La tarde del día de nochebuena, una chica morena caminaba por las calles de aquella ciudad. Iba vestida con unos pantalones negros, una camisa de color rojo oscuro y encima una chaqueta de cuero negra. Estaba concentrada en sus pensamientos, tanto que lo único que oía era el sonido de las hojas caídas de los árboles cuando sus botas las pisaban.
Después de quinze minutos caminando llega porfin al portal de una bonita casa con la fachada de madera. Llama al timbe y abre un chico que parece ser mayor que ella y va vestido con unos vaqueros negros ajustados y un jersey azul oscuro.
-¡Por fin! Llevo media hora esperándote, bebé. -dice el chico.
-Lo siento, es que no encontraba la plancha del pelo, y ya sabes que pintas tengo si no me plancho el pelo...
-Por esta vez te perdono, pero no habrá otras. -dice mientras ríe.
Los dos adolescentes empiezan a poner la mesa para la cena que harán con sus amigos. Al chico no le costó demasiado convencer a sus padres para que le dejaran hacer la cena mientras ellos y los padres de la chica estaban de viaje, pero a la chica sí le costó convencer a los suyos para poder quedarse a dormir en casa de su mejor amigo.
Una hora después, a las ocho, ya han terminado con los preparativos. El chico enciende las luces del árbol de navidad y las demás que adornan la casa en esa noche mágica.
Los dos se sientan en el amplio sofá que hay delante de el fuego que hace que la casa se mantenga caliente y mientras esperan a los otros cuatro juegan una partida de cartas.
A las ocho y media suena el timbre. Es la chica quien abre y ve a sus dos mejores amigas.
-¡Feliz navidad! -dicen Sandra y Gema al mismo tiempo que se echan encima de la chica y la abrazan.
-Feliz navidad a vosotras dos también y, ¡qué guapas os habéis puesto! -dijo Cristina.
-Esque esta noche es especial... había que arreglarse para la ocasión. -dijo Sandra mientras se quitaba el gorro de lana que llevaba puesto.
-Es verdad. -dijo Gema- ¡Ay tia! ¿Sabes qué?
-¿Que ocurre?
-A las diez y media sale nuestro Abraham Mateo en TVE 1. -dijo Gema.
-¿No jodas, tia? -dijo Cristina alterada.
-¡Es verdad! Nuestro señorito va a cantar Girlfriend. -dijo Sandra saltando de alegría.
-¡Qué fuerte! -dijo Cristina tan entusiasmada como las demás chicas.
Entraron entonces al comedor dónde estaba Jonan.
-¡Hey chicas! ¡Feliz navidad! -exclamó el chico- ¿Qué tal estáis? Qué bien os veo.
-Feliz navidad, Jonan. Que emocionante pasar las navidades con los amigos. -contestó Sandra.
-Es verdad. -intervinió Gema- Que suerte que vuestros padres se hayan ido de viaje todos juntos, os lo estaréis pasando muy bien.
-Sí. Hoy me quedo a dormir aquí. -dijo Cristina emocionada.
- ¡Uy! ¡A ver que hacéis, eh! -exclamaron las amigas de Cristina.
-Hay que ver que mal pensadas sóis, chicas, que Cristina es mi mehor amiga... -respondió Jonan.
-Creo que justo por eso lo decían, Jonan... -insinuó Cristina entre dientes.
En ese instante volvió a sonar el timbre de la casa. En esta ocasión fue a abrir Jonan mientras las chicas hablaban de sus cosas.
-¡Hey, chicos! -dijo Jonan al ver a Raúl y Jesús.
-¡Uff! ¡Qué frío que hace hoy! -dijo Jesús- ¡Ah! Feliz navidad Jonan.
-Feliz navidad, Jesús. -respondió el chico- A tí también Raúl.
- Igualmente. -contestó Raúl- Bueno, vamos a cenar, ¿no?
-Por supuesto, las chicas ya están dentro y la cena está servida. -dijo Jonan.
Los tres chicos entran en el comedor de la casa y saludan a las chicas. Después empiezan a cenar. En la mesa había un plato con ensaladilla, otro con gambas, otro con pollo y una bandeja con una selección de quesos y jamón. Cada uno se servía lo que quería. En terminar, comieron el postre: tarta de chocolate que habían hecho Cristina y Jonan y turrón.
A las diez y media justo, terminaron de recojer todo. Se sentaron todos en el enorme sofá y Gema puso la televisión. Nada más poner el canal, salió el ídolo de las tres chicas cantando su nuevo tema, y ellas empezaron a cantar:
"Cuando la ví supe que sería para mí. No se que hacer y si ella me dice que no. Con ella puedo reír, soy el más feliz del universo. Cuando ella no está no puedo pensar, no me puedo concentrar."
-Bueno chicas, ahora que ya habéis disfrutado de vuesto Abraham, ¿qué tal si vemos una película? -propuso Raúl.
-¡Genial! ¿Qué películas tienes, Jonan? -preguntó Sandra.
-Tengo muchas, ya lo sabéis, ¿de qué queréis ver? -respondió Jonan
-¡Una romántica! -gritaron las chicas a la vez.
-No, romántica no. -dijo Jesús- Que esas solo os gustan a vosotras, y los demás tenemos que aguantarnos...
-Pero la última vez nos tragamos Transformers, nosotras. -se contrapuso Cristina- ¡Nos toca!
-En eso tienen razón, chicos. -reconozió Jonan- Vamos a ver, tengo las siguientes, elegid: Tres metros sobre el cielo, Crepúsculo, Los juegos del hambre, Holidays, Tengo ganas de tí, Bajo la misma estrella...
-Yo voto por ver Crepúsculo, y ya de paso vemos las otras si queréis. -propuso Cristina.
-A mi me da igual, cualquiera de las que ha dicho Jonan están bien. -dijo Gema.
-Crepúsculo está bien. -dijo Sandra.
-Pues nada, vemos esa. -dijo Raúl.
El grupo de amigos empezó a ver la película. Hubieron risas y también alguna lágrima. Jonan, Cristina, Raúl y Sandra estaban en un sofá. A Jesús y Gema les había tocado el otro sofá. Estaban tapados todos con una enorme manta, bien calentitos. En el final de la película, Jonan susurró algo al oído de Cristina, y ésta se giró rápidamente y vió que su amiga Sandra estaba besando a Raúl. Cristina se lo esperaba, últimamente los notaba demasiado unidos...
En terminar la película se fueron todos a sus casas. Eran las dos de la madrugada cuando Jonan se acostó. Dormiría muy amplio esta noche en la cama de sus padres, pues Cristina estaba en su habitación porque era la menos fría de la casa, y Jonan no quería que la chica pasara frío.
Aproximadamente a las cinco de la madrugada, una chica vestida con un pijama de Mickey Mouse entró en la habitació donde estaba durmiendo el chico y se acostó a su lado. Éste se dió cuenta de que estaba allí.
-¡Hey! ¿Ocurre algo, pequeña? -preguntó Jonan a Cristina.
-No, nada. Es que no puedo conciliar el sueño, bebé. -respondió ésta.
-Anda, ven aquí, fea. -dijo Jonan pasando su brazo por detrás de Cristina.
-Gracias Jonan. No me arrepiento de haber venido a dormir aquí, ¿sabes? No quería dormir sola en Nochebuena. Te quiero.
Jonan rió- Y yo a tí, pequeñaja.
-Ya, pero yo a tí te quiero de verdad. -dijo Crsitina seria.
-¿De verdad? No me lo esperaba. -dijo el chico sorprendido- Mírame, anda.
Cristina miró a Jonan, y entonces él le dió un beso suave en los labios.
-Yo te he querido desde siempre.
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Cuando salga el sol
RomanceEsta es la historia de una chica que desde pequeña nunca ha tenido amigos de verdad. Ha pasado por diversos colegios e institutos a causa del trabajo de sus padres, y justo cuando todo parecía estar perdido, Cristina encuentra a alguien que hace que...