Condition

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--Pandora, ¿serías tan amable de traer un té para nuestro invitado?. Se dirigió a la elegante mujer y esta luego de hacer un gesto afirmativo desapareció dentro del castillo.

-Gracias, pero no era necesario, es un gusto volver a verlo, pero debo admitir que me soprendió un poco saber quién era usted. Rió nervioso el rubio.

--Ya veo, pero no te preocupes por eso, presentía que te chocaría un poco saber la verdad. Fumó de su cigarro y volvió a hablar. -Como ya habrás visto, mi castillo esta repleto de estatuas de la época de grecia o del barroco, me gustan mucho las historias que cada una oculta, dime, cuál fue la que más llamó tu atención. Miró fijo a Taeyong y esperó su respuesta.

-La verdad es que todas, todas son fascinantes, pero he notado a una en específico, una en la que hay dos esculturas, pero parece ser la misma historia, fue una que observé en la entrada del jardín.

--Creo que ya se a cuál te refieres, vamos, hay que verla de cerca.

Ambos se pararón y se acercaron a la escultura que se encontraba en la entrada del jardín, este era enorme, pero se podía ver lo suficiente como para notar que estaba repleto de diversas flores, esculturas e incluso fuentes de agua.

--"Orfeo y eurídice". Dijo el diablo aspirando el humo de su cigarrilo. -Es mi historia de amor favorita.

Sonrió y vió cómo Taeyong observaba atento la escultura.

-¿Cuál es la historia?. Volteó en dirección del hombre y espero atento.

--Ambos se amaban el uno al otro como no tienes idea, Orfeo tocaba el arpa y Euridice amaba escuchar sus melodías, vivían felices y juntos.

Tiró su cigarro ya acabado al pasto y lo pisó. -Pero una serpiente mordió a Eurídice y le ocasionó la muerte.

Taeyong se sorprendió debido al cambio repentino y brusco de la historia, él sabía perfectamente cómo se sentía perder a alguien que amas, pero siguió esuchando esperando que la historia mejorara.

--Pero Orfeo amaba tanto a Eurídice que bajó al inframundo por su cuenta para buscar el alma de su amada, con la esperanza de regresarla a la vida.

Taeyong sonrió feliz por el camino que estaba tomando la historia.

-¿Lo logró?

El diablo sonrió ladino. -Al parecer el mundo quería hacer entender a Orfeo que los muertos son solo muertos y así deben quedar. Volvió su mirada a la escultura y continuó. --Una vez que estuvo frente de Hades le tocó las mejores melodías con su arpa y estas lo enamoraron, por lo que le propuso algo, le dijo que se quedaría para siempre a tocarle las melodías, pero solo si dejaba libre al alma de su amada, Hades aceptó, pero hubo una advertencia.

-Todo lo bueno viene con algo detrás. Susurró para si mismo, pero al parecer fue muy fuerte.

--Exactamente Taeyong, la advertencia era que mientras se dirigían fuera del inframundo, tenían prohibido volver a ver hacia atrás, ambos pensarón que para ser una advertencia era muy sencilla, pero resultó siendo más dificil de lo que pensaron.

Suspiró y luego le pidió a Taeyong que lo acompañe dentro del castillo, el rubio obedeció y llegaron a un enorme salón, completamente de blanco, a excepción de un preciosicimo piano de cola negro que estaba en medio, brillaba bajo las luces, parecía nuevo.

--Dejaré el final de la historia para después, antes que nada me gustaría contarte el motivo por el que te invité a venir. Se sentó en el taburete del piano y pasó sus dedos por las teclas. -Espero que vengas preparado para tocar alguna buena melodía.

Please, give him back to me (TAETEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora