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... 

—Muchacho, muchacho— Escuche al despertarme

Me levanté, o mejor dicho me senté donde estaba durmiendo.

— ¡Gracias al cielo que estas vivo, tal vez no puedas mover tu brazo por un tiempo, pero estas vivo, hijo! — Dijo con entusiasmo, pero sin gritar

— ¿H-Hijo?

— ¡Joven, cuando estaba inconsciente estuvo llamándome mamá, por lo que ahora seré su mamá!

— ¿Mamá? Ay que vergüenza

— Tranquilo hijo, si quieres llámame, mamá

— Claro, mamá Rengoku-- Dije al inicio algo avergonzado, pero finalmente me causo mucha gracia

Fue muy divertido cuando me dijo que lo llamara mamá, realmente me puso de buen humor, habiendo recordado tal cosa, fue algo que me puso de muy buen humor.

En el camino de vuelta hablamos y hablamos y seguimos hablando, aunque tenía algo que preguntarle, pero me daba algo de pena, no sé, simplemente pensaba que no lo tenía que preguntar, pero bueno.

— Oye ... 

— ¡¿Sí?!— Pregunto Rengoku

— ¿Por qué no me tienes miedo como los demás?

— Jojojojojo, Muichirou habló personalmente conmigo para que no te trate como si fueras entrenado por un demonio

Guau, no pensé que le fuera a importar tanto a Muichirou, que tierno. Aunque, eso de ser entrenado por un demonio es cierto

— ¡Hijo, parece que te atrae Muichirou! — Dijo con total seguridad

— ¡¿Q-Q-Q-Qué?!

— Se nota en tu mirada y tu roja cara ... Lo segundo más que nada ¿Realmente es posible que alguien se sonroje tanto?

— No tiene sentido lo que dice, simplemente es de los cazadores, quien mejor me ha tratado, claro sin contar a los 3 chicos que vienen conmigo

Luego de eso, seguimos hablando de diferentes temas, cosas variadas hasta llegar a la finca mariposa donde nos despedimos.

— ¡Chicos! ¡¿Dónde están?!— Grite entrando a casi todos los cuartos de la finca mariposa

Hasta entrar al último cuarto, aunque creo que no se llama así, donde vi a los tres, Tanjirou, Zenitsu e Inozuke empapados de té, además de la muchacha molesta de coleta a un lado, si mal no recuerdo Kanao.

— ¿Por qué diablos están empapados de té o lo que sea? Supuse que ustedes tres eran raros, pero superan mis expectativas

— ¡Estamos entrenando maldita sea! — Grito Inozuke

— ¿Por qué carajos entrenarían con té? Un segundo ... Huele asqueroso ¡Eso ni siquiera es té! ¡Hubiera sido mejor que sea té!

— ¡No seas tan malo, intentamos mejorar! — Respondió Zenitsu

— ¿olemos tan mal? — Pregunto Tanjirou

— Al menos podían usar té, y váyanse a dar un maldito baño

Los tres salieron en fila a dar un baño y unas pequeñas niñas se fueron riéndose junto a Aoi, mientras Kanao estaba parada mirándome fijamente, esa chica da miedo y no me cae muy bien.

El muchacho de las avispas (Kimetsu no Yaiba X TÚ) Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora