Monitor

Capitulo 12

El hombre era mucho mayor que yo, al menos 30 años más. Fue cuando dijo aquello que lo observé mejor y me di cuenta de que, efectivamente, nos conocíamos.

-Usted no puede ser... usted es mucho mayor y... ¡déjeme en paz!- Dije aterrada, alejándome rápidamente. Él corrió tras de mí y me jaló de un brazo.

-Sí, soy Christian, obsérvame bien. Es cierto, gracias a la edición me veo un poco más joven, ¿Cierto? Pero ven, platiquemos...-Dijo tomando mi brazo.

-No puede ser cierto, esto debe ser una broma.- Dije mientras me zafaba de él- No quiero volverlo a ver jamás.

Salí corriendo de aquel lugar completamente aterrorizada y llorando. No podía comprender qué era lo que acababa de suceder. El tal Christian me había mentido todo el tiempo. Josué me había mencionado que se veía mucho mayor, pero no pensé que se tratase de eso. Estuve a punto de enamorarme de alguien que no existía, que no era más que una farsa.

Llegué a casa y lloré mucho. Afortunadamente, mamá no se dio cuenta, porque de lo contrario tenía que habérselo explicado y eso me causaría problemas. No entendía cómo, precisamente ese día y a esa hora "Christian" Había llegado al lugar, más tarde lo entendería.

Al siguiente día conté a mis amigos, entre lágrimas, lo que había sucedido. Pero como siempre, Mariana ya también lo sabía.

-Perdona por no haberte llamado antes, quería hacerlo ayer mismo pero ya era demasiado tarde y preferí decírtelo en persona...-hizo una pausa- Ann, quien habló con nosotras no fue Jean Carlo, fue Bono.

-¡¿Qué?!- Exclamamos todos, muy sorprendidos.

-Sí, fue Bono. Resulta que el día del viaje Jean Carlo estuvo en su casa y olvidó su celular. Ayer, entre carcajadas, le contó burlonamente a Braulio lo que había hecho. Se hizo pasar por él para dejarte plantada y jamás le dijo nada. –Dijo apenada- Perdóname Ann, yo fui la de la idea de llamarle y que fueras a la cita. Lo que no me puedo explicar es como llegó el tal Christian a la cita.

-¿Tendrá algo que ver con Bono?-Preguntó Kendra.

-No lo creo, a él lo conocí 3 meses antes que a ellos. Lo dudo mucho.- Expresé preocupada.

-Seguramente ha de ir al parque a engañar a chicas y te reconoció, seguro fue eso- Dijo Abi.- No te preocupes Ann, olvida eso.

-Tienes razón, trataré de olvidarlo. Lo único que siento en verdad es que ahora Bono sabe perfectamente lo que siento y mi atrevimiento fue en vano. ¿Te das cuenta? Cuando por fin me atreví, alguien usurpó su lugar- Dije riendo irónicamente.

Pero las cosas se irían complicando más. Mariana finalmente había terminado su relación con Braulio, él faltaba mucho a la universidad y ya eran pocas las veces que estaba con Jean Carlo. Al ser él una de mis pocas conexiones, las cosas se tornaban más difíciles. Y cuando creí que nada podía empeorar, Abi llegó con otra mala noticia.

-Ann, te tengo una noticia. De verdad espero no dañarte mucho con lo que te voy a decir, pero necesito decírtelo.

-Dime, Abi-Respondí temerosa.

-Ayer vi a Jean Carlo nuevamente con mi vecina. Parece que ahora sí, nuevamente están juntos.

Sentí que sobre mí cayó un balde de agua fría. Presentía que algo así podía suceder, sobre todo las últimas semanas en donde todo con él había sido más distante.

-¿Te sientes bien?- Preguntó Kendra

-Sí, sí... sólo que... me sorprendí mucho.-Respondí sin saber realmente qué decir.

-Quizás nunca han terminado realmente y es por eso que él tampoco ha hecho mucho por acercarse a ti, ¿no?- Exclamó Mariana.-Lo siento Ann, yo en verdad quería que estuvieran juntos.

-No importa cuántos de nosotros quisiéramos que él y yo estuviésemos juntos. Si él no quiere, no se podrá, así de simple. Y ya, no quiero hablar más del tema. –Dije mientras me alejé de mis amigos.

Pero las cosas no acabarían ahí. Llegando a casa me di cuenta de que Bono estaba fuera de su casa, con otras dos personas. Seguí caminando sin darle importancia, pero cuando iba cerrando la puerta vi hacia enfrente y ahí estaban, Jean Carlo y una chica, tomados de la mano, otra vez frente a mi casa. Enseguida cerré la puerta y entré con inmensas ganas de llorar. Mi madre se dio cuenta de aquello y acudió a mi recamara a consolarme.

-Puede que no sea el momento, Ann. Pero eso no significa que en un futuro si puedan tener una oportunidad. Quizás las cosas no se han dado como debieran, pero ten calma. Todo va a estar bien.-Dijo mientras me abrazaba con todo su cariño.