Hurt (traducción )

Parte 5

Jaskier no podía creer su suerte cuando finalmente se acostó en una  cama tibia.¿Cuanto tiempo había pasado desde que sintió un verdadero colchón debajo de él? ¡Posiblemente meses!. Finalmente se acurrucó en la suave superficie, al lado de la cama se encontraba su ropa extendida y podía escuchar el suave crepitar del fuego. Jaskier sabía que le habían dejado el dormitorio principal puesto que era muy espaciosa y hermosa.

Se habría quedado satisfecho con mucho menos pero ciertamente no se quejaría, no sabía cuándo volvería a descansar en una cama y lo disfrutaría como nunca. La mejor parte fue que Scary se acurrucó con él y se puso a ronronear. Todo era tan acogedor que se quedó dormido inmediatamente, por primera vez en mucho tiempo no soñó con el momento en qué Geralt había desechado su amistad como si valiera menos que la suciedad de los cerdos. Fue el sueño más reparador que tuvo en mucho tiempo y cuando se despertó por la mañana, si bien fue por la cómoda cama también fue por el pequeño cuerpo esponjoso a su lado.

Por la mañana se percató de que afuera aún llovía y hacia un poco de frío. Un momento después alguien llamo a su puerta y un niño pequeño no más de seis años que se coló dentro de la habitación. Cuando el niño le sonrió tímidamente pudo ver qué le faltaban algunos dientes y por un momento se preguntó si Geralt también perdió sus dientes o se vio tan joven. Le resultaba difícil imaginar al brujo como algo más que el guerrero que era ahora.

"Mamá dice que debería preguntarle si quiere desayunar" Pronunció el niño con timidez.

"¿Tienes hambre Scary?" El gato solo maullo en respuesta."Creo que puedes decirle a tu madre que iremos a comer". Respondió con su inigualable alegría. El niño solo asintió con la cabeza antes de salir por la puerta.

Cuando estuvo solo de nuevo, Jaskier bostezó y se estiró por la cama. Comprobó si su ropa estaba seca y una vez limpia de nuevo, se la coloco.

Al salir de la habitación se encontró con interminables pares de ojos. ¿Qué demonios?

Ahora sabía que quiso decir el hombre que salvo al comentar que no podría mantener a su familia durante el invierno.

¡El hombre tenía...diez hijos!

Se sentó en la gran mesa  y todos lo miraron expectantes. Era una escena graciosa. Todos tenían cabello rubio y mejillas rojas. No vio al padre por lo que supuso que ya había salido al trabajo. No era de extrañar.

La madre estaba junto a la estufa, llenando otro tazón de leche para su gato. " Espero que hayan tenido una buena noche"

"Si, la cama era maravillosa aunque no fue necesario que me hayan dejado la habitación principal".

"Salvaste a mi esposo de ser asaltado, también salvaste a mis hijos y a mí. Es lo mínimo que podemos hacer como un agradecimiento".

"¿Puedes cantar una canción bardo?" Escucho a uno de los niños.

" Dejen que el joven coma su comida niños, pero si no te importa me encantaría escuchar una de tus canciones" Le dijo amablemente.

Jaskier sonrió. Desde ayer que quería hacer su canción para su nuevo amigo." Claro que si".

***
Geralt condujo a Roach lo más rápido que pudo. Se impacientó al sospechar que el bardo podría estar en el camino hacía Broda.

Cabalgó hasta entrada la noche, pero solo se encontró con un camino desierto. La lluvia azotó su rostro y al brujo no pudo importarle menos, estaba demasiado concentrado en buscar entre la oscuridad de la noche. Desaceleró a su caballo, dispuesto a rendirse. Quizá llegó muy tarde y ese pensamiento le dolió, no podía hacer más.

Estaba a punto de darse la vuelta cuando diviso a dos figuras, probablemente hombres. Quizá ellos podrían darle alguna información.

Parecían asustados así que se esforzó por no parecer agresivo.
"¡Alto! No voy a lastimarlos. Solo quiero hacerles unas preguntas"

Los hombres dudaron un momento, aún así se detuvieron.

"Estoy buscando un bardo. ¿Lo han visto?". Al terminar su pregunta los dos hombres parecieron más asustados. Y Geralt tuvo la sensación de que querían huir."¡Respondan!"

"¿Tu...tu te refieres al bardo con el gato negro?¿El que cruzo el pantano de kikimores?¡Si, lo vimos y ojalá nunca lo hubiéramos conocido a él y a su estúpido gato! ¡Si sabes lo que es bueno para ti brujo, no te metas con el!. Geralt realmente quería reír fuerte.

De que demonios estaban hablando esos idiotas. ¡Nadie podía tenerle miedo a Jaskier!. Bien, quizá no estaban hablando del mismo bardo.

"¿Dónde está él?"

"Lo vimos por última vez cerca del pueblo de dónde venimos.¡ Y por la poca suerte que nos queda no nos ha seguido!.

¡Maldición! Sería típico de Jaskier viajar con una criatura peligrosa como un gato negro.¿No sabía toda la mala suerte que pueden traer? El bardo algún día cavaría su propia tumba.Geralt se apresuro a ir hacia el pueblo.

***

Jaskier pensó que tenía sentido. Tampoco quería hechizar a Scary. Pero era necesario.

"Puedes hacerlo en el establo, ahí no importa si manchas el piso. Llévate una jarra de agua y procura que el tinte no toque tus manos, es mejor frotarlo con hojas". Le aconsejo la amable mujer.

***

Para cuando Geralt regresó a la aldea, el sol ya brillaba sobre la espesa capa de nubes. No se encontró con Jaskier en el camino y sospecho que quizá si encontró un lugar donde pasar la noche probablemente en un establo.

Seguramente aún estaría empapado. La ridícula ropa del bardo era apropiada para una corte, pero no lo era para viajar por el país.

Frustrado, el brujo se pasó la mano por la cara. Aunque el pueblo no era muy grande, no sabía cómo encontrar al bardo. Lo mejor sería esperar al final del pueblo, tendría que pasar por ahí tarde o temprano. No sabía si los hombres se referían a Jaskier, esperaba que si. Por un lado, estaría desesperado si no fuera su amigo, por otro lado, estaría feliz sí no fuera el castaño quien viajaba con un gato negro.

Incluso Geralt no sabía cómo luchar contra la mala suerte

***

Hizo un desastre en el establo, mancho todo con tinte y su pequeño amigo no ayudó mucho exactamente. Aún asi
Jaskier miró su trabajo echo. Definitivamente este fue, su mayor éxito.  Satisfecho, supo que nadie notaría que la pata era azul oscuro y no negra.

Después del almuerzo, la esposa le dio el abrigo de lana que el hombre le había regalado. Tomó a Scary junto con sus bolsas llenas de provisiones para los próximos días, se despidió de la noble familia que lo acogió y emprendió un nuevo viaje.

El abrigo lo envolvía por completo, era espectacularmente cálido. Dentro de este se encontraba Scary disfrutando igualmente del calor. Si, iba a ser un buen viaje, se sentía de muy buen humor.

Hasta que lo vio.

A unos cuantos metros se encontraba Geralt de Rivia, montando su inigualable caballo. En el momento que juntaron miradas quiso desaparecer.