Me encontraba en mi habitación preparándome para mi cita con Jason. Me vestí con un jean engomado de color negro, mis convers blancas y arriba un top color cremita. Me planche el pelo y me maquille solo con mascara de pestañas, una fina raya sobre mi ojo y ya estaba lista.
Me puse perfume y luego tome mi bolso poniendo todo lo necesario allí. Cuando termine mi celular empezó a sonar, lo tome y vi que era Jason quien me estaba llamando.
-Hola. -le digo mientras salia de mi habitación.
-Estoy abajo Jen, baja. -me dice con su típica voz ronca y gruesa.
-Okey, ya estoy saliendo, nos vemos. -corto la llamada y salgo del departamento. Cuando el ascensor abrió sus puertas, salí hacia afuera y vi a Jason recargado en su auto. Me acerque a el con una sonrisa y le di un beso en los labios a lo que el me correspondió.
-Bien, vamos. -me dice dándome una palmada en el culo cuando me di vuelta.
-Ey. -le grite mientras me reía por la impresión del momento ya que no me lo esperaba. Me abrió la puerta del auto y me monte en el. Mientras nos dirigíamos a quien sabe donde ya que estuve preguntándole a Jason parte del camino pero no había logrado que me suelte información.
-Bien, ya llegamos señorita impaciente. -me dice mientras estacionaba el auto en frente de un comedor con decoraciones Italianas.
-No hubiese estado de ese modo si me decías a donde me estabas llevando. -le digo rodando los ojos con una pequeña sonrisa reflejada en mi rostro.
Entramos y nos ubicamos en una mesa para dos al lado del ventanal que daba a la calle, unos minutos después llego una chica morena a tomar nuestro pedido. No podía pasar el hecho de que la chica me estaba ignorando, parece que solamente existía Jason en la mesa, algo que me molesto demasiado.
-Bien, enseguida le traigo los pedidos. -dice con una hermosa sonrisa. Jason asiente sin decir nada mas y me mira. No iba a negar que la chica no era hermosa porque si lo era y demasiado. Sin decir nada corrí mi vista y la fije en la ventana que teníamos a un lado.
-Tranquila, solo hay Jason para una sola por hoy y esa sos vos. -me dice riendo.
-A osea que cuando me dejes en mi casa ya va haber Jason para otras? -le digo enojada. Larga un bufido y se despeina el cabello con su mano tratando de aliviar el enojo, creo yo.
-Jenna, no empecemos. -me dice con un tono medio tranquilo.
-Que no empecemos que, solo te enterraste.
-Bueno ya, lo siento no me quise expresar de esa forma. -me dice alterado.
-No pasa nada, ya esta. -le digo dejando el tema de lado ya que no tenia ganas de pelear.
Nos quedamos en un incomodo silencio por un rato hasta que la misma morena nos trajo la comida, volvió a coquetear en frente de Jason. Rodee los ojos y solté un gruñido muy bajo pero ambos escucharon.
Sin decir nada me dedique a comer mi milanesa con papas fritas, Jason hizo lo mismo y por unos largos minutos no hablamos.
-Vas a ir a la pelea al final? -me dice cortando con el silencio.
-Si los chicos van si, no pienso ir sola. -le digo dejando lo pasado a un lado.
-Si, seguramente vayan. Nunca se pierden ninguna.
-Bueno entonces ahí estaré.- le digo con una pequeña sonrisa en mis labios. Asiente con una sonrisa mientras se dedica a terminar de comer.
Una vez que terminamos de comer, Jason va a la caja a pagar y no puedo evitar ver como la morocha de hoy le entrega un pequeño papelito que Jason toma con gusto. Rodeo mis ojos y me dedico a salir del lugar y caminar hacia el auto enfadada, estábamos en una cita, porque tenia que ser todo el tiempo así, por lo menos que finja delante mio.
Es horrible la sensación de ver al chico con el que estas mirando a otra chica. Por mas confundido que este, que haga esto lastima de verdad y mucho. Me sentía insuficiente, insuficiente porque no era capaz de acaparar toda la atención ni siquiera del chico que me invito a salir. La baja autoestima que había dejado atrás hace tiempo vuelve a surgir en mi ser y con ella las ganas de tirarme en mi cama a llorar.
Espero a que Jason destrabe el auto y no le doy tiempo para acercarse a abrir la puerta ya que me adelanto y me meto en el auto cerrando fuertemente la puerta.
-Mierda Jenna, a la puerta la hiciste giratoria. -dice enojado mientras arrancaba el coche.
-Si? mira que bueno. -le digo sarcásticamente. Me mira para luego soltar un fuerte resoplido y tomar con fuerza el volante haciendo que sus nudillos se pongan blancos. -Llévame a casa. -le digo luego de unos minutos, el me mira y sin decir nada acelera un poco mas el coche.
Cuando empiezo a prestar atención al camino, veo que ese no era mi barrio, era el suyo. -Dije que me llevaras a mi casa no a la tuya. -le digo con el enojo nuevamente creciendo en mi.
-Si ya escuche lo que dijiste, pero quiero que estemos en casa un rato mas.
-Para que mierda queres que me quede Jason. -le digo sin entender y enojada. No lo entendía en verdad.
-Ya basta Jenna, pareces una cría con tus estupideces. -me dice bruscamente a lo que me quedo callada observándolo.
-Una cría? me estas jodiendo Jason? me invitaste a salir y andas aceptando numero telefónicos delante de mi nariz. La verdad que no se si sos estúpido o que. -le digo casi gritando del enojo que tenia dentro.
-Ya basta por dios, no puede ser que te moleste todo, al fin y al cabo no somos nada Jenna.-me dice frenando el auto de un golpe haciendo que me vaya hacia delante.
-Bien, olvídate de que te vaya a ver pelear y olvídate de que me vas a tener en tu cama para cuando vos tengas ganas de cojerme, me canse de que te hagas el que tiene sentimientos y ni siquiera te podes aclarar algo en la cabeza. Vos sos el confundido acá, yo no soy ninguna loca. -salgo del auto con toda la furia y cierro la puerta con fuerza. Comienzo a caminar y escucho que me estaba llamando, ignorándolo tomo mi teléfono para pedir un taxi.
Me quedo sentada en un banco que había a esperar el taxi, a lo lejos lo veo venir caminando rápidamente. Rodeo los ojos y espero a que llegue.
-Jenna tenemos que hablar. -me dice enojado.
-No Jason, hasta que no te aclares en la cabeza lo que queres yo no quiero saber nada de vos, no puedo seguir soportando que me lastimes así porque yo en verdad si siento algo por vos. -le digo. Justo cuando termino de hablar llega el taxi. Esquivo a Jason y me subo rápidamente viendo como se queda ahí parado viéndome con tristeza.
Al llegar a mi casa, me desmorono y comienzo a llorar, aguante todo hasta hoy, ya no podía. Sabia que Jason me hacia mal pero seguía tratando de cambiarlo. Nunca me había sentido tan poca cosa, que tonta fui al acostarme con el, era eso lo que el quería, nada mas.
Seguí llorando por un largo rato hasta que me quede dormida abrazada a mi almohada.
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JASON
Ficção AdolescenteEs posible que una persona tan celosa y posesiva como el pueda cambiar? O una chico tan mujeriego como el siente cabeza con una chica como Jenna?