Sentimientos liberados y limitados.

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Meliodas: E... Eli... Elizabeth.

Caballero: ¡El príncipe está herido! Manden llamar a los botánicos de inmediato.

Elizabeth: Meliodas ¿Por qué? Él no tiene la culpa de nada.

Arthur: ¿De qué están hablando? ¿Culpa de qué?

Elizabeth: ¿Arthur estás bien?

Arthur: Sí solamente una pequeña cortada en el brazo eso es todo ¡Ay! Pero tu mano está muy mal será mejor que te revisen pronto.

Elizabeth: Sí pero yo... Meliodas yo ¿A dónde se fue?

Arthur: ¿Qué es lo que tiene?

Elizabeth: Te lo diré más tarde.

Arthur: ¡Elizabeth espera! ¡Tu mano!

N.Elizabeth:

No puedo seguir evadiendo mi pecado, es hora de enfrentar a Meliodas y decirle toda la verdad antes de que Arthur sea el más perjudicado. Corrí por los pasillos del castillo para encontrarlo pero sigo sin suerte, de repente escuché un sollozo en el pasillo derecho, cuando me acerqué ví a Elaine sentada llorando.

Elizabeth: ¿Elaine por qué lloras?

Elaine: Por...Porque... Mi... Mi hermano no volverá y mi hogar está destruido... Completamente.

Sé que tengo que buscar a Meliodas pero no puedo dejarla así, la abrasé y empezé a acariciar su rubia melena.

Elizabeth: Cuéntame... Tal vez así te desahogas un poco.

Elaine: Mi hermano fue hace mucho tiempo a un tratado de paz por ayudar a nuestro reino dejándome a mi al cargo, los plebeyos pensaban que sería incapaz de controlar un reino debido a mi edad y estatura.

Un día fuimos atacados por un grupo de humanos de mente avariciosa que solo querían poseer nuestras riquezas, el pueblo siempre fue muy flojo yo por no querer que lefueran a hacer daño a mi gente les ofrecí joyas, medicinas y viberes, pero aún así no estaban satisfechos.

Una noche el pueblo me dió un golpe de estado y me entregó a los enemigos con tal de que se fueran, me derrocaron y regalaron como si fuera un objeto cualquiera, después de que los hombres me llevarán como su esclava decidieron venderme a un contrabandista que traía un carromato lleno de bellas mujeres, y así es como llegué aquí, siendo una concubina para el príncipe.

Elizabeth: Pero ¿Por qué dices que tú hogar está destruido?

Elaine: Acabo de escuchar a dos soldados decir que el reino de las hadas fue quemado hace unos días, al parecer al mismo tiempo de que yo me fui.

Elizabeth: ¿Eres un hada?

Elaine: Sí, pero no tengo mis alas aún.

Elizabeth: Lo lamento mucho.

Elaine: Solo quiero... ¡Hip! Volver a ver a mi hermano... ¡Hip!

Elizabeth: Presiento que así será no te preocupes, algo me dice que lo volverás a ver.

Elaine: Gracias Eli, me alegra tener una amiga aquí.

Elizabeth: Puedes contar conmigo cuando lo necesites.

N.Arthur:

Debido a que el caballero que gritó sobre mí herida tuve que venir a que me revisaran en los herboristas reales, mi madre lo haría con alguno de sus hechizos pero ya ha estado demasiado ocupada planeando no sé qué, como para molestarla.

Nanatsu no taizai "Mi Amigable Traición" (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora