Le Bisou

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La noche se le hizo eterna y a la mañana siguiente ambos se levantarón muy temprano para alistarse, a pesar de que la cita era por la tarde y aún faltaban unas 4 horas.

Taeyong no sabía que ponerse, toda su ropa era muy anticuada y no tenía cosas nuevas porque no le gustaba ir de compras, no sabía que hacer, así que acudió a quien siempre resolvía sus problemas.

EN EL TELEFONO

-Johnny hyung, se que me dijiste que tenías cosas que hacer, pero tengo un gran problema, así que llego a tu casa en 20 minutos, gracias.

Fue todo lo que dijo, nisiquiera dejó que su amigo respondiera y colgó, se puso en camino a su casa y al llegar tocó el timbre.

La madre de Johnny abrió y saludó amablemente a Taeyong como de costumbre, ya lo conocía y le caía muy bien, a toda su familia de echo.

--Taeyong, que gusto verte, de seguro vienes a ver a Johnny, pasa, pasa está en su habitación.

El coreano le sonrió y agradeció con una reverencia, pasó y le extraño mucho que todo esté tan tranquilo, a pesar de que Johnny le había dicho que habían problemas en su casa, no le tomó mucha importancia y siguió.

Tocó la puerta de la habitación de su amigo y cuando este le dijo que pase obedeció.

Johnny estaba sentado al piano practicando.

-Hyung, tengo algo que contarte y necesito de tu ayuda

--Dime Tae

Johnny sonaba cortante, pero Taeyong no quizo  preguntarle el porque

-Bueno, en resumen, hoy saldré con Ten y no tengo que ponerme, ¿me ayudas?, porfavor. Hizo un puchero que logró sacar una risa de su amigo.

--Está bien, yo te ayudo, sabes que siempre lo hago.

Pasaron toda la mañana buscando algo que ponerle a Taeyong, entre toda la ropa de marca que el americano tenía, su closet era gigantesco, en definitiva encontrarían algo.

Luego de mucho buscar, Johnny encontró el atuendo perfecto y se lo dio, era un polo blanco con el logo de Guess en él, encima tenía una camisa a cuadros roja y negra y por encima una chaqueta de cuero, los pantalones eran simples, unos jeans azules y para terminar unas converse rojas.

Taeyong se veía magnífico, Johnny se sentía orgulloso de su trabajo, hasta que recordó para qué estaba vistiendo a su amigo, pensó que era imposible que alguien no se enamore de el coreano viéndose así.

--Ya, mi trabajo está listo, puedes irte.

Dijo volviendo a sentarse en el taburete del piano.

Taeyong sonrió emocionado viéndose al espejo y corrió hacía su amigo para abrazarlo por la espalda.

-Gracias, gracias, gracias hyung, eres el mejor, tengo suerte de tenerte a mi lado. Lo abrazó fuerte y luego se separó para irse. -Ya no te distraigo más, nos vemos en clases hyung, prometo no arruinar tu ropa. Sonrió y se fue.

Una vez que el coreano ya no estaba, Johnny aporreó el piano con sus manos de frustración y luego se paró para tirarse en su cama, estaba molesto, estaba molesto por haberse enamorado del mismo chico que su mejor amigo, pero lo que más le molestaba era que su lado competitivo no dejaría que le roben a Chittaphon, nisiquiera la persona que conoce desde que eran unos niños pequeños.

No volvería a ayudar a Taeyong, nunca.

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Taeyong le mandó la dirección de donde lo esperaría  por mensaje a Ten y se dirigió al lugar una vez que este le repondió.

Lee había registrado a Ten en su celular como "Tennie", luego de haber leído en el papel que este le dio que esa era la forma en la que quería que lo guarde, con un pequeño detalle que Taeyong agrego, un corazón al lado de su nombre.

El coreano ya estaba en el lugar, sentado en una de las bancas esperando que llegue aquel pequeño chico de perfil magnífico.

Los minutos pasarón y a lo lejos vió a un chico que despertó todas sus hormonas, Ten venía vestido con una chompa negra y encima traía una casaca de cuero, unos pantalones oscuros rasgados por la rodilla y unas Doctor Marteens negras, su cuello estaba rodeado por un delicado chocker negro y traía puestos unos lentes. Se veía muy sexy, todo lo que traía puesto resaltaba sus rasgos.

Taeyong tragó saliva y deseo con todo su corazón que sus hormonas no se despertaran en ese momento, ese chocker en el cuello del tailandes lo hacía imaginar cosas que no debería.

-T-ten, hola, te ves espectacular. Dijo el rubio con un hilo de voz, de cerca Chittaphon era toda una obra de arte.

--Hyung, gracias, tú también te ves increíble. Chitaphon intentaba parecer tranquilo ante lo maravilloso que Taeyong se veía, sentía que si se dejaba llevar por lo que estaba sintiendo, en cualquier momento se le tiraba encima para comerselo a besos.

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Los dos pasaron una tarde maravillosa, llena de risas y coqueteos entre ellos, ambos se enamoraban cada vez más del otro.

El día acabo con Taeyong dejando a Ten en la puerta de su casa, luego de todo lo que habían hablado y habían revelado el uno al otro hizo que su confianza creciera, Ten le había contado lo inseguro que se sentía aveces consigo mismo y los momentos de depresión que había tenido, Taeyong por su lado le había contado todo lo que había pasado cuando apenas era un niño, la forma en la que la música le salvó la vida y lo ayudó a seguir adelante.

-Supongo que es hora de despedirse. Taeyong hizo un tierno puchero que hizo reír a Ten.

--Creo que si, pero no será la última vez que nos veamos. Sonrió y se acercó un poco más a Taeyong.

Ambos estaban muy cerca el uno del otro y cuando ya sentían la respiración del otro en sus rostros la puerta de la casa se abrió, Sicheng abrió los ojos a manera de sorpresa, sabía que había malogrado el momento de su primo y con un "lo siento, ustedes sigan", se volvió a adentrar a su casa.

Ten suspiro pesadamente en el lugar y se alejó de Taeyong para entrar a la casa.

--Adiós Tae. Dijo en tono triste y desepcionado, pero entonces el coreano lo llamó.

-Ten

Taeyong no le dio ni la oportunidad de darse la vuelta porque lo jaló del brazo y cuando lo tuvo frente suyo le agarró el rostro con ambas manos para plantar un casto y tierno beso en los labios del tailandes, que se sorprendió por la acción de Taeyong, pero no se negó y cerró los ojos para seguir el compás de los labios del coreano sobre los suyos.

Ninguno se quería despegar del otro hasta que tuvierón que hacerlo para tomar un poco de aire, pegaron sus frentes y luego se volvierón a separar.

-Ahora si mi día fue completamente perfecto. Sonrió Taeyong. -Hasta luego hermoso. Le dio otro corto beso a su chico y dio la vuelta para irse.

Taeyong no dejaba de sonreir y agarrarse el pecho para evitar que su corazón fuera a salirse e irse corriendo a las manos de Chittaphon.

Ten por su lado no sabía como reaccionar y se hubiera quedado en la puerta más tiempo si no fuera por su primo que lo jalo dentro y lo atacó de preguntas, terminando con un "tienes que contarmelo todo".

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Ando subiendo capítulos diarios, pero ahora que empiezan mis clases no se si pueda 😔✌🏼️, espero les esté gustando la historia y gracias por el apoyo🥺💚💚

Please, give him back to me (TAETEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora