El invierno llega con aquellos ojos
profundos y fríos,
con aquella nostalgia
que congela lo inevitable,
volviendo al pasado de lo evitable,
pero regresando al presente
de lo imposible.
Viajando kilométros
en la gélida nieve
refrescando recuerdos que aún duelen,
escarchando momentos en tu sonrisa,
tratando de olvidar tu voz
que vuelve a mi con la brisa del Norte,
dejando mis orejas y nariz rojas,
deseando que lo calientes con tus manos,
deseando que vengas y me abraces
y me despojes de cualquier invierno eterno
que encarcela mi mente
que no me permite avanzar
Devuélveme el calor de tus labios
y dame la seguridad de que ya no me dejarás,
tatúa esa promesa en tu corazón con tinta de fuego.
Acurrucame, aleja el frío dolor y congela el momento
para que sea eterno entre tus brazos.
-S.M Doufor
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El invierno eterno de tu corazón.
PoesiaOtra de mis historias de poemas, cartas, escritos y más...