"Hunger" [GS]

III

Te deseo como si fueras el fruto más dulce para degustar.

Y la besó, no sabe lo que ella piensa al respecto, pero no quiere saberlo, probablemente ahora lo odie (más de lo que ella dice hacerlo) pero no le importa, al menos pudo probar el delicioso sabor de sus labios, pero lamentablemente sólo fue la comisura, no obstante es mejor que nada.

(.........)

Ya eran altas horas de la noche, y la chica del broche de mariposa sigue despierta, pensando en el beso que le dió el cazador que ahora descansa al lado suyo.

—Tomioka-san, nee Tomioka-san—

Giyuu se remueve al escuchar su voz para finalmente despertarse.

—¿Que sucede?—

—¿Podemos repetirlo?—

(...........)

Ella lo deseaba, y no de una manera muy amorosa que digamos, es más carnal que pasional.

Y gracias a ese beso, de dio cuenta de que la también tiene ese tipo de sentimientos hacia ella, y lo desea como nunca antes lo había deseado, desea su cuerpo, sus besos su....todo de él.

(........)

—........—El de ojos azules no responde sólo se levanta del futón y se recuesta sobre ella, pero no hace absolutamente nada.

Si tú lo deseas...

Yo lo deseo aún más.

Y ambos unen sus labios en un beso suave, dulce y lento, saboreando cada centímetro de sus labios, sin prisa, simplemente degustando el sabor del otro, no necesitan respirar, no quieren respirar, no quieren separarse, sólo quieren sentirse mutuamente.

Ella entreabre sus labios, dándole paso a la lengua de él, que escurridizamente se introduce en sus labios y recorre cada rincón de ellos.

Se entrelazan entre ellas y Shinobu da un suspiro ahogado, pero como todo lo bueno llega a su fin, se separan.

—¿Mmm?—

—¿Realmente quieres esto?—

—Yo...no lo sé—Shinobu queda pensativa, su cuerpo quiere esto, ansía esto, su cuerpo quiere que Giyuu la haga completamente suya, pero su parte racional le dice que no, que aquello está mal, de principio no tienen ningún compromiso, no tienen una relación, no tienen nada que los permita estar juntos.

—Deberíamos dormir—

—Supongo que sí—Suspira pesadamente y el de ojos azules vuelve a su futón y se acuesta dándole la espalda a Shinobu, y finalmente duermen.

(...........)

—¡Despierten!¡Tomioka Giyuu, Kouchou Shinobu despierten!¡Caw!¡Ya amaneció!—

—Si, ya despertamos—La ojimorada habla con sueño y con ka voz algo ronca, desvelarse no fue muy buena idea, ya que tiene que volver a pie a la finca, en su mente supone que tendrán que detenerse a descansar.

(.........)

Ya vestidos, ambos agradecen a la casera de la casa de las Glicinas y comienzan su camino devuelta.

—Emm, Tomioka-san, sobre lo de anoche—

—¿Que sucede?—

—¿Podríamos hacer como que nunca paso? No quiero que nadie se entere, así que... ¿podríamos fingir demencia e ignorarlo?—

(.........)
Aunque trates de ocultarlo tu mirada te delata, aunque trates de olvidarlo tu mente te lo recuerda, aunque trates de fingir que nunca pasó aquella quedó marcado en tu piel y en tu alma.

No es sincera con lo que siente, y el lo sabe de antemano, pero si ella no quiere, no la iba a obligar no por el momento, porque cuando un lobo está hambriento, hará caer incluso a la más fuerte presa.