-Cuánto tiempo sin verte pequeña. -dijo el chico.
-Yo también me alegro de verte, Jonan. -le contesté.
-Te he echado mucho de menos. -dijo mirándome con sus ojos cafés.
-No sé nada de tí en años. No diste ninguna señal de vida. -dije muy seria.
-No podía pequeña, entiéndelo, te fuiste muy lejos y no tenía ningún contacto. Yo porque aún sabía que te ibas, pero a Gema y Sandra les diste un gran disgusto. -explicó Jonan- Pero hace unos días te llamé. Y no contestaste.
-¿Cómo? ¿Eras tu? Madre mía... Déjame en paz porfavor. -dije mientras me iba, pero me cojió el brazo.
-Cristina, yo...
-¡Oye tú! ¡Déjala! -dijo Marcos que había aparecido de la nada y había visto que Jonan me tenía cojida del brazo- ¿Quien eres? -le preguntó separándome de él.
-Soy un viejo amigo de Cristina. Y estamos hablando, ¿te importa?
-Pues yo no veo que ella quisiera hablar contigo. -dijo serio.
-¿Y tu que sabrás si quiere o no?
-¡Chicos parad! -dije yo tratando de poner paz, porque la gente que pasaba se quedaba mirando.
-Oye, deja en paz a Cristina, ¿vale? La estabas cojiendo por el brazo por algo. No sé quien eres pero sé que ella no quería hablar contigo.
-Ah, vale Cristina, ya lo entiendo. -dijo Jonan de repente y dió media vuelta.
-¡Pero Jonan espera! -dije mientras iba detrás de él.
-Cristina deja a ese personaje, vamos. -dijo Marcos.
- ¡Que no! -grité llorando porque ya no sabía que hacer- ¡Es Jonan!, ¿vale? Llevo dos años sin verle, déjame hablar con él.
-Ah. -dijo Marcos- Está bien, te espero aquí. No tardes.
Me fui corriendo fuera de la estación y ví a Jonan parado en un semáforo.
-Jonan tengo que hablar contigo.
-¿De qué? Dime, ¿me ves cara de tonto?
-No, ¿por?
-¿Crees que no me he dado cuenta? Sé que ese idiota de ahí es tu novio.
-En eso te equivocas, ¿vale? Y no le llames idiota. -dije- ¿Y que pasaría si fuera mi novio?
-Nada, que si fuera tu novio yo sería un inutil por haber vendio aquí.
-¿De qué estas hablando? -dije confusa.
-Ahora no es momento de dar explicaciones. Te llamaré esta noche y hablaremos.-dijo- Si me cojes el telefono esta vez, claro...
-Lo cojeré. Perdona por todo Jonan. -dije triste.
Jonan sonrió. -Adiós fea. -dijo.
-Adiós, Jonan.
Entonces dí media vuelta y me marché con Marcos. Subimos al tren para volver al pueblo, y de camino estubimos hablando.
-Así que ese es el tal Jonan que tanto te ha echo sufrir, ¿no? -dijo Marcos de repente.
-Ajá. Ese era Jonan. -dije yo.
-No lo entiendo Cristina. -dijo- No entiendo como te has ido detrás de él después de lo mal que lo has pasado.
-Yo tampoco lo sé, Marcos. Solo que al irse así me ha sabido mal.
-¿Que te ha dicho fuera de la estación?
-Se ha creído que eras mi novio.
-Ah. -dijo- ¿Y tu que le has dicho?
-Que no, pero le he preguntado que que pasaría si lo fueras. Y me ha dicho que entonces él sería un inutil.
-Ah. -dijo Marcos.
Apoyé mi cabeza en su hombro y él pasó su brazo por mi espalda rodeándome. Pasaron unos minutos hasta llegar a la estación. Entonces Marcos me llevó en moto hasta mi casa. Miré mi iPhone y ví que eran las diez y que tenía algunas llamadas de mi madre. Bajé de la moto y cuando iba a entrar por la puerta de mi casa...
-Oye Cris, ¿puedo hacerte una pregunta sin que te enfades? -me preguntó Marcos.
-Claro, venga. -repondí dejando la mochila en el suelo y acercándome a él.
-¿Pasó algo más con ese tipo que yo no sepa?
-Entre nosotros no pasó nada de lo que tengas que preocuparte. -le contesté mientras le daba un beso en los labios.
-Te quiero Cris.
-Y yo a tí. Hasta mañana.
-Adiós. Que duermas bien. -dijo.
Sonreí, dí media vuelta y entré en mi casa.
ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICO A MI PEQUE InmaReverte
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Cuando salga el sol
Roman d'amourEsta es la historia de una chica que desde pequeña nunca ha tenido amigos de verdad. Ha pasado por diversos colegios e institutos a causa del trabajo de sus padres, y justo cuando todo parecía estar perdido, Cristina encuentra a alguien que hace que...