El frio metal de un cuchillo

28 3 0
                                    

Amaneció, como era de costumbre en las mañanas de junio, estaba nublada y sumamente fría. Como lo prometí desperté a las 8:00am... esta bien, a quien quiero engañar, desperté 15 minutos tarde, puedo culpar al despertador por eso.

Como estaba en mis planes recogí mi departamento, y me di cuenta toda la basura que una persona puede acumular en tan poco tiempo, tanto así que uno mismo se vuelve la basura, de tanta suciedad no pude encontrar la llave, después de todo era como buscar un alma buena en Sodoma y Gomorra. Después de unos 20 minutos y de unas cuantas canciones de desamor (es difícil entender como las canciones te identifican tanto después que algo triste ocurre en tu vida, pero ese no es el tema mejor no me enredo más), me puse mi mejor camiseta, pantalón y zapatos y fui en busca de ayuda para abrir tu diario.

Sali a la calle después de tanto tiempo en mi encierro, fue como la liberación de los judíos en el libro de Éxodo, todo se veía igual que hace unos meses, pero tenía la sensación que todo era nuevo, como un mundo desconocido. Fui a la tienda mas cercana en la que me dijeron que ese tipo de diario eran muy resistentes a la hora de abrirse, que no se abrían con cualquier tipo de llave y que tenia que romperlo si en serio quería leerlo.

- Que lista eres Juli, pensé, no te ibas a ir sin hacer de las tuyas

Había llevado algo de dinero por si acaso, así que compre un café y unas tijeras, busque la plaza mas cercana y me senté a abrir el cuaderno, un nerviosismo incomodo se apodero de mí. Con las manos más temblorosas imposible, y tomando a largos y lentos sorbos el caliente vaso de café (y unas cuantas quemaduras de lengua) abrí la libreta de la discordia.

Al principio parecía todo normal, lagrimas salieron de mis ojos al leer todo lo que ella escribía, por un momento pude sentir su espíritu de guerrera a mi lado hasta que leí algo que me saco de quicio

Derramé mi café y mis pies se empaparon, y solo pensé en una persona; Angelo, y salí prácticamente corriendo a su casa

Me abrió la puerta con una taza de té en la mano
- Hola Mateo, cuanto tiempo sin vernos amigo, dijo con una sonrisa acogedora
- ¡Quítate!, y ven a ver esto, le dije empujando violentamente la puerta
Nos sentamos en el sillón y le indique donde leer, el diario decía:

Domingo 21 de abril de 2019
Mateo, si lees esto es porque estoy próxima a mi muerte, o si no lo lees (que es lo mas probable) esto quedara como un lindo recuerdo.
Después de este tiempo con mi amiguita enfermedad, he aprendido muchas cosas, creo que se me acabaría la tinta de escribir tantas cosas que he aprendido, pero si hay una en especifico es a valorar mi entorno. No es un secreto para nadie que en cualquier momento puede llegar un esqueleto con capucha negra y "chau" hasta aquí llego Julieta señores, así que es mejor aclarar todo ahora
Nos conocemos hace mas de 10 años y jamás tuve la valentía (ni la tendré al parecer) de decirte lo mucho que me gustas, y que en mis últimos días me sigues gustando más, ¿Cómo te decía que no vinieras más a verme porque mi interés por ti aumentaba cada 5 minutos?
Te acabas de ir a descansar después de tu visita dominical, y de traerme sushi a escondidas sabiendo que no estaba permitido, un doctor vino hace un rato, después de insistirle tanto me dijo que me quedaba una semana más de vida aproximadamente, yo le pedí que me desconectara a los 3 días, si, el 24 de junio de 2019 Julieta se despedirá.
Espero que puedas respetar mi decisión, pero no podía verte llorar más, estas cansado de venir todos los días y económicamente quebrado de tanto sushi que te he hecho comprar, así que en tres días más, y sin tu saberlo se ira una carga de tu vida, es hasta mejor para mí, ya no sentiré el frio metal de un cuchillo mientras me bombean oxígeno en la sangre en cada quimioterapia. Por favor, lucha por tu sueños y no te aferres a mi partida, ya no había nada que hacer conmigo.


Te amó hasta su ultimo suspiro, Julieta

Desgarro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora