n u e v e.

293 59 0
                                    

25 de Diciembre, 2014.

Apenas Yoojin pudo caer dormida, cada sentimiento estristecido que esa noche le había regalado desapareció. En su sueño se sentía bien, bien de volver a ver ese parque y de estar en primavera. Se sentía tranquila de ver a Hoseok, porque, aún si le costaba admitirlo consigo misma, le había agarrado cariño a aquel personaje ficticio de su mente. Adoraba hablar con él, y cada vez deseaba más que tan sólo pudiese existir de verdad. En ese sueño habló habló bastante con Hoseok, le escuchó contar sobre cómo fue la navidad con su familia y lo bonito que fue el momento de abrir los regalos, sin embargo, cuando fue el turno de Yoojin, no supo ni siquiera cómo tocar el tema sin llenar el ambiente de angustia. Él insisitió en saber por qué tanto silencio. Así que le contó acerca de lo sucedido, y este pareció tener la cara tan roja que en cualquier momento podría hacerse pasar por una bomba a punto de explotar.

— ¿Te dijeron eso, Yoojin?—las manos del chico se posaron en las mejillas de ella, sosteniendo su cara para así verla. Ella asintió—. ¿Cómo pudieron ser tan crueles? No puedo ni siquiera creerlo...

— No es para tanto...

— Sí lo es. Lo es—Hoseok frunció el sueño. Se notaba demasiado su preocupación.

— Yo no sé... Si lo merecía o no...

— Escucha bien, tú no podrías, jamás, nunca, merecer algo así—murmuró—. No mereces en lo absoluto que alguna vez te traten así, menos que te hayan dicho esas cosas.

— Lo sé... Pero... Son mis padres—Yoojin se sentía tan triste—. Y, aún así, me dijeron todo eso...

— Pueden ser tus padres, eso no elimina el hecho de que ellos son personas tan ciegas que no pueden ver más allá, no pueden ver quién eres, se niegan a ver lo increíble que eres, ¿de acuerdo?

— ¿En serio? ¿Tú... Crees eso?

— Lo creo más que nada—sonrió un poco, asintiendo—. Estoy siendo muy sincero. Y es momento de que trabajes en eso.

Yoojin no entedía a lo que se refería Hoseok en el momento. Una ceja de levantó, expresando confusión.

— ¿Trabajar en qué?

— En darte cuenta de que, pase lo que pase y sin importar quién se oponga, lo que tú quieras realmente vale más que cualquier otra cosa o deseo ajeno. Y estoy orgulloso de que te hayas elegido a ti después de todo. Estoy orgulloso de ti por elegirte, Yoojin.

El corazón de ella latía con rapidez, pero de una manera distinta. No por miedo, o por nervios, era por algo peculiar.

— Así que hazme un favor.

— ¿Un... favor?—ella se sentía un poco confundida ante esa repentina petición. No se lo esperaba.

—Sí—suspiró, pareciendo debatir bien lo que iba a decir. Hoseok quería ser muy cuidadoso con sus palabras, pues debía elegir las correctas—. Te pido que olvides todo lo que te han dicho alguna vez, que ignores todos esos momentos, y luches por cumplir tu sueño. Te pido el favor de que trabajes duro para así demostrarle a todos que estaban equivocados. Porque lo están, ¿de acuerdo? Están tan equivocados, y tú misma les harás darse cuenta de que lo están.

— Yo...

— Por favor, promételo.

— Yo... Pero, ¿por qué estas tan seguro de que seré capaz?—Yoojin tenía tan pocas esperanzas en sí misma—. ¿Por qué?

Pero Hoseok tenía bastantes esperanzas en ella, y sabía de sobra que podía lograr lo que le pedía.

— Porque, aún si será difícil y será un camino largo, aún si te caes en el intento, sé que podrás levantarte y así recorrerlo hasta el final para ser feliz. Así que lucha para serlo. Porque yo creo en ti, y sé que tú, aunque tengas miedo, crees en ti misma.

Yoojin soltó un pequeño suspiro, y parpadeó unas cuantas veces, queriendo recordar esas palabras, ese momento para siempre.

— Lo prometo.

Por alguna razón, en ese sueño, algo creció dentro de Yoojin. Algo que nunca desaparecería de su corazón.


Crystal dreams↠ j. hoseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora