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Parte 2.

Estaba recostada en mi cama tapada hasta el cuello por el frío que tenía, tenía fiebre y dolores de útero, me venían cada vez que estaba aproximado mi periodo, según la aplicación me faltaban unos días para que me llegara y por eso estaba con una especie de "gripe". Julieta ya había llegado en la mañana de sorpresa y lo primero que hizo al verme fue mandarme a la cama regañandome por tener fiebre y bajar sin calcetines, estaba esperando a que me trajera un té de jengibre con miel hace unos minutos, quería bajar a ayudarla pero sabía que se enojaria si me veía en ese estado intentando ayudar.

Escuche el timbre sonar y los ladridos de Rayo en la primera planta, cerre los ojos intentando dormir dandome por vencida con el té, julieta podía pasar horas hablando con quien sea y se olvida de las cosas que estaba haciendo antes de eso. Cuando estaba por dormirme la puerta del cuarto se abrió de golpe dejando ver a la jujeña con una sonrisa de oreja a oreja y Mateo atrás de ella con la taza de té en sus manos, frunci el ceño confundida afirmandome en el respaldo de la cama mirando al morocho que se quedó mirándome fijo por unos segundos.

Te vienen a cuidar bebé-sonrio la pelinegra guiñandome un ojo mientras la miraba mal, tomo la bandeja con comida que me había traído hace unas horas para llevársela consigo. El bostero entró al cuarto dejando el té sobre la mesita a un lado de la cama para luego sentarse a la orilla de esta esperando a que julieta se vaya- los dejo solos pero ojo con lo que hacen eh? La beba está enferma Truenito, al primer grito que escuche vengo a separarlos

Me sonroje por las palabras de la pelinegra mientras Mateo río asintiendo volteando a verla, nos guiño un ojo antes de cerrar la puerta haciendo que el morocho volteara a verme en silencio por unos segundos. Tome la taza entre mis manos para comenzar a tomarme el té bajo su atenta mirada, no decía nada, solo miraba cada movimiento que hacía.

Que haces aquí Mateo?-pregunte sin mirarlo, intentaba darle calor a mis manos con el vapor que salía de la taza, escuche el suspiro del morocho quien miraba sus manos nervioso

Julieta me dijo que estabas mal-susurro mirándome de reojo, eleve una ceja en su dirección sin creerme lo que acababa de decir- venia a arreglar las cosas Lula, tenemos que hablar

Me siento mal Mateo, otro día hablamos si?-susurre suspirando bajo la atenta mirada del morocho quien negó frunciendo el ceño con su típico puchero que hacía involuntariamente

Perdoname bebé, sabes lo que siento por ti y lo admito, la re cague otra vez por mis celos pero fue algo que hice sin pensar boluda-exclamo con desespero en su voz, me tomo las manos buscando mi mirada, nos quedamos mirando unos segundos antes de que volviera a hablar- lula no puedo estar sin vos.. no quiero perderte amor, prometo dejar de ser tan inseguro con la relación y es que si, me hago la cabeza pensando que en cualquier momento me dejas por otro, por alguien que estuvo las veces que lo necesitabas y yo por boludo no estaba

Mateo lo mismo me dijiste la última vez y mira como termino todo-suspire con la voz apagada, el bostero nego acercándose más a mi lado

Amor no volverá a pasar si? Si querés me revisas el celular, te sabes la contraseña, o dejo mi instagram en el tuyo para que veas lo que hago-susurro tomando mi móvil para desbloquearlo y entrar a la aplicación, antes que ponga su cuenta tome su mano negando, tenia los ojos llorosos mirándome con desespero

Soy tu novia, no tu mamá para estar vigilando todo lo que haces, no soy y nunca seré de revisarte tu privacidad no quiero que esto se vuelva tóxico-susurre negando con el ceño fruncido, el morocho asintió mirando sus manos jugando con la pulsera en la muñeca de esta. Suspire llevando las manos a mi cara frotando esta pero el rapero tomo estas quitandolas de mi rostro para estampar sus labios junto a los míos, intente alejarme con mis manos en su pecho pero tomo mis muñecas pegandome más a el haciendo el beso más profundo y me rendí siguiéndole el beso sin poder resistirme.

𝐂𝐨𝐥𝐭𝐚 •𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora