Joaquín & Los Infiernos

CAPÍTULO N° 16 - "¡DE REGRESO AL INFIERNO! (PARTE 2/2)"

Y ahora me encuentro aquí. En el Infierno. Muchos dirán que es descabellado llamar a tu casa de esa forma. Pero este lugar, dejo de ser un hogar hace mucho tiempo.

- ¡Llegaste! – grita mi padre. Pero esta vez me produce mucho miedo. Y cuando digo mucho es mucho. Ni cuando me trato mal por ser gay sentí este temor.
- ¿Qué pasó? – pregunto, ni bien puedo pronunciar palabra alguna.
- ¡Cómo qué, ¿qué pasó?! – me da una bofetada. Algo había pasado, y no sé qué es.
- ¡Pero no entiendo de qué hablas! – le digo casi gritando y apunto de estallar en llanto.
- ¡Moderas tu puto vocabulario de mierda conmigo! – otra bofetada, pero esta vez más fuerte.
- ¡Ya basta! – grita mi hermana, quién se pone delante de mí, para que mi padre no me dé otra bofetada o intente hacerme algo.
- ¡Metiste! – grita mi padre – para ir hacer tus inmoralidades. ¿Quién era ese tipo con el que estabas en la plaza?, ¿es un enfermo que te quiere corromper, verdad?, Así que, o me dices de una puta vez quien era o te me largas para siempre. No puedo soportar tener un hijo maricón como tu. Solo das vergüenza a esta familia.
- ¡Ya basta, deja de comportarte como un animal, es mi hermano y no voy a permitir que le hagas algo! – grita otra vez mi hermana.
- ¡No es ningún enfermo! – le digo a mi padre. – el es mi novio.
- ¡No puedo creer! – grita mi madre, quién se pone a hacer un drama, como si fuera a desmayarse o algo por el estilo.
- ¡Vez eso maricón de mierda!, ¡vez que por tu culpa tu madre se pone mal! – me grita mi padre.
- ¡Si ustedes no me pueden aceptar es muy su problema! Yo no estoy enfermo, la homosexualidad no es ninguna enfermedad, y si lo fuera, no buscaría curarla, ¿sabes por qué?, ¡porque es genial vivir la vida a colores y no ser un puto amargado de mierda! – digo, enfrentando al mi padre.
- Vas a subir a tu cuarto y vas a alistar tus cosas. Buscaremos una clínica de sanación para que te puedan curar. – dice mi padre.
- ¡Ah si! – le digo enfrentándolo. – ¡te puedes meter tu clínica por el Culo! , yo no pienso ir a ninguna clínica de sanación, el que debería ir eres tu, por ser un ignorante de mierda.
- ¡Vete a la mierda! – grita mi padre. Empuja a mi hermana y arremete con fuerza en mi cara. Haciendo que caiga al piso. - ¡te me largas de esta casa, maricón de mierda!
Mi hermana empuja a mi padre y me ayuda a levantarme. Una vez de pie mi madre habló:
- ¿No quieres ver a tu familia feliz? – pregunta mi madre. – si lo quieres, pues acepta ingresar. Todo esto para que todos seamos felices. ¡Te puedes curar!, leí muchos testimonios de personas que sufrían de homosexualismo.
- ¿Homosexualismo? – preguntó.
- ¡Mamá! – grita mi hermana. – la homosexualidad no es una enfermedad, las preferencias sexuales no se pueden curar.
- No te preocupes hermana. Ya me dejaron en claro que aquí no soy bienvenido. Estaré bien

Subí corriendo a mi habitación. Llamo a E, ya que no quiero que Asbel venga, sería problemático. Mi padre le podría hacer algo.

- ¿J?, ¿estás bien?
- ¡E! – no puedo más y me suelto en llanto. – ¡mis padres no me quieren en casa, necesito tu ayuda!
- ¡Tranquilo!, iré por ti. Termina la comunicación.

Comienzo a alistar mis cosas. Guardo todo lo que puedo. De verdad no entiendo. ¿Por qué me tratan así?, solo quiero ser yo mismo. Y la verdad es que me da tanto coraje. No por mi, si no porque se que existen personas que como yo tienen miedo a vivir libres.

Pasan algunos minutos y bajo corriendo con mis cosas.

- ¿Joaquín, a donde irás? – pregunta mi hermana llorando.
- No te preocupes por mi, estaré bien. – le digo, mientras le sonrió.

Mis padres no dicen nada. Solo se dirigen a su habitación. Me duele, me duele mucho su indiferencia.
Algunos segundos, alguien toca la puerta. Mi hermana abre la puerta.

- ¡E! – grito de inmediato.
- ¡J!, ¿estas bien? – pregunta E.
- ¡SI! – le digo.
- ¡Estas sangrando! – me mira. – ¿qué te hizo ese animal?
- Estoy bien, ¿podemos irnos?
- ¡Tengo algo!, no me vayas a odiar.
Y enseguida veo a Asbel estacionado su carro y bajando de inmediato.
- ¡Asbel!, ¿Qué haces aquí?
- Yo lo llamé. – Dice E.
- ¿Por qué no me llamaste?
No respondo. Solo corro hacia el, y lo abrazo. Solo atino a llorar. A llorar con todas mis fuerzas. Necesitaba desahogarme de esa forma.
- Esta bien amor. – me consuela Asbel.
- Perdón, no quería que te hagan algo, mi padre nos vio en la plaza.
- ¿Espera, qué? – dice mi hermana.
- ¿No prestaste atención a lo que dijo mi padre? – le pregunto algo sorprendido.
- ¡Al principio no! – me dice. – pero no puede ser posible, mi padre no salió de casa para nada.
- ¿Y cómo explicas qué vio a J? – pregunta Asbel, algo confundido.
- ¿Hay algo raro, no les parece? – dice mi Hermana.
- Staisha, ¿estas segura de que tu padre no salió de casa? – pregunta E
- ¡Segura! – dice mi hermana.
- ¡Cómo haya sido!, ¿podemos irnos? , mis padres podrían salir en cualquier momento. – digo.
- ¡Si! – me dice Asbel.
E y Staisha me ayudaron a montar mis cosas en el carro de Asbel.
- ¿A dónde irás? – pregunta Staisha.
- ¡A mí casa! – grita Asbel.
- ¡No!, amor, claro que no, me daría mucha pena. No quiero ser una carga para ti ni para tus padres.
- ¡Nada de eso!, ellos ya saben. Vendrás conmigo.
- ¡Me sentiría mejor si vas con Asbel, además tus padres no conocen su casa, así no podrán buscarte. – dice E.
- ¡Estoy de acuerdo! – interviene mi hermana.
- Amor, tu no eres una carga. Sabes que quiero que estés bien. Mis padres aceptaron porque se dieron cuenta que soy feliz contigo y lo especial que eres. – me dice Asbel, quien me abraza.
- ¡Esta bien! – le digo, mientras me separó un poco y le doy un beso.
Me subí al carro. E vendrá con nosotros, lo llevaremos primero a su casa y luego pasaremos a la casa de Asbel.

Asbel me pasa su celular, y me dice que ponga algo de música. Cuando estoy triste, suelo escuchar Coldplay, así que hoy no será la excepción. Pongo primero: “FIX YOU”, seguida de: “YELLOW”, “THE SCIENTIST”, “PARADISE”, “EVERGLOW, “CLOCKS”, “HYMN FOR THE WEEKEND”, “IN MY PLACE”, “UP&UP” y finalmente: “DADDY”. Esta última, si la puse por la situación y mi estado de ánimo. La. Letra me conmueve mucho.