Joaquín & Los Infiernos

CAPÍTULO N° 07 - "¡ME GUSTAS! "

Pasamos un rato más en el centro comercial. Ha sido la experiencia más grata que he vivido. Y la verdad es que no tengo con que más compararla. Digo, tampoco es que salga mucho. No tengo muchos amigos.

Luego de unos minutos. Me llegó un mensaje de E. Era hora de irnos. Así que le dije a Israel. Y fuimos de camino a la escuela.

- ¿Eso estuvo bien, verdad? – me dijo, medio tímido.
- ¿Qué cosa? – respondí algo confuso inmediatamente.
- Lo de hoy. ¿Te gustó la salida?
- He tenido mejores – dije sonriendo.
- ¡Claro, como no! – respondió en tono medio sarcástico.
- Ja, ja, ja, ja. Es la primera vez que salgo con alguien más que no se E y su enamorada.
- ¿Entonces, estuvo bien?
- ¡Por supuesto que sí! – lo dije acompañado de una sonrisa.

Todo esto es muy raro. Hay un tipo bastante guapo a mi lado. Pero, yo no tengo ni idea de que hacer. Pasan demasiadas cosas por mi mente.
Cuando faltaban unas cuadras para llegar al Infierno. El se estacionó.

- Joaquín, yo, bueno, quiero que sepas algo. – me dijo algo tímido.
- Pues dilo. – me apresuré a decir.
- Es que…bueno, el día que te conocí pensé: “Jamás podré hablar con él”.
- ¿No se supone que esas son las cosas que un chico como yo debe pensar de chicos muy populares como tu?
- No tengo idea.
- Es que así funciona. Los chicos como yo jamás creerían que el capitán del equipo, todo un galán. Hablaría con alguien tan marginado.
- No, es que, no te das cuenta de lo lindo que eres. Hay muchas cosas que guardas y dentro del marginado, hay un chico espectacular. Lo comprobé hoy.

Perdí la capacidad de hablar. Sus palabras de me encantaron. Jamás nadie me había dicho cosas como estas.

- Muy pocas personas se dan la molestia de conocer al verdadero Joaquín. – dije, con un tono melancólico.
- Son estúpidos. Se pierden a una chico genial.
- Pero, tu también eres genial. Quién diría que alguien como tu me hablaría.
Y es que si. Una persona como yo, jamás amanece creyendo tener muchos amigos o socializar demasiado. O, se levanta creyendo que Asbel le hablaría.
- ¿Sabes algo? – me dijo.
- ¿Qué cosa?
- ¡Me gustas!

La noticia me dejó paralizado. Era la primera. Persona que me decía una cosa como esa. Pase mucho tiempo pensando en que nadie se fijaría en mi. Lo primero que creí, es que era una broma.

- ¿Es una broma planeada con tus amigos? – fue lo primero que atiné a decir.
- ¡No! – dijo inmediatamente – te puedo asegurar que no es así. Me gustas y mucho. Y se que sientes lo mismo. No quería perder más tiempo.
- No se que creer, se han burlado de mi tantas veces que no tengo ni idea de creer lo que dices.
- Entiendo lo que quieres decir. Pero, ten por seguro que no te miento.

Sonaba muy sincero. Y a mi me gusta también. Pero tengo miedo. No sé qué responder. Seguramente E sabría como actuar.

- Si lo que dices es real, pues quiero que sepas que a mi también me gustas. – se lo dije mientras sonreía.
- ¿De verdad? – preguntó, algo confundido y con un sonrisa.
- ¡Claro que si!

Luego solo nos mirábamos mutuamente, mientras sonreíamos. Este chico es tan lindo. Tiene una sonrisa perfecta.

En seguida, se acercó E al auto. Yo me desmonte. No sin antes despedirme de Asbel.

- ¿Nos vemos mañana? – pregunté.
- ¿Podemos salir hoy? – me preguntó algo dudoso.
- Está bien.
- ¿Me das tu móvil, así te marco?

Le di mi número y emprendí la caminata con E. Y se lo que me esperaba. Mil preguntas por parte de E.
Ha sido un día verdaderamente genial. Y nada me lo podrá arruinar. O eso creo. No lo sé, la vida sorprende mucho.