10~Un beso tuyo.

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Despeté y era ya viernes. Había dormido desde las ocho de la tarde. Eran las siete de la mañana cuando bajé a mi habitación, mis padres dormían. Encendí la lamparita de la mesita de noche y me senté en la cama. Quería dormir pero no tenía sueño, así que subí al ático y volví a bajar a mi habitación con las dos cajas de la estantería rota. Las abrí. Que recuerdos... Parecía ayer cuando me ponía aquellas zapatillas de ballet. ¿Por qué lo dejaría? ¿Como fui tan estúpida? No lo sé.

A continuación abrí la otra caja. Aquella era la importante. De repente vinieron a mi cabeza una multitud de recuerdos. Mientras miraba todas aquellas fotografías una lágrima cayó por mi mejilla. Sólo un año fuimos amigos, pero fue un año que quisiera o no recordaría para siempre, porque fue un amigp especial, con derecho a roze. Aquel año que cambió mi vida y al mismo tiempo me cambió a mi. ¿Qué habrá sido de Jonan? No lo sé, porque no mantuvimos el contacto, ya que yo no tenía móbil ni nada por entonces... Una pena no saber nada de él, y encima me atormenta en sueños...

Finalmente decidí vestirme i ir a dar un paseo. Me puse unos shorts y una camiseta con el logo de coca-cola y me calzé mis nike. Salí a la calle y no había demasiada gente. Caminé hasta llegar al parque, dónde me senté en uno de los columplios.

De repenté noté como alguien se acercaba a mí por detrás.

-¿Qué haces aquí? -le pregunté.

-He ido a correr y te he visto. -me repondió.

Decía la verdad, pues tenía las mejillas rojas y su respiración era agitada.

-Oye, mañana a las nueve hemos quedado en la estación para ir a Valencia. ¿Vendrás? -dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Por supuesto.

-Me hace ilusión presentarte a mi primo Carlos. Además pasaremos un día de lo más divertido.

Reí.

-¿Te gustó?-dijo Marcos.

-¿El qué? -pregunté extrañada.

-¿Qué va a ser? El beso.

-Ah, el beso... -recordé aquel momento- No te voy a mentir, me encantó.

Marcos rió y se sentó en el columpio de al lado.

-Pues yo quiero saber como es uno tuyo.

Al oír aquello me puse roja como un tomate, pero fuí decidida. El corazón me decía que lo hiciera, y por una vez le hize caso.

Me levanté y me senté encima de Marcos, y le regalé un beso. Cuando éste terminó:

-Guau. -dijo- Tu sí sabes dar besos Cris.

-¡Ay no digas eso! -contesté girando la cabeza para que no me viera mis mejillas, que estaban ardiendo.

-¿Porqué te escondes Cris? Deja que vea tu carita.

Reí. -Que noooo. -dije.

-Jaja. Está bien, como tú quieras.

Reparé entonces que esta sentada encima de él, y me levanté bruscamente y me senté en el columpio. Hubo un silencio incómodo, pero Marcos se encargó de romperlo.

-Hey, Cris.

-Dime Marquitos. Jajaja.

- Se me olvidó ayer preguntarte algo.

-Dime el qué.

-Vale. ¿Quieres ser mi novia?

-Marcos, es muy precipitado, aunque sé que me quieres. Pero sabes que esto es complicado para mí, y no me gustaría empezar algo así tan precipitado. Quiero conocerte, y cuando lo haya echo, seré tu novia. Mientras, puedes considerarme una amiga con derecho a roze, ¿vale?

-Me parece bien, siempre y cuando seamos algo entre amigos y pareja.

-Eso es a lo que me refiero. Recuerda, te quiero.

-Y yo a tí, pequeña. ¿Quieres que pasemos a por Ariana? Vive aquí cerca.

-¡De acuerdo! Me cayó muy bien cuando la conocí.

Así que nos levantamos de los columpios y fuimos a por Ariana.

Cuando salga el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora