Roomie

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Pasé una noche espléndida, por fin sentí que descansé, al otro día me sentía como alguien renovado, al parecer Dios había escuchado mi platica en la noche, fui a lavarme los dientes y hacer mi rutina de aseo matutino, cuando salí del baño estaba Angelo haciendo el desayuno:

- Buenos días "roomie", me dijo el.

- Buenos días amigo, ¿cómo estuvo la noche?.

- Todo bien, toma te hice un café, me dijo dándome una taza extrañamente grande de café, ya saben a los ricachones les encanta comer.

- Gracias compadre, seguido a tomar un sorbo me senté en la barra que tenía en su cocina y nos pusimos a charlar un rato.

Trate de evitar hablar de Nicole, no iba a ser muy cómodo, y mucho menos sabiendo que solo la he visto por poco tiempo y capaz todo fue un delirio por mi soledad, pero por mucho que lo evitara era evidente que el iba a preguntarme, así fue, caímos en el tema:

- Entonces... ¿ya ese corazón tiene nueva dueña?, dijo el burlándose de mi.

- De que hablas zoquete, solo te pregunté por ella y ya.

- No te hagas Mateo, vi que te brillaban los ojos cuando la veías.

- Pero eso es algo normal Angelo, ¿acaso no la has visto bien?, es bellísima, es imposible que no te brillen los ojos al verla.

- ¿Perdón?, ¿desde cundo te flecho cupido amigo?, mira compadre si quieres arriesgarte a Nicole te voy a dar unos consejos, ¿ok?

- Lo que tú digas, respondí.

- Amigo piénsalo bien, no hagas nada de lo que te vayas a arrepentir y termines llorando con cantidades exhorbitantes de porquería en la sangre (supongo que se referia a todo el alcohol que se encontró en mi departamento), todos sabíamos que te gustaba Julieta, no era un secreto para nadie, se que no querías que nada ocurriera para no arruinar su amistad pero así son las cosas, vienes saliendo de algo muy fuerte en tu vida y piénsalo bien antes de jugártela por otra persona. Tu decisión puede forjar tu destino compadre.

- Pero ¿acaso te estás escuchando?, anoche la conocí, hoy empezamos a hablar de ella y ya tú nos "estás casando", Nicole es solo una linda chica que conocí anoche, no porque se parezca a Juli o por que sentí que fue amor a primer vista...

- ¡Vez!, no puedes guardar ni un secreto sin que tu mente de alcoholico lo suelte, ya esto está muy hablado mejor comamos, tenemos cosas que hacer hoy.

Como podía ser tan imbecil, lo volví a hacer, ¿por que digo lo que pienso o lo que siento en voz alta?, bueno mejor no hacer énfasis en cosas que no importan. Esa mañana fue muy extraña, por un momento me sentí "querido", como si el fuera la única familia que tengo. Desayunamos, el me dijo que me vistiera, que saldríamos a hacer unos trámites y que lo acompañara.

Dicho y echo, lo primero que hicimos fue ir a casa de mi madre a visitarla, tenía ya varios meses sin ir a verla, pobrecita, ya me estaba buscando con el ejército. Cuando le conté lo acontecido a mi mamá (sobre el departamento) decidí omitir algunas cosas, vamos, ¿a que madre le gustaría que su hijo pasara la noche en el banco de un parque?, la visita duró unos cuarenta minutos y Angelo le dijo que el de haría cargo de mi ahora y que todo estaría bien. Salimos de allí y el me llevo a un sitio muy extraño, no sabia donde estábamos, cómo llegamos ni que era lo que haríamos.

- ¿Que es esto hermano?, ¿donde estamos?

- Si vas a vivir en mi casa, tienes que tener trabajo, piénsalo, así invitas a tu cita a un cafecito un día de estos, me dijo con una de sus sonrisitas estupidas.

Desgarro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora