Increíblemente Sexy! (Editando)

Nuevamente, Idiota.

El mundo se paralizó, deje de respirar por varios minutos, sentí que todo alrededor mío daba vueltas, eso.. eso ella solo lo dijo para bromear.

- Vamos, prepara tus maletas nos vamos en dos días - Dijo mi madre subiendo las escaleras.

- ¡No! ¡No pueden hacerme esto! - Grité, mi madre se quedó quieta en donde estaba giro para verme.

- La decisión está tomada Alex, es por tu bien - Espetó ella.

- Primero papá ahora ¡¿tu?! Quiero quedarme, quiero estar con Jake - Espera Jake mire al chico que estaba a mi lado, estaba estático en su lugar sin mostrar sentimiento alguno.

- Pues siento decirte que prácticamente Jake se convertirá en tu hermano su relación no puede seguir, no cambiaré de opinión, vete despidiendo. - Dicho esto, desapareció de mí vista.

No no no no no.. mí mundo se desmoronó en un instante, unas lágrimas cayeron por mi mejilla, miré a Jake que ahora salió de su trance y me estaba mirando.

- Jake no quiero dejarte.. - Un sollozo salió de mí boca.

- No, no llores preciosa, buscaremos una solución, no te preocupes, no dejaré que nos separen Alex - Sus ojos estaban cristalizados. Me abrazó con fuerza mientras acariciaba mi cabello. Me aferré a él como si fuera que mí mundo acabaría en un instante y así era, no quiero dejar a Jake no veo un mundo en el que no estuviera él.

- Bueno los dejo despedirse bien, aunque no me caigas bien, lo siento, veo lo feliz que es Alex contigo y de verdad no es justo que lo separen pero es la realidad y hay que enfrentarlo.. me voy - Tay tomó sus llaves y salió de la casa.

- Ven, vamos a que descanses - Jake me tomó de la mano y me llevó a mí habitación. Pero cuando estábamos a punto de entrar mí madre interrumpió.

- ¿Donde crees que vas jovencito?, Tienes que irte - Ordenó mí madre. Jake suspiró.

- Nos vemos luego pequeña, descansa, buscaremos una solución. - Dijo luego me dio un beso y se fue dejándome sola.

Mire a mí madre y con toda la furia que tuve le dije algo de lo que me voy a arrepentir toda la vida.

- ¡TE ODIO! - Grité y cerré la puerta tras de mí.

Camine de un lado a otro sin saber qué hacer, cuando ya sentí que mis fuerzas ya no daban me metí en el baño necesitaba relajarme de alguna manera.

Sentí el agua correr por mí cuerpo mezclada con las lágrimas de mis ojos, muchas preguntas se formulaban en mí mente, como el hecho de que, un día eres maravillosamente feliz y al segundo el mundo puede darte el mayor golpe de tu vida, como el hecho de que nunca me había enfrentado a mí madre a tal punto de sentir un odio hacia ella más bien un enojo insoportable, siempre hemos sido amigas, cómplices, siempre podía contar con ella en los secretos más profundos, mis problemas sea cual sea las circunstancias ella tenía la solución para todo, me cuesta entender que ahora todo haya cambiado solo por un divorcio. Dicen que el dolor cambia a las personas y en estos momentos creo firmemente en ello.

Salí envuelta en la toalla no tenía ánimos para nada, casi doy un grito cuando veo un cuerpo tendido en mí cama, lleve mis manos a mí boca por el susto, bueno si piensan que la toalla puede sostenerse sola sin mí ayuda están equivocados me encontraba desnuda frente al cuerpo de un hombre, escuche que soltó una risita me alivié al saber de quién se trataba.

- Te asusté preciosa - Jake se levantó de la cama y se acercó a mí.

- ¡¿Eres un idiota?!-grite/susurre- Casi me matas del susto.. - Mí pecho subía y bajaba mientras intentaba tranquilizar la respiración. El me envolvió en brazos y yo sigo desnuda ¡Que alguien me mate!.