Please, give him back to me (TAETEN)

Talentueux

Ten vivía hace poco en Corea, se tuvo que mudar de Tailandia por problemas con su familia y otros que nunca ha podido controlar, en una palabra su mayor problema se describiría como "depresión", eso mismo, vivía con ese problema desde que sus padres se habían suicidado en su antiguo hogar, cuando él apenas tenía 8 años, pero su edad no impidió que entienda lo que estaba pasando, ya que siempre ha sido un niño muy inteligente.

Ahora vivía con la familia de su tía, no lo trataban mal, pero no era como vivir con sus padres, si no fuera por su primo, su depresión estaría empeorando, pero su primo es una persona muy linda, tenía un gran corazón y con lo que dice es capaz de curar cualquier pena del tailandés.

Sicheng es el primo perfecto.

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El baile es la mayor distracción para Ten, con eso tenía la oportunidad de seguir con su vida, porque es lo que más ama en el mundo. Lleva haciéndolo desde que descubrió que bailando podía olvidar todo, actualmente tenía una vida mucho mejor que antes y estaba feliz de poder bailar en una academia tan buena.

En lo referente al amor, Chittaphon prefirió no darle mucha importancia, temía que al enamorarse pasara algo que no pueda controlar y sus pensamientos suicidas vuelvan a atormentarlo, pero al parecer este año su vida amorosa tenía ganas de cambiar.

¿Se había enamorado? No estaba seguro, pero la sonrisa de Taeyong se había vuelto su nuevo motivo de nervios, Taeyong se volvería un problema para Ten, definitivamente no dejaría que se concentre en el baile.

Chittaphon practicaba entre 6 a 8 horas todos los días, pero no siempre era así, ahora había un motivo detrás de todo su esfuerzo.

Era bien conocido que todas las academias de arte, en lo que se incluye el baile, la música, el dibujo, la pintura y todas las formas de arte que existen, tendrían una exposición de fin de año, en la que presentarían a sus mejores alumnos y como era de esperarse, Ten fue el elegido por parte de su academia.

Taeyong por su parte fue el elegido por la academia de piano, por eso estaba tan metido en terminar un solo de piano que siempre le había costado, uno que siempre terminaba sacando lo peor de él porque hacía que se desespere.

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Al termino de la clase de piano, Taeyong decidió salir más rápido que de costumbre, no espero a Johnny porque a donde iría no le gustaría que él también vaya, especialmente por lo que había visto en la mañana.

Iba a entrar a la academia de Ten para verlo bailar, simplemente quería saber que tan bueno era ese chico que le quitaba el aliento.

Cuando llegó a la puerta del edificio tomó un gran respiro y entró, los que se encontraban por ahí empezaron a murmurar y se escuchaban unas que otras risas, todos veían al chico que acababa de entrar, y como no, si el cabello rubio, más las perfectas facciones de Taeyong llamaban la atención de todos.

Pero él solo tenía a alguien en mente y empezó a buscarlo, pasando a través de salones en los que se escuchaba todo tipo de música, desde hiphop hasta música clásica.

Siguió caminando asombrado por el talento de muchos alumnos, hasta que una canción que sonaba al final de los pasillos llamó su atención.

Era una canción que él conocía y había estudiado, "Dance of the Sugar Plum Fairy" de Tchaikovsky, más conocida por ser una de las canciones más famosas para los estudiantes de ballet, el sonido era hermoso, por lo que decidió acercarse.

En el salón solo había un estudiante que bailaba al compás de la música, se le veía muy concentrado, pero solo podía ver su espalda.

Decidió acercarse un poco más, abriendo con cuidado la puerta para no hacer bulla y una vez que estuvo dentro se quedó helado al reconocerlo, era Ten.

Estaba bailando tan concentrado en la música que no se dio cuenta del reflejo de Taeyong por el espejo, este solo lo veía como si estuviera viendo la película más entretenida de la vida, no podía quitarle los ojos de encima, en el momento más impactante de la coreografía Taeyong no lo pudo evitar y soltó un suspiro.

Ten estaba en medio de un Fouetté en Tournant, donde el bailarin da vueltas sobre una de sus piernas, cuando se dio cuenta del sonido perdió la concentración cayendo al piso.

Taeyong se asustó y se acercó rápidamente a Ten para ayudarlo.

-¿Estás bien?, perdón, no quería distraerte

Preguntó en tono preocupado viendo que Ten se agarraba la pierna.

-¿Te duele?

Dijo Taeyong tocando la mano que tenía sobre su pierna y fue ahí cuando Chittaphon reaccionó.

--N-no, está bien hyung, solo me duele un poco. Sonrió. --¿Qué haces aquí, ya terminaron tus clases?

-Si, ya terminó y déjame decirte que venir a verte bailar fue la mejor decisión que pude haber tomado, bailas increíble Ten. Dijo Taeyong mientras lo ayudaba a levantarse.

Ten sentía que sus mejillas quemaban y sus latidos empezarón a ir más rápido que cuando termina de bailar y queda exhausto.

--Gr-gracias hyung, pero no es nada, aún hay cosas que debo pulir.

-Bueno, para mi eres muy bueno, a lo lejos el mejor que he visto.

--Muchas gracias hyung, y ¿cuándo podré yo verte tocar a ti?. Sonrió acercándose un poco más a Taeyong

-Bu-bueno, cuando quieras, pero obviamente tiene que haber un piano. Rió

--Aquí hay varios en otros salones de práctica, porque los bailarines aveces necesitan del acompañamiento de música en vivo, ¿qué dices, podrías tocar algo?. Sonreía y sus ojos no se apartaban de los de Taeyong esperando una respuesta.

-No lo se Ten, no soy tan bueno aún, además, me pongo nervioso cuando personas bonitas me observan. Le comentó en un tono seductor que hizo que Ten se ponga del color de un tomate, pero eso no impedió que el tailandés siga insistiendo.

Ten río, se comenzó a echar aire con las manos y siguió hablando.

--Porfavor hyung, solo una vez ¿si?. Hizo un pequeño puchero y eso fue lo que logró convencer a Taeyong, que se paró de donde estaban tan rápido que se mareó un poco.

-De acuerdo, vamos.

Fue lo último que dijo para salir del salón y esperar a Chittaphon fuera, pero no porque quería irse rápido, si no porque su cara había superado el nivel de sonrojo que tuvo Chittaphon.

Una vez que la puerta se abrió, salió Ten con su bolso y una sonrisa que demostraba lo ansioso que estaba por escuchar a Taeyong tocando, solo de imaginar a alguien tan hermoso como lo era el coreano tocando un instrumento tan elegante y con esas perfectas manos largas y finas que tenía, hacía que su emoción crezca mucho más.

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Hola holaa, aquí el otro cap, espero les esté gustando la historia, estoy batallando para elegir las canciones que pongo 😅😅