t r e s.

368 68 2
                                    

11 de Diciembre, 2014.

Por más de que Yoojin trató de distraerse desde esa llamada, no pudo. Sólo pensaba en lo que había hablado con su madre, y discutía consigo misma en si realmente valía esforzarse para tratar de ir a esa cena navideña. Dudosa, le nombró aquello a su jefe, y él le dijo que las posibilidades de no trabajar en Nochebuena eran casi nulas. El restaurante siempre era muy frencuentado, sobretodo en esa época, así que sería algo que se tendría que pensar. Yoojin le insistió en que al menos lo tuviera en mente, que si era necesario renunciar a todos los días libres de Diciembre lo haría.

Se sentía aún más cansada que de costumbre. Su espalda se sentía tan tensa que no sabía cómo podía moverse tan tranquila. Antes de lanzarse a la cama, observó su cuaderno de dibujo abierto de par a par y un sentimiento de tranquiladad la recorrió cuando observó de nuevo aquel rostro. Lo observó por un rato, luego se sentó en su cama con suavidad, y pequeñas lágrimas comenzaron a acariciar sus mejillas. Era tan difícil. Todo estaba siendo muy duro como para poder ignorarlo, ¿es que acaso de eso se trataba la vida? Por primera vez en tanto tiempo, Yoojin deseaba no amar tanto el arte, deseaba ser exactamente como querían sus padres. Sólo así sería todo más sencillo. Pero esa no era la realidad. No era su realidad.

Se durmió aún pensando.

En su sueño, un parque precioso, que le recordaba a la primavera, fue lo primero que vio. Sus pies pisaban algunas pequeñas ramitas, sin embargo, eso no le quitó la atención de lo que la rodeaba. El lugar era tan precioso que simplemente se quedó anonadada por un segundo. Árboles, flores, color vivo; pero no había ni una sola alma, cosa que no lograba entender del todo puesto a que era un lugar merecedor de admirar. Comenzó a caminar por el lugar y, de repente, un figura a unas cuantos pasos de ella llamó toda su atención.

Aquel chico, el mismo que había visto en su anterior sueño, también miraba el paisaje con calma. Era delgado, mas no demasiado. Su cabello castaño caía sobre su frente con suavidad, y sus ojos miraban curiosamente a los lados mientras estaba sentado en el suelo. Yoojin se sentía embobada en aquel momento, mas sus pies actuaron antes de que se diera cuenta.

Yoojin no entendía por qué sentía tanta atracción por aquel desconocido. Era como un sentimiento de familiaridad, como cuando ves a un amigo después de años sin encontrarse. Su corazón latía con fuerza. Al llegar al lado de él, tan sólo dejó que sus rodillas se doblaran un poco y se sentó a su lado. Él volteó a mirarla al instante, sorprendido. Yoojin pensó sobre lo mucho que agradecía ver su rostro más de cerca.

— Todo es muy bonito, ¿no es así?—ella murmuró cuando la mirada del chico parecía estudiarla un poco, curioso—. ¿Cómo te llamas?

La cara tensa de él se relajó un poco. Sus ojos recorrían la cara de Yoojin por completo, sus labios estaban algo entreabiertos, parecía algo perdido.

— Hoseok—dijo después de unos segundos, alzando las comisuras de sus labios.

— Yo me llamo Yoojin—la chica volvió a darle un vistazo a su alrededor. Había tanta calma, realmente sentía como si fuera de ese sueño no hubiese un caos total.

— Yoojin...—Hoseok repitió el nombre. Luego hizo lo mismo que ella, admirando el lugar—. Todo se siente tan real, ¿no es así?

Como si no fuese un sueño...

— Muchísimo—un pequeño suspiro se escapó de sus labios—. Y realmente sería lindo que lo fuese...

— Suena como si también hubieses tenido un mal día—el chico dejó escapar una risita algo amarga, como si conociese por completo los pensamientos de Yoojin.

— Pues sí—Yoojin torció un poco la boca, murmurando—, no te equivocas.

— ¿Te gustaría hablarlo?

Yoojin no comprendía cómo su mente había creado a un personaje tan irreal, que parecía ser todo lo que ella necesitaba. Yoojin sabía que era sólo un sueño, sin embargo, habló con Hoseok hasta que el sueño terminó. Al menos agradecía que su mente le diese paz en las noches. 


Crystal dreams↠ j. hoseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora