•Kimetsu~no~yaiba• One-Shots♡ *En Pausa*

♡Sanemi Shinazugawa♡

  "La vida es el arte de dibujar,pero sin borrar."

*Este capítulo contiene spoiler del manga*

El pilar del viento, junto a otros pilares y cazadores sobrevivientes llegaron con la cara destrozada y el alma rota tras la ardua batalla contra Muzan, fue una noche larga y dificil para todos.

En la finca mariposa [los que no fuimos a la batalla] esperabamos ansiosos por la llegada de los sobrevivientes, y en cuánto los vimos entrar a la residencia, la tristeza por los caídos también nos invadió.

— ¿Shinobu-sensei?, ¿Dónde está Shinobu-sensei?—preguntaba Aoi tomando a Kanao por los hombros.

Aparté la mirada para buscar al pilar del viento.
Él es el único que podría responder a mi inquietud.

Caminé a pasos apresurados y logré alcanzarlo antes de que entrara a una de las habitaciones de la finca.
Agarré su brazo con fuerza, debería de temer alguna reacción irritada por su parte, pero para mi sorpresa, él solo agachó la mirada.

— Shinazugawa-san—murmuré—, ¿dónde está Genya-kun?.

Sentí su cuerpo temblar, mi pecho comenzó a doler ante la sospecha.
Tras unos minutos de silencio, Sanemi dio media vuelta para verme directamente a los ojos.

Los suyos se encontraban rojos e hinchados por tanto llorar, el verlo así me causaba aún más daño.

— Él...Genya murió, _____. Durante la batalla contra la primera luna superior—susurró mordiendo su labio ahogando un llanto desgarrador—. Murió siendo lo que más detesto, él se fue siendo un demonio.

Solté el agarre de Sanemi, me sentí devastada por lo que él acababa de decir. Genya; ese chico tan tímido y cohibido con las chicas, el cual siempre luchó por recibir una sonrisa de su hermano, ha muerto.

Y es que nosotros tres nos conocemos desde la infancia, mi familia vivía junto a la de los hermanos Shinazugawa. El día en que su madre fue convertida en demonio y asesinó a todos sus hijos [o la mayoría] no terminó allí, pues luego siguió con mis padres y mi hermano menor.
Fue gracias a Sanemi que estoy viva, pero Genya no lo veía así, al menos no antes.

Entré a la organización de cazadores gracias al dificil entrenamiento de Sanemi, él ya se había vuelto pilar cuando decidí ingresar a los cazadores.
Genya trató de acercarse a él de la misma forma que yo, pero su hermano mayor ya no quería nada con él rechazando una y otra vez sus intentos.

— Lo siento—murmuró escondiendo el rostro usando su antebrazo.

— Yo debería decir eso—susurré con el alma dolida—. Genya te amaba más que a nada en éste mundo, debes saberlo.

— Soy una mierda de persona—murmuró entre dientes. La tristeza que invadía su cuerpo le pasó cuenta, cayó sobre sus rodillas en silencio, ni siquiera le importó la presencia de los otros cazadores. El pilar del viento por primera vez dejaba salir sus emociones.

Sin dudarlo, me puse de cuclillas para quedar a su altura.
Extendí mis brazos buscando su cuerpo y tras alcanzarlo hice lo que alguna vez me pareció imposible; lo abracé.

Sanemi escondió su rostro en mi hombro dejando florecer lo que sentía, acaricié su espalda para que sintiera mi calor. Mordí mis ganas de llorar para ser yo quién soportara su tristeza.

— Todos cometemos errores—susurre despacio—, pero eso es parte de lo que significa ser persona. Lo valioso es cómo enfrentaras aquello para seguir viviendo.

Su llanto comenzó a bajar poco a poco, sentí como su cuerpo volvía a relajarse. Parecía ya empezar a resignarse y aceptar la muerte de su hermano menor.