¿Ahi vive? Parece la casa del abuelo de Heidi.

17.4K 915 92
                                    

Me desperté y vi los brazos de William rodeándome. Me gire para ver si estaba despierto, pero dormía profundamente. Estaba a punto de amanecer, tendríamos que movernos si no nos alcanzarían. 

- William....William, esta apunto de amanecer, vamos.

- ¿Hum? Ah si, vamos.

Nos levantamos y comenzamos a caminar. No sabia a donde íbamos, yo solo le seguía, pero tenia la sensación de que el sabia muy a donde vamos.

- ¿A donde vamos? - me decidí a preguntarle. 

-¿Recuerdas lo que te conté sobre mi capitán el ejercito? - yo asentí - Pues vamos a verle.

- ¿A el? Pero si esta de parte de tu hermano ¿no?

- Si, pero si le damos algo mejor que lo que conseguiría ahí, nos ayudara.

- ¿Y que le vamos a dar? No tenemos nada, simplemente una pistola que no tendrá ni balas.

- Esto - dijo mostrándome un largo y fino tubo de cristal.

Estaba lleno de ese liquido verde. El suero.... no, no quería tener nada que ver con eso. Si se la dábamos seguro que lo usaría en su beneficio. Había que destruir eso. Nadie merece ser controlado por otro a su antojo.

- No no podemos darle eso a nadie. Lo usarían en propio beneficio.

- Lo se...

- No no lo sabes porque quieres daserlo a uno de los que mas lo ansían - dije un poco alterada.

- Cariño - dijo poniéndose a mi altura - Respira. No voy a darserlo, solo voy a dejarle creer que si.

- Oh...ya lo imaginaba. - dije comenzando a caminar de nuevo.

- Cassie

- ¿Que? - dije frustrada.

- Es por el otro lado, ¿lo sabias no?

No le conteste y camine por el sentido correcto. Le escuche reír detrás de mi. No pude evitarlo y  cogí un pequeño trozo de madera y se lo lance a la cabeza. Con mala suerte (y mi mala puntería) el trozo de madera le golpeo en sus partes bajas. El se tapo con las manos e incoo una rodilla en el suelo. Fui a donde el intentando no reírme, al menos no mucho. Vi que estaba conteniendo el aire.

- Lo siento - dije tapándome la boca para que no me escuchase reír - De verdad, yo, no lo hecho a propósito. Pero eso te pasa por reírte.

- Si, tu ríete, pero ya me dirás cuando no podamos tener hijos - dijo levantándose.

Su contestación me sorprendió gratamente. No esperaba que quisiera tener hijos conmigo. Bueno, ni con nadie. No lo veía cantándole una nana a un bebe.

- ¿Tendrías hijos conmigo? - pregunte cogiéndole de la mano.

- Si me lanzas mas cosas, lo mas probable es que no pueda.

- Idiota.

Los dos reímos, por un segundo había olvidado todo lo que  nos estaba pasando. El hacia que olvidase todo lo malo. Sabia que quería estar con el, pero no me había dado cuenta de cuan enamorada estaba de el.  Le pare y me miro extrañado. Me pegue a el y le bese. El se sorprendió, pero al segundo me respondió al beso. 

Nos separamos y nos sonreímos. El beso mi manos y seguimos caminando. 

- ¿Cuanto tendremos que caminar?

- Un par de días al sur, es lo mas pronto que podremos llegar.

- Hurra - dije sarcásticamente.

Estos dos día fueron los mas largos de mi vida. Comíamos lo que William (con suerte) cazaba y aunque me asquease, nuestro único sustento eran pajarillos. Encontramos un pequeño riachuelo, en el que bebimos hasta hartarnos ya que no volveríamos a beber hasta que llegásemos a casa de su coronel. Buah, eso me ha sonado un poco extraño.

Estaba cansada, hambrienta y tenia sed. Aparte estaba bastante sucia y para colmo William no paraba de hablar. ¿Que le había dado?  Me reí por mi comentario y el me miro.

- ¿De que te ríes? - dijo alzando una ceja.

- De nada ¿cuanto queda?

- Un par de horas como mucho. 

Solo faltaba medio km para llegar a casa del coronel, aunque yo solo veía una pequeña casa de madera encima de una pequeña colina. Estaba distraída y no me fije por donde pasaba, con mi mala suerte que me torcí el tobillo.

- ¡JODER! - grite - ¡Dios!

¿Que has hecho? ¿Estas bien?

- De pu - me tapo la boca antes de terminar mi magnifica frase.

- No digas palabrotas - me riño.

¿En serio? Yo apunto de morir del dolor y el me decía que no dijese palabrotas.

- William, te quiero, pero como vuelvas a abrir la boca te la coso. 

No miro, así que sabia que estaba tratando de no reírse en mi cara. Me quito la zapatilla y empezó a moverme el tobillo. La verdad es que no dolía mucho.

- No te lo has torcido por suerte. Para mañana ya se te habrá pasado - dijo ayudándome a levantarme - Vamos, te llevare a hombros.

Tome impulso con el pie y me subí encima. Anude mis brazos alrededor de su cuello sin llegar ahorcarlo, el me tenia bien agarrada por las rodillas.

Llegamos frente a la cabaña de madera, me bajo pasando mi brazo por sus hombros. Aun que mas bien me arrastraba porque desde su altura, yo no podía tocar el suelo.

- Vamos . dijo acercándose a la cabaña.

- Espera, ¿es aquí? - el asintió - ¿En serio? ¿Ahi vive? Si parece la casa del abuelo de Heidi.

- ¿Que esperabas una mansion? - dijo alzando una ceja.

- No, pero por lo menos una casa normal.

- Vamos anda, ademas de que te sorprenderás.

¿Hay alguien?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora