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Vago por mis sueño y recuerdos, hasta despertarme por un pequeño bullicio de ciudad. Tanjirou sigue caminando no se escucha ruido alguno de nosotros cuatro, mas mi pequeña abeja Kiku empieza a avisarme de la aparición de un demonio en la caja que llevaba Tanjirou en esa extraña caja de la cual nunca dude. Empiezo a pensar sobre lo estúpido que puedo llegar a ser algunas veces, aunque ninguno parece ser una mala persona, por lo que decidiré apostar por su amabilidad y buena moral. Seguía escuchando sus pasos en las piedras mientras el sonido de la multitud le acompañaba de forma extravagantemente tranquila.

Llegamos a un puesto de comida, Tanjirou al bajarme de su espalda fue muy cuidadoso, lo que me pareció bastante atento de su parte, en mí entorno siempre fueron muy rudos conmigo solo por haber nacido niño, sé que esto no tiene mucho que ver, pero igualmente se siente bonito.

Cada uno pidió un poco comida y mientras todos comíamos como personas mínimamente normales, Inozuke no sabía cómo agarrar los palillos, por lo que Tanjirou le ayudo.

— No entiendo — Dijo Inozuke

Tanjirou pasados 15 minutos, en el que yo y Zenitsu hicimos lo posible para no tocar nuestra comida, empezó a darle de comer en la boca, cosa que era rara, pero algo que iba a pasar de una forma u otra. Siendo honesto era algo gracioso verlos a los dos, Inozuke tenía restos de comida en la máscara, los cuales Tanjirou limpiaba, y mientras Tanjirou no tenía temor alguno o vergüenza en darle de comer cual madre a su bebé e Inozuke estaba sonrojado hasta el cuello, por el acto tan maternal de Tanjirou.

— No puede comer con palillos, solo es un debilucho— Susurre para hacerle enfadar lo cual logre muy fácilmente

— ¡No soy un debilucho! — Dijo el poco de orgullo que le quedaba al cabeza de jabalí (exactamente, comía con una estúpida máscara puesta)

— Pruébalo

— ...— Quedó un rato pensando en su respuesta, algo sorprendente— No

— ¿Por qué? — Pregunte para meter candela, quería pelea, así soy

— No— Respondió seco

Gracias a su excelente respuesta, el ambiente se sintió incomodo, sin tema de conversación. Al punto de escuchar conversaciones ajenas, aunque yo tenga el oído un poco mal entrenado, por lo que me facilitaba escuchar más el sonido de la cocina que me provocaba más hambre de la que tenía y eso que por mientras comía.

Luego de aproximadamente diez minutos llegan dos cuervos un pequeño y un tierno gorrión, con Ume zumbando muy fuerte, lo cual asustó a Zenitsu. Los cuatro nos dan indicaciones de ir a un aparente pueblo ya abandonado por la aparición de un demonio. No tengo problemas con las locaciones para pelear, todo lo contrario, en este caso no me parece malo que sea un pueblo abandonado, más ... ese era el pueblo en el vivieron mis abuelos y donde pasé yo, parte de mi infancia, obviamente no pensaba en decirle eso a alguno de ellos, pero probablemente por la expresión que puse en ese momento se habrán dado cuenta de que tengo algún tipo de relación con ese lugar.

Con rapidez todos, excepto Zenitsu, ignoramos la deliciosa comida para ponernos en marcha de inmediato. Inozuke, emocionado por la pelea mostrándose bestial, pero raro. Tanjirou, determinado y con un poco de tristeza en su rostro se dirige hacia nuestro destino.

— ¿Pero a dónde van? — Pregunto Zenitsu con una expresión de no haber escuchado absolutamente a su estúpidamente tierno gorrión— ¿Y la comida?

—¿Y las personas que podrían morir? — Le respondí de la forma más sarcástica que pude, obviamente mi rostro era como alguien miraría a una persona que priorizaría terminar de comer siendo cazador de demonios en una situación como esta.

— Pero es un pueblo abandonado

— ¿Por qué crees que sea abandonado?

— P-Pero

— Vamos Zenitsu, por favor— Pidió angelicalmente Tanjirou, quien pudo hacer que Zenitsu piense

Tanjirou, Inozuke y yo corríamos, mientras Zenitsu no sé si trotaba o caminaba y claro que sí, me empecé a pelear, por que Inozuke es extremadamente ruidoso y escuchar gritos similares a los de un jabalí con los nervios de una misión no es muy bonito, por decir que casi me estrello contra un árbol que es el doble de mi grosor.


El muchacho de las avispas (Kimetsu no Yaiba X TÚ) Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora