El Ángel De La Muerte.

23

No había pasado ni una hora de la llamada cuando la puerta de casa sonó, Jin fue quien abrió la puerta, yo estaba con Mía en la habitación, ayudándola a estudiar pues no iba a dejarla asistir a clase ni de coña.

—Kookie.— gruñí, joder con el puto apodo. Me levanté de la cama y abrí la puerta de la habitación, Jin señalaba a su espalda.— Mía y tú tenéis visita.— rodé los ojos, me hice a un lado y dejé entrar a Luhan a la habitación.

Jin se despidió y cerró la puerta, me senté en la cama y cogí uno de los libros que estábamos usando para estudiar, si los hermanos querían hablar podían hacerlo sin meterme a mí.

—¿Cuánta gente vivís aquí?— vale, esa pregunta estaba claro que no iba para Mía.

—Siete, mis hermanos.— suspiré y dejé el libro sobre la cama, si me iban a meter en la conversación a la fuerza no tendría caso olvidarme de su existencia.

—¿Dónde se supone que dormirá Mía?— señalé mi cama y el chico negó con fuerza, dejó caer la enorme bolsa que traía en sus manos.—¿Contigo?— asentí, ¿a caso eso era extraño?, supongo que al haber detestado siempre tanto a los humanos nunca llegué a aprender nada de ellos, aunque... realmente el único ser humano que me interesaba realmente era Mía.— Ni de broma.

—¿Te he preguntado?— mi voz sonó más dura de lo normal, no le tomé importancia.—Mía anoche llegó terriblemente mal, ¿y te preocupa que duerma con un chico?

—Un chico de veinticinco años, esto se puede malinterpretar de mil maneras...— se quedó en silencio durante unos segundos, frunció el rostro y señaló a Mía.—Espera, me dijiste que él era hermano de tu amiga, ¿acaso son ocho hermanos?— vi temblar a Mía y poner una mueca extraña que intentaba parecer una sonrisa.

—Perdón, es la costumbre, — me levanté de la cama.— los otros seis chicos que viven conmigo son buenos amigos y hemos cogido la manía de llamarnos hermanos, siento si eso te ha confundido.— me sorprendí incluso a mí mismo al haberme inventado una mentira como esa tan rápidamente.

—Oh, de acuerdo, — suspiró.— bueno, te he traído algo de ropa y... maquillaje, no deberías faltar demasiado a clases.— Luhan pasó su mano por la cabeza de su hermana, agarré la bolsa y la acerqué al armario, más tarde haría un hueco para que pudiese guardar sus cosas.—Me voy ya, cuídala bien, por favor.— en sus ojos podía ver una súplica enorme.

Me hubiese gustado decirle que llevaba cuidando de su hermana desde que me llevé a su padre, pero no debía hacerlo, así que simplemente asentí y le acompañé a la puerta.

—Casi se me olvida.— sacó un teléfono del bolsillo y me lo dio, después se fue.

Cerré la puerta y sentí varias miradas sobre mí, ¿en qué momento habían vuelto Jimin y TaeHyung? Suspiré con una pequeña sonrisa dibujándose en mis labios antes de volver a la habitación.

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Hola personitas :)

Lamento mucho no haber actualizado ayer, se me fue la cabeza y se me olvidó publicar <3.

Espero que os esté gustando la historia y sigáis apoyándola incluso si soy un despistado, os quiero!

Black.