24. Los Siete Pecados Capitales (Pt.7)

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Soberbia

Sola. 

Sola estoy mucho mejor que con esos hipócritas que se hicieron llamar mis amigos, que te dicen lo que te dicen porque "te aman" o porque realmente te odian. Mi apariencia en aquella época fue un reflejo de lo equivocada que estaba por juntarme con aquellas personas, si es que se las puede llamar así. Mi mente por mucho tiempo quedo atrapada en esos segundos de ruina, donde destrozaban mi castillo de cristal. 

Un día desperté y me mire al espejo, vi caos y traspasé mi reflejo. Cambie mi apariencia, mi manera de pensar, cambie todo de mi, no para agradarle al resto, sino para alejarme del resto, ahora soy mejor que nadie, nadie me supera. Belleza, talento, deportes, en todo soy la mejor y no me avergüenzo en demostrarlo, no me molesta presumirlo, eso me ha dejado sola, no tengo amigos ni familia, pero para qué los querría, ellos me arruinaron en un principio.

 Alguna vez escuche que todo debe de estar mal para que realmente mejore. No necesito a nadie y no quiero a nadie, nunca los querré, me ahogare sola en mi perfección. Ya nadie puede hacerme daño en esta armadura inquebrantable. Ya no necesito maquillaje para cubrir imperfecciones porque no existen, ni quedarme callada fingiendo saber, ahora soy una maldita enciclopedia, ya no tengo que cubrirme del sol por miedo a no brillar lo suficiente, ahora yo soy la luz de la Tierra. Todos quieren ser mi espejo, imitarme. Pero cariño, como yo no hay dos, mi vieja yo fue solo un espejismo, esta es la verdadera yo.

Han pasado algunos años desde que tomé la decisión de que no necesito a nadie para ser feliz ya que yo soy perfecta y tengo todo lo que necesito. Pero todas las mañanas me despierto sola en un departamento enorme y una cama king size sin un acompañante que me abrace por la espalda. Todos los días desayuno en bares y cafés, observo a muchachas de mi edad hablando con su mejor amiga, su alma gemela. De Lunes a Viernes voy a la biblioteca de la universidad y me doy cuenta como las mismas personas que se encuentran en mi clase se juntan a estudiar, ríen fuerte, no es que me importe realmente, solo no me dejan estudiar. ¿O no es realmente así? ¿Será que luego de haber peleado tantos años contra ello anhelo el contacto humano o la charla entre amigos? Pero sigo temiendo en que la bondad humana no existe, la gente aún quiere ser como yo, se acercan a mi, pero yo sigo escapando. 

¿Realmente lo necesitaré? Las personas que alguna vez llamé amigos mataron a alguien, a la antigua yo, pero esta intriga es una asesina serial luego de diez cadenas perpetuas  y haberse escapado de una prisión en la fría Siberia, me esta destripando lentamente y la verdad me aterroriza.

-S.M Doufor

El invierno eterno de tu corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora