•Kimetsu~no~yaiba• One-Shots♡ *En Pausa*

♡Kanae Kochou♡

"Todos tenemos un par de alas preparadas; por sí encontramos el cielo idóneo para volar."

Un día más con mi familia, y no es que lo diga como sí fuese un gran acierto, al contrario.
Tengo unos padres que han vendido mi cuerpo desde los ocho años [actualmente tengo 13 años] a los distintos hombres que vienen de paso a nuestro pueblo. Lo peor de todo, es que sí trato de negarme recibo golpes, y no solo por parte del cliente, sino, que mis padres también se molestan conmigo y me golpean por ello.

— ¡_____!—la voz de mi madre llegó a mis oídos de forma amenazante, ella estaba en la entrada de nuestro hogar mientras que yo "descansaba" en el pequeño patio que tenemos.

Me puse de pie rápido, en estos días ya no me interesa siquiera intentar defenderme. Comencé a crear una especie de terror hacia mis padres, lo que ellos deciden para mí; serán ordenes.

— Ven, tenemos visitas—dijo esto último arqueando una ceja, frente a ella debajo de la puerta se encontraba un muchacho de gran cuerpo. Cabello rubio con puntas rojas y ojos de mismo color, se encontraba cruzado de brazos con la mirada tensa.

Asentí en silencio, supuse a lo que se refería cuando dijo "visitas".

— Pase, por favor—dijo la mujer mientras se hacia a un lado invitandolo a entrar. Pero el hombre sin cambiar su rostro, centró sus ojos en los míos con suma atención.

— Me gustaría llevarla a otro lugar—dijo entredientes—, puedo pagarle el doble.

Pude ver como los ojos de ella se iluminaron de forma radiante por la propuesta del hombre, sentí un nudo en el estomago por la propuesta.
Han sido pocas las veces en que un cliente me lleva fuera de casa, y esas son las más dolorosas.

— Está bien—respondió ella sin titubear—. Pero debe volver en un estado presentable, ya sabe lo que diran los vecinos sí se dan cuenta de lo que sucede aquí.

Cómo sí les importara realmente...

El hombre dio media vuelta tras entregarle el dinero a ella, comencé a seguir sus pasos cuando me invitó con la mirada a salir de allí.

Por alguna razón, ésta vez al salir de casa sentí un aire fresco llenar mis pulmones. A diferencia de otras veces, algo en mí se despejaba y pensaba que ésta vez sería distinto.

Quizás pueda escapar...

Caminaba detrás del rubio en silencio, él lo hacía aún con sus brazos cruzados.
A ratos, sentía su mirada sobre mí, quizás asegurandose de que siguiera aún con él.

Una vez lejos de casa, nos adentramos a un profundo bosque.
Era nuevo territorio para mí, no pude evitar sentirme ansiosa ante la ausencia de otras personas. Pero, también podría ser una buena oportunidad para escapar.

— No es buena idea—dijo sorprendiendome—. Puedes confiar en mí.

— Ya no confío en los hombres—respondí deteniendo mi andar.

— Entonces—una voz femenina apareció tras de mí—, puedes confiar en mí.

Di media vuelta buscando rápido a la nueva voz que aparecía entre nosotros.
Allí, una muchacha de cabello negro y largo con suaves ojos color lila y rosa.
Llevaba dos mariposas en su cabello de forma delicada y femenina, además de una sonrisa suave dibujada en sus labios provocaba que mi pecho sintiera un extraño calor.

— ¿Quienes son ustedes?—pregunté con la voz entrecortada, sus extrañas apariencias era lo que más me preocupaba.

— He estado investigando sobre tu familia—habló la chica mientras se acercaba aún más a mí—. Le pedí ayuda a mi amigo para sacarte de allí, no dejarían que yo te "comprara".