sí, me dijo que tú eres la que, cada que se encuentran, huyes de él y evitas todo encuentro y creo que tiene razón...

-Pero... ¡No! Yo busco la forma pero no hemos tenido oportunidad de conversar, ¡En verdad!

-Pues él cree que es todo lo contrario y si te conozco bien, sé que tiene razón. Él debe saber lo que sientes por él, Ann, de lo contrario pronto lo verás con alguien más y no podrás quejarte. Es de los chicos más populares de la universidad, opciones no le faltarán, puedo asegurarlo.

Y así era. Conforme pasaban los días y no lo encontraba, sentía que la oportunidad se me estaba yendo de las manos por completo. Tenía que verlo, hablarle, comenzar aquella historia que tanto anhelaba.

Pero el destino era cruel conmigo. Una tarde salí con mi hermana a comprar algunas cosas que nos encargó mamá. Caminábamos tranquilamente cuando Karime me advirtió sobre algo que observó al otro lado de la acera. Comencé a prestar atención hacia la pareja que me señalaba, cuando me di cuenta de que era Jean Carlo tomado de la mano de otra chica. Me contuve. Sentía una mezcla entre decepción y tristeza, sin embargo lo disimulé.

-¿No sentiste nada?- Preguntó mi hermana, sorprendida.

-Era de esperarse, tiene muchas admiradoras. Algún día tenía que suceder.- Respondí con frialdad.

Pero lo cierto era que aquello me había dolido mucho. Llegué a casa con todas las ilusiones rotas por completo. Al poco rato me asomé por la ventana y estaba allí, frente a la casa de Bono con la misma chica, muy cariñoso. Ahí fue cuando entendí el por qué tenía días sin verlo.Quizás, desde que nos conocimos, ya salía con ella.

Les conté a mis amigos sobre lo que había visto la tarde anterior pero ellos ya sabían todo. Antes de que yo llegara al colegio, Mariana ya les había contado lo que sabía gracias a Braulio.

-Yo lo he visto varias veces con esa chica, vive por mi casa. No te lo había querido decir porque no estaba segura, pero así como la describes estoy segura de que es la misma. – Exclamó Abi con tristeza.

-No creo que sea algo muy en serio- Afirmó Mariana- Braulio dice que fue su novia hace mucho y que apenas volvieron a comenzar a salir, pero que ni siquiera él cree que vayan a durar demasiado. La chica es muy... amigable.- Dijo mientras sonreía sarcásticamente.

-Yo los vi muy cariñosos. No sé, quizás me hice ilusiones demasiado pronto y no debí.-Dije con enorme tristeza.

-¡Ánimo, Ann! Ellos no se van a casar, no hagamos un drama donde quizás no exista nada realmente. –Me trató de tranquilizar Kendra.

Los días pasaron y no lo volví a ver con la chica. Algunas tardes se sentaba con sus amigos frente a mi casa, como antes, pero por más que buscaba la oportunidad de charlar con él, no podía, algo siempre se atravesaba entre los dos, pero especialmente era Bono, a quien siempre noté incómodo con que fuésemos amigos, más adelante entendería el porqué.

Esa noche conté a Joan todo lo que había sucedido, como siempre. Me dijo que debía tranquilizarme y dejar que las cosas sucedieran. Pero él también tenía una pena que lo embargaba y que le dolía en el alma.

-Ann, Danielle hoy habló conmigo para decirme que definitivamente no quiere nada conmigo. Me siento muy mal. Dice que es porque soy muy celoso y no he cambiado. Pero de verdad que lo he hecho y no me cree.

-Lo siento mucho Joan, en verdad lo siento. Intentaré hablar con ella para saber qué sucede.

-No creo que te cuente algo porque sabe que charlamos, pero te agradeceré si lo intentas. De verdad Ann, la amo, no quiero perderla.

Me conmovía mucho la manera en la que Joan estaba enamorado de Danielle. Él en realidad sufría y no me gustaba que estuviese así. A pesar que tenía tiempo sin hablar con ella, siempre sentí que en realidad ella no le correspondía y me sentía muy mal por ello. Pensaba que a mí me hubiese encantado que alguien estuviese enamorado de la forma en que Joan lo estaba de ella y no lo valoraba.

Finalmente llegó el último día de clases antes de las vacaciones de primavera. Tenía la esperanza de ver a Jean Carlo, pero no fue así, por más que lo busqué. Ahora tendría que esperar dos semanas para volver a tener una nueva oportunidad con él.

-Jean Carlo se irá de viaje a visitar a su padre-Comentó Mariana.-Tendremos que esperar dos semanas para volver a iniciar el plan para ustedes.-Rió.

-Pero Ann, tienes que mentalizarte y quitarte esos miedos. Es hora de hacer algo en serio. –Dijo Abi, con cierta indignación.

-Abi tiene razón. Ya basta de ser tan miedosa. Es hora de demostrarle lo que sientes por él. Siempre huyes y cuando no lo haces, parece que el destino se interpone. –Dijo Marlon.

-Lo sé. Les prometo que regresando de vacaciones seré una nueva persona, por ustedes.-Dije tomándoles de la mano. Definitivamente eran los mejores amigos que alguien puede tener.

Esa tarde Mariana y yo salimos a dar un paseo. Me pidió que la acompañara a ver a Braulio ya que había faltado mucho al colegio y quería saber qué pasaba. Llegamos a su casa y empezamos a charlar normalmente, hasta que llegamos al tema de conversación que me interesaba realmente: Jean Carlo. 

-Braulio, la chica con la que he visto a Jean Carlo... ¿Es su novia?- Pregunté con temor a la respuesta.

-No realmente. Solamente salen de vez en cuando. Hace tiempo fueron novios pero ya no, ya no sienten nada el uno por el otro.

-Dime la verdad, sé honesto conmigo, por favor. ¿Jean Carlo ha hablado de mí contigo, alguna vez?- Pregunté con cierto temor. 

MonitorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora