El invierno eterno de tu corazón.

7. Océano

Vagando por las olas,

no puedo saciar mi sed porque

descansando sobre espumas de sal

la tormenta se acerca,

las nubes son oscuras y el sonido estruendoso de un trueno asusta.

En especial si estas en un océano de personas 

con el riesgo de que un rayo te impacte.

En la inmensidad las sirenas intentan salvarse 

pero se ahogan en sangre, dolor y lágrimas.

Escuché que ahora naufragas entre otros cuerpos,

vas de costa en costa, 

de bahía en bahía,

buscando alguien que pueda calentar ese corazón,

porque aparentemente yo no pude, 

pero lo que no sabes es que el océano es frío.

Conviertes tu ira en huracanes internos,

y solo dejas que las personas vean apenas una pequeña brisa.

Mientras tanto, yo pido ayuda con señales que aparentemente nadie puede ver,

aparentemente es una tormenta invisible o muda.

No hay salvavidas y la oscuridad en el cielo se ve tenebrosa y me absorbe

Me absorbe hasta hacerme desaparecer.

¿Dónde estoy ahora, oscuridad infinita?

-S.M Doufor