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10 de Diciembre, 2014.

Al instante en el que Yoojin despertó, se levantó de su cama aún con algo de sueño, pero es que tenía gran necesidad de buscar entre sus cosas y sacar unas acuarelas y su cuaderno de dibujo. No dijo ni una sola palabra para sí misma, menos pensó en por qué hacía eso, todo sólo sucedía de manera automática. Con un lápiz trazó la base de la cara, siendo muy detallista, y con las acuarelas le dio lo que era el color, profundidad y forma. Al terminar, tenía un precioso rostro en la hoja, un rostro que no conocía realmente y menos sabía quién era el dueño, pero había soñado con él, y no podía sacarselo de su cabeza. Yoojin no se preguntó nada, tan sólo suspiró cuando vio la hoja nuevamente con aquel dibujo. Es sólo un sueño... ¿Entonces por qué me sigo sintiendo así?

— ¿Sí vendrás a casa para Navidad?—su madre le reprochó, exigente. Yoojin veía los materiales de la tienda de Artes, tratando de escoger mientras hablaba por celular—. Espero que sí. Estarás de vacaciones para estos tiempos, ¿no?

Sí, claro que iba a estar de vacaciones por estos tiempos, pero nada más de la Universidad y de la Academia. Su trabajo seguiría siendo algo que la hiciese mantener ocupada, así que no sabía con certeza si para la víspera navideña tendría la noche libre.

— Trataré de ir, ¿sí?—su voz salió lo más dulce posible, tan sólo deseando que su madre no se enojara.

— ¿Qué tienes qué hacer?

— Es que... No sé si me darán la noche libre en el trabajo...

— ¿¡Y sigues trabajando!? Tu padre y yo te dijimos que dejes eso. Debes enfocarte en tu carrera, Dios—comenzó a discutirle, enojada. Yoojin sólo apretó los labios mientras acariciaba algunos pínceles—. Te fuiste de casa porque dijiste que así irías a tener más tiempo para ti, pero sabes que acá puedes quedarte, y no tendrías que cubrir esos gastos extras, que son tontísimos, todo por tu capricho.

Pero no me sentiría bien estando allí.

Sus padres se habían negado a darle más apoyo monetario del que fuese suficiente. Sólo le daban como para que comprara sus libros y herramientas para Medicina, a veces sobrándole un poco para comprar algunas cosas que ella necesitara. No la ayudaban con la renta del departamento porque decían que esa había sido su decisión, y que como era algo que no apoyaban etonces ayuda no iba a recibir. Yoojin al menos lograba cubrir con lo suficiente con su trabajo, no comía como una reina y muho menos vivía en un palacio, pero era suficiente como para sobrevivir y seguir en su Academia de Artes. Era feliz así, sin embargo, a veces no evitaba pensar en que sus padres tal vez eran muy duros.

— Ya te dije que no puedo dejar ese trabajo—suspiró agotada, del tema, y de su madre—. Veré qué puedo hacer...

— Si eso es lo que quieres decir para excusarte—las palabras parecían ser pronunciadas de una manera tan filosa como la punta de un cuchillo. Yoojin sólo trató de no suspirar—. Pero sinceramente nos gustaría que vinieras. Queda en tus manos entonces.

— Sí...

— Por lo menos has el intento, Yoojin.

¿Hacer el intento? Ella hacía el intento. Hacía lo mejor que podía, daba lo mejor de ella. Realmente no entendía qué más podía hacer para demostrarle que de verdad lo estaba intentando. Ni siquiera le gustaba la Medicina y en el primer semestre tuvo las mejores calificaciones de toda la Universidad, sobresaliendo un montón. Ella estaba dando lo mejor de sí para no decepcionar a nadie, ni siquiera a sí misma.

— De verdad lo estoy intentando, mamá—su voz salió tan pequeña que le dio vergüenza lo vulnerable que sonaba.

— No es suficiente.

¿Cuándo iba a ser suficiente?

Crystal dreams↠ j. hoseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora