Capítulo cuatro.

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Enid se despertó sudando tras aquella pesadilla. El simple hecho de pensar en su muerte le hace estremecer, así que, el presenciarla, no le haría ningún bien. No volvió a dormir en toda la noche.

—Buenos días. — Dijo su hermano con un bostezo mientras bajaba las pequeñas escaleras metálicas. — Hoy has madrugado mucho. — Se sentó junto a su hermana pequeña, la cual se encontraba mirando su plato, vacío. —¿Por qué no me contestas? ¿Estás bien Nid?  — agitó la mano en frente del rosto de Enid. Al ver que esta no reaccionaba, dio un fuerte golpe a la mesa que hizo saltar a la muchacha.

—Buenos días hermano. — Habló tras reaccionar. Se había quedado dormida, o quizás, solamente pensativa.
      
—¿Qué fue ese ruido? — Preguntó alguien bajando las escaleras. El joven de la noche anterior.
         
Enid no dijo nada, solo se quedó mirando a aquel sujeto. ¿Qué hacía en su casa? Estaba confusa.
       
—Hola, me llamo Sirion. — Se presentó con una sonrisa. Una muy macabra sonrisa.

Atmosphere [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora