Todo ha pasado rápido. Hasta hace algunas horas estaba en el infierno, condenado a viví entre odio y poca tolerancia. Y ahora estoy en el auto de Asbel, dirigiéndome a su casa. Solo quiero abrazar a Asbel y llorar. Solo quiero estar a solas con él. Se que suena tonto, pero solo quiero llorar y sacar toda esta mierda con la que tengo que cargar.
- ¿Joaquín estas bien? – pregunta Asbel y me mira con cara de preocupación.
- Estoy bien, bueno, en realidad estoy cansado. – le digo. Trato de sonreír, pero sale mas como una mueca.Mentir es lo mío, digo, he fingido toda mi vida. Y ahora, en este momento que mas necesito fingir no puedo. En verdad no puedo. Tengo tantas ganas de mandar todo a la mierda.
Unos segundos más tarde, llegamos a la casa de Asbel, tengo mucha pena. No sé cómo sentirme, todo está mal, no tengo que ser una carga para nadie. No es justo para el resto lidiar con mis problemas. Los padres de Asbel están parados en la puerta. Asbel desciende del auto, yo hago lo mismo.
- Todo estará bien – me dice la mamá de Asbel, al mismo tiempo que me da un abrazo. Esto se siente bien, digo, no siempre encuentras personas tan buenas como ellos.
- Son muy amables al permitir que me quede en su casa. – digo apenado.
- ¡Nada de eso!, eres un chico genial, se que es difícil, pero todos va a pasar. Además, estas con nuestro hijo, eres parte de la familia. – Me dice el papá de Asbel.El Asbel y su padre, sacan todas las cosas del auto. Su madre me acompaña hasta la habitación, pregunta si tengo hambre, pero en realidad no tengo apetito de anda así que rechazo la oferta.
La madre de Asbel sale de la habitación al mismo tiempo que él ingresa. Ni bien cierra la puerta, atino a abrazarlo muy fuerte y soltarme en llanto. Sentí la necesidad de solo llorar, quería liberar todo, asimilar todo lo que estaba pasando.
– Todo va estar bien. – Escucho su voz, que repite esa frase en forma de consuelo. No tenía ganas de hablar, solo quería estar ahí, con él, a solas. No soportaba la idea de que mi mejor amigo me vea llorando o mi hermana. Pero estar con Asbel debilita todas mis fuerzas, soy más tierno y más sensible estando con él. No sé si sea normal, pero por alguna extraña razón no puedo fingir si esta cerca.- Entiendo lo que estas sintiendo J, pero nadie nos asegura que la vida va a ser fácil.
- Lo… lo… lo… se.., pero todo esto es una mierda. – respondo.
- Si que lo es, definitivamente la vida es una completa mirada muchas veces, pero veamos el lado bueno.
- ¿Lado bueno, es una puta broma verdad?
- ¡No!, me refiero, ahora ya no estas en ese lugar, ya no te seguirán lastimando ni insultando.
- ¡Si!, pero ahora soy una carga para ti y para tus padres.
- ¡Son tonterías!, olvida eso, ahora solo concéntrate en que ahora estas bien y en un lugar donde te aceptan tal y como eres. – me mira. – además, estás conmigo, tu apuesto novio – está última frase lo dice riéndose y arqueado las cejas, algo que me hace reír también.Me besa, y toma mi mano. Nos recostamos en la cama, cara a cara. Comienzo a acariciar su rostro. Lo veo y recién me doy cuenta y comprendo lo que E quería decir con: “No Hay Mal Que Por Bien No Venga”. Siempre creí que la frase era una mierda, una tontería sin lógica. Como alguien que literalmente está condenado a vivir en un infierno puede esperar que vendrá algo bueno para su vida. Claro está que esa idea desapareció cuando Asbel llegó a mi vida y con cada cosa que le aportó a mi forma de pensar y ver al mundo, en especial, mi forma de ver a la vida.
El ciclo sin fin puede ser una gran mierda. Pero siempre habrá algo que te haga tener una esperanza. Creer que quizás algo puede mejorar. Que en algún momento – por más pequeño que sea – habrá felicidad.
- ¿Te parece si bajamos por algo de comida? – pregunta Asbel.
- No tengo mucha hambre.
- ¡Vamos!, tienes que comer algo.
- ¡Esta bien!
- ¡Ok!, pero el que llega más rápido gana y el que pierde tiene que hacer todo lo que él ganador le pida por un día. – me dice muestras abre la puerta y sale de prisa de la habitación.
- ¡Eso es trampa! – le digo mientras lo sigo.Bajamos rápidamente las escaleras. Claramente ganó él, ¡es un tramposo!
- Bien, entonces ahora serás mi eslavo por un día – dice, tratando de recuperar el aliento.
- ¡Eso es trampa!
- Eso no es trampa.
- ¿Entonces como se llama eso?
- Habilidad J.
- Ja, ja – digo con ironía.Termino de hablar, cuando de la nada comienzo a escuchar una carcajada. Quedé asustado y avergonzado al darme cuenta que era la madre de Asbel.
- Lo lamento – dice – parecerían dos niños peleando, algo que me causó mucha gracia.
- ¡Mamá! – dice Asbel muy avergonzado. Por mí parte veo a Asbel y comienzo a reír, algo su madre inmediatamente me siguió para luego se una Asbel. Los 3 estábamos riéndonos.- ¿Qué pasa? – pregunta el padre de Asbel, quien sale de la cocina.
- ¡Es que avergoncé a los chicos! – responde la mamá de Asbel.
- ¡Mamá! – vuelve a decir Asbel. Haciendo que todos riamos.¡Y ahí está!, un momento de felicidad después de una desgracia. ¡Pero no sé alegren mucho!, la felicidad no es eterna. Después de todo, ¿quién hizo la llamada?
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Joaquín & Los Infiernos
RandomJoaquín es un estudiante que se siente distinto. Siempre trata de estar contento en el colegio y más cuando está en compañía de su mejor amigo, sin embargo sus compañeros de clase se han encargado de arruinar la poca paz y felicidad que le queda. Ah...